SCRIPTA MUNDI ISNN: 2960-8031 Vol. 3 N°2(2024) Julio - Diciembre (77-97) SCRIPTA MUNDI ISNN: 2960-8031 Vol. 3 N°2(2024) Julio - Diciembre (77-97)

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Recibido: 2024-10-08 ­­| Aceptado: 2024-11-24­­| Publicado: 2024-12-29

DOI: https://doi.org/10.53591/scmu.v3i2.1871

Ensayo

La acción comunicativa y el periodismo en tiempos difíciles

Communicative action and journalism in difficult times

Willington Paredes Ramírez1

«El periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad». 

Gabriel García Márquez

Resumen

El presente ensayo tiene como objetivo determinar la acción comunicativa del periodismo ecuatoriano de investigación, enmarcado en una serie de acontecimientos socioculturales e ideológicos que realizan determinados y concretos actores sociales, los que gravitan e influyen directamente en diferentes sectores sociales. En el contexto histórico se identifican un conjunto de intereses económicos, sociales, políticos e ideológicos, individuales y colectivos, que influyen de manera directa e indirecta en la labor del periodista, comprometido con una acción comunicativa libre, analítica, critica y relativamente independiente, que busca, por todos los medios, ejercer su profesión sin estos obstáculos y bloqueos. Se presenta una breve sinopsis histórica de los más sonados casos de corrupción, que la acuciosidad del periodismo y la prensa de investigación, puso a la luz pública en el Ecuador entre 1960 y 2020. Entre las principales conclusiones se puede establecer que el periodismo de investigación, como acción comunicativa, que se hace real y efectiva tarea en el trabajo de los periodistas, no es otra cosa que una forma de acción. Un modo especializado, de mucha responsabilidad y compromiso cívico, ético, y también ideológico-político, de “audacia y atrevimiento” de quienes buscan la verdad para la sociedad. Por eso en la acción comunicativa del periodismo, especialmente cuando es crítico, analítico y objetivo, siempre tendrá riesgos.

Palabras clave: acción comunicativa, periodismo de investigación, corrupción, libertad de expresión, medios de comunicación

Abstract

The purpose of this essay is to determine the communicative action of Ecuadorian investigative journalism, framed in a series of sociocultural and ideological events carried out by certain and concrete social actors, which directly gravitate and influence different social sectors In the historical context, a set of economic, social, political and ideological interests, individual and collective, are identified, which directly and indirectly influence the work of the journalist, committed to a free, analytical, critical and relatively independent communicative action, who seeks, by all means, to exercise his profession without these obstacles and blockages. A brief historical synopsis is presented of the most notorious cases of corruption, which the diligence of journalism and the investigative press brought to light in Ecuador between 1960 and 2020. Among the main conclusions, it can be established that investigative journalism, as a communicative action, which becomes a real and effective task in the work of journalists, is nothing other than a form of action. A specialized method, with a lot of responsibility and civic, ethical, and also ideological-political commitment, of “audacity and daring” of those who seek the truth for society. That is why in the communicative action of journalism, especially when it is critical, analytical and objective, there will always be risks.

Keywords: communicative action, investigative journalism, corruption, freedom of expression, media.

Introducción

El periodismo, desde ayer hasta hoy, debemos comprenderlo, definirlo y asumirlo socialmente como una acción comunicativa de una comunidad determinada. Implica aspectos socioculturales e ideológicos que realizan determinados y concretos actores sociales, y en los que gravitan e influyen directamente diferentes sectores sociales. Estos siempre expresarán intereses convergentes, pero también opuestos y hasta contradictorios. Además, no siempre esta realidad es transparente y visible, especialmente cuando hay interés en ocultar intenciones y objetivos. Esto sucede porque en toda acción comunicativa, social e individual de periódicos, revistas y periodistas, lo que inmediatamente se percibe es lo siguiente:  

  1. Una realidad, como totalidad compleja de aspectos socioeconómicos, políticos, ideológicos, culturales, etc. en la cual siempre se dan todas y cada una de las acciones comunicativas (a esto se llama contexto histórico-social). 
  1. El periodista, como actor social y agente de comunicación, que asume como profesión la acción comunicativa de manera individual. Pero en ella siempre gravitan e influyen costumbres, tradiciones e intereses ideológicos y culturales. 
  1. El hecho concreto que el periodista reseña, cuenta y relata en su crónica, artículo, informe, etc. que lo dirige a la sociedad. Es decir, el periodista es un actor y representante de la sociedad. Por ello tiene un encargo que ella le otorga: develar las realidades visibles y las que determinados intereses ocultan.  

