BIOÉTICA Y BIOPOLÍTICA. DOS DIMENSIONES EPISTÉMICAS DIVERGENTES EN TIEMPOS DE PANDEMIA DESDE UNA POSTURA TRANSPARADIGMÁTICA.

Autores/as

  • Dr. Gustavo A. Parra Fleitas Universidad de Carabobo. Venezuela.

Palabras clave:

BIOÉTICA, BIOPOLÍTICA, DIVERGENTES, PANDEMIA

Resumen

Las transformaciones del pensamiento contemporáneo, a la luz de la búsqueda de respuestas a los grandes interrogantes que surgen de las relaciones entre los individuos y de estos con el Estado y sus instituciones, encuentran en el campo de la ética y de la política, dos grandes dimensiones epistémicas que han ido avanzando de manera asíncrona, en el contexto de las últimas décadas, a la par del desarrollo de los grandes conflictos humanos y su aproximación a los límites que definen la razón instrumental de su existencia, considerando los entretejidos de relaciones que se van hilvanando en torno a dichas dimensiones, hasta llegar a darle forma a lo que hoy se conoce como Bioética y Biopolítica.

     Consideradas estas, como dos categorías epistémicas emergentes, que intentan actuar como ámbitos mediadores y reguladores de la conducta humana íntimamente vinculados al control y manejo de los aspectos relacionados con la vida, la salud y la muerte en el contexto de la sociedad moderna, y su relación con el ejercicio del poder, logrando aproximarse y encontrarse de manera divergente en forcejeo constante, en escenarios de diversos grados de conflictividad, dada la naturaleza de sus principios mutuamente excluyentes que las sustentan, y que le son inherentes, otorgándoles a ambas categorías epistémicas, dimensiones transparadigmáticas en sí mismas.

En el presente ensayo, pretendemos abordar ambas categorías en el contexto de una situación conflictiva de características excepcionales, como lo es la pandemia de Covid 19, sus implicaciones en el manejo que desde los ámbitos científico, político y tecnológico se la ha dado, su incidencia en los ámbitos económico, social y ambiental, exhibiendo un nivel de complejidad sin precedentes en la historia de las crisis humanas más recientes, que trasciende sin lugar a dudas, todos los moldes y estereotipos paradigmáticos hasta ahora conocidos, en una lucha sin precedentes por el control y la hegemonía del poder global y sus áreas de influencia.

En primer lugar, es preciso esbozar someramente los orígenes de ambas epistemes en el contexto del pensamiento político de las últimas décadas, con la idea de ir orientando el análisis desde una visión transparadigmática, a partir de las aportaciones de López (2013), quien de la Biopolítica, apela a autores de las más diversas corrientes del pensamiento, quienes han desarrollado definiciones que ha permitido establecer juicios nobles en torno a su validez y honestidad epistémica, pero no es sino hasta llegar a los aportes de Michael Foucault (1926 – 1984), que adquiere una real y definitiva aplicación práctica para la comprensión de los más intrincados asuntos que conciernen a la práctica médica y su vinculación con el poder, en el control de la salud, la vida y la muerte en el contexto de la sociedad moderna, y de cuyo concepto, Esposito, citado por López (ibid.) señala:

En aquel momento, el pensador inscribía la biopolítica en el marco de la sociedad capitalista para la cual “…lo que importa, ante todo, [es] lo biológico, lo somático, lo corporal.” Ya entonces advertía el rol estratégico de la medicina y analizaba en términos de bio-historia la incidencia de su intervención sobre la especie humana. A su entender, “…la historia de la especie humana no permanece indiferente a la medicalización.”

En este sentido, Foucault (2013), afirma que “la Biopolítica tiene que ver con la población, y la población como problema político, como problema a la vez científico y político, como problema biológico y como problema de poder”, por lo tanto, la Biopolítica emerge como la instancia necesaria que busca dar respuesta a la gestión  de los problemas de salud, vida y muerte desde el ámbito del gobierno, y más allá, sin mediar en consideraciones de otra naturaleza que no sea el más puro ejercicio del poder en atención a los intereses y necesidades de la clase dominante, el biopoder, (Foucault, 2008)y cuya mayor o menor incidencia en sus decisiones, actúan en un plano distinto y encuentra desde la Bioética, su más clara contradicción, en atención a los principios y valores que esta defiende y que sustentan su campo de intervención.

Desde la Bioética, si bien su evolución en el contexto histórico es mucho más dilatada, Escobar (2010) nos remite directamente al oncólogo estadunidense Van Rensselaer Potter (1911 – 2001), a quien se le reconoce haber elaborado el neologismo bioético y haber propuesto las bases para esta nueva disciplina a la que llamó "la ciencia de la supervivencia". Potter postula que la existencia del ser humano no está garantizada, más bien está amenazada por las alteraciones del equilibrio de los ecosistemas y por los avances de la tecnología. Una pandemia con las características de la actual responde perfectamente a esta afirmación.

Establecidas estas precisiones, entraremos en las consideraciones que desde ambas perspectivas se han podido esbozar en el contexto de un hecho concreto, la pandemia de Covid 19 en sus múltiples facetas, asumiendo que dicho fenómeno podría considerarse como la expresión más acabada de una crisis estructural en evolución, la cual esta nueva versión, comienza a incubarse a partir de la instauración de un modelo de relaciones a gran escala, de intercambio financiero, tecnológico y comercial global de alta movilidad local, nacional, trasnacional e intercontinental, con impacto en todos los órdenes de la vida, incluyendo el sociocultural y medioambiental, como nunca antes experimentado por la humanidad, involucrando en su desarrollo a las regiones más densamente pobladas con las más altamente tecnificadas del planeta.

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Publicado

2023-04-24

Número

Sección

Trabajos Inéditos u Originales.