Estos son tres elementos visibles, relacionados y articulados en una síntesis compleja. Sin embargo, en el contexto histórico siempre hay un conjunto de intereses económicos, sociales, políticos e ideológicos, individuales y colectivos, que influyen de manera directa e indirecta en ese contexto. Su influencia se da, básicamente, en el tipo de percepción-representación que esos intereses quieren que el periodista tenga y asuma sobre el hecho que él relata. 

Otro aspecto que está oculto y hasta invisible, incluso en la sombra, son las influencias ideológicas y culturales. Pero también influyen mucho las influencias teóricas e ideológicas de la escuela o facultad de periodismo en la que se han formado determinados actores de la acción comunicativa. Por eso el padre del periodismo crítico moderno, Kapuscinski (1994), dice que ningún relato es neutro.  

Recordar este presupuesto del máximo exponente del periodismo es importante para el ejercicio correcto y adecuado de la profesión periodística. También influyen los intereses socioeconómicos y políticos que gravitan sobre él, el diario, la revista, el medio de comunicación y el tipo de acción periodística que tiene como postulado esa institución. 

Otros autores señalan también que es importante no olvidar que influyen los intereses de la empresa periodística. Es decir, los intereses concretos y determinados de los propietarios de los medios de comunicación. Lo dicen porque sostienen que quienes son dueños de los medios de comunicación inciden, de manera indirecta, en la acción comunicativa del profesional del periodismo. 

Por eso el filósofo y sociólogo alemán Jürgen Habermas en su investigación sobre la “Teoría de la acción comunicativa”, refiere que siempre en la acción comunicativa, de manera individual o colectiva, hay concretos y determinados contextos que el comunicador no puede eludir. Para ello requiere un “grado de racionalidad comunicativa amplia” (Habermas, 1992). Esto significa que, en distintos tiempos y circunstancias, siempre inciden en esta actividad cuanto en la profesión. Claro que esto se da desde distintas perspectivas. Pues, generalmente, hay una parte para favorecerlo e impulsarlo, para desarrollarlo y proyectarlo. Otra, para obstruirlo, bloquearlo, reprimirlo y perseguirlo.  

Esto no es nuevo ni actual, en distintos tiempos y circunstancias, se ha dado a lo largo del desarrollo humano y social. La historia mundial de los países da cuenta de estos múltiples aspectos que en la acción comunicativa confluyen e influyen. En la historia del periodismo se registran hechos, procesos y eventos en los cuales se expresa esto, en las diferentes crónicas y relatos del periodismo.   

Además, es necesario señalar que esto se expresa de manera más directa cuando las circunstancias socioeconómicas, culturales y especialmente ideológicas-políticas hacen difícil que la acción comunicativa pueda ser libre, voluntaria, analítica-crítica, y relativamente independiente. En ese momento es cuando esos intereses, factores y sectores crean diferentes tipos de dificultades-obstáculos-bloqueos para el ejercicio profesional del periodismo. Esto sucede cuando la libertad de prensa, de pensamiento y de comunicación se hace oscura, opaca y difícil (especialmente en regímenes autoritarios, dictaduras, etc.) 

Sin embargo, el periodista que está comprometido con una acción comunicativa libre, analítica, critica y relativamente independiente busca, por todos los medios, ejercer su profesión sin estos obstáculos y bloqueos. Esto pertenece al ámbito de los periodistas que asumen la tarea de descubrir, develar y rebelar todo el conjunto de hechos y procesos que están detrás de cualquier evento que, desde el periodismo se busca y pretende comunicarlos con libertad y autonomía.   

En esa historia social del periodismo y de la acción comunicativa, en diferentes tiempos, circunstancias, países y sociedades, no son pocos los periódicos y periodistas que, en diferentes momentos de la historia social, han sido perseguidos reprimidos, apresados y asesinados. Estos hechos y procesos generalmente no aparecen en las historias del periodismo.  

Se conoce generalmente que siempre el periodismo será una acción comunicativa de develamiento y revelación de la verdad sobre diversos hechos, fenómenos y procesos. Pero también, en las circunstancias reseñadas antes, especialmente en regímenes despóticos, autoritarios y dictatoriales, los periodistas corren riesgos (Sosa, 2022). Sin embargo, ellos lo asumen sabiendo que su compromiso es con la verdad, profesión y la necesidad de reseñar objetivamente un hecho, evento y proceso que la sociedad debe conocer. 

Por eso en la acción comunicativa del periodismo, especialmente cuando es crítico, analítico y objetivo, siempre tendrá riesgos. Especialmente para quienes la asumen como una actividad social y como un compromiso profesional, de libertad y de búsqueda de independencia comunicativa (FOPEA, 2022). Aunque no siempre los periodistas puedan llegar a ver la culminación de su trabajo de investigación. Especialmente, cuando sufren persecuciones, prisión y hasta muerte. 

Esto ya lo conoce la humanidad, pues lo registra la historia social de los diferentes pueblos del mundo. Por eso, el más profundo pensador del periodismo ha expresado que hay que distinguir un compromiso social y personal que va más allá de una experiencia existencial y de un proceso psicosocial para los autores y actores que asumen esa profesión. 

El prestigioso periodista polaco, Ryszard Kapuscinski (1932-2007), manifiesta que, el periodismo responsable es una demanda social. Cambia con los contextos, pero nunca deja de ser eso. Por eso afirma que siempre es intencional. Esto hace que el profesional deba asumirlo con mucha responsabilidad hacia la sociedad, pues en esa actividad está en juego la libertad de todos. Espera el mensaje de ellos y que el profesional cumpla con el encargo que le hace. Pues la acción comunicativa del periodista siempre se concreta y cristaliza en una crónica, reseña, noticia y relato, etc. Por eso el autor mencionado señala que:   

“El verdadero periodismo es intencional… Se fija un objetivo e intenta provocar algún tipo de cambio. El deber de un periodista es informar, informar de manera que ayude a la humanidad y no fomentando el odio o la arrogancia. La noticia debe servir para aumentar el conocimiento del otro, el respeto del otro” (Servicio de la República de Polonia, 2024).

Además, es preciso establecer, de una vez por todas, que los tiempos sociales y los diversos contextos históricos siempre son de paz, tranquilidad laboral, estabilidad sociopolítica, plena libertad y goce del bienestar. Hay momentos difíciles, poco difíciles, en los que la incertidumbre y las dificultades se presentan para los periodistas en tiempos de crisis, donde suele haber bloqueos, obstrucciones, persecuciones y peligros.  

Para nadie es desconocido cómo y cuánto fueron perseguidos y asesinados periodistas que en el ejercicio de su profesión descubrieron y denunciaron el ascenso del nazifacismo alemán en ese país y en Europa. También se sabe cuántos periodistas fueron desaparecidos por rendirle culto y tributo a la verdad. Esto sucedió ayer, y hoy se da en los gobiernos y regímenes represivos, dictatoriales y corruptos (Sosa, 2022).

Por ejemplo, fueron perseguidos, apresados y exterminados los periodistas que denunciaron los crímenes horrendos y los crematorios que crearon los fascistas alemanes. Esa acción comunicativa de libertad y pleno compromiso profesional llevó a que muchos de ellos pagaran su honestidad y profesionalismo con prisión, desaparición y muerte..

La historia social del periodismo, como acción comunicativa de la sociedad, señala que miles de periodistas, cuando hay dificultades políticas en la sociedad (dictaduras, regímenes autoritarios, guerras, etc.), son reprimidos. Según Reporteros Sin Fronteras (RSF), 569 profesionales de la comunicación estuvieron prisioneros, 61 periodistas fueron asesinados en el mundo, 22 fueron de Latinoamérica durante el año 2022, incitando a los periodistas a autocensurarse, donde el crimen organizado y la corrupción encabezan la lista de temas por los que los periodistas se juegan la vida (RSF, 2023). De este accionar hay suficientes pruebas, evidencias, crónicas e informes. Sin embargo, siempre deben de estar dispuestos a pagar “el precio” a esos riesgos por conseguir las verdades que se pretenden ocultar.   

Esto no se refiere exclusivamente a los periodistas, intelectuales y otros que escribieron y denunciaron esos oprobiosos crímenes que realizó el nazifacismo alemán. Recuérdese, que esas muertes, no todos eran judíos sino periodistas comprometidos con la verdad y con la necesidad histórica de hacer y presentar una crónica objetiva de los hechos que vivió Europa occidental entre 1939-1945.   

En Ecuador, está suficientemente señalado y conocido el rol que tuvieron que jugar a lo largo de la historia social los periódicos, revistas y periodistas. También el precio que tuvo que pagar por su valentía y tributo a la libertad, el fundador del periodismo ecuatoriano Eugenio de Santa Cruz Espejo. Este por su ejercicio crítico y comunicador de la verdad, cuando realizó esto en el periódico el Nuevo Luciano (1779), fue reprimido, perseguido y apresado. Las autoridades coloniales lo hicieron porque él se atrevió a denunciar los hechos y efectos del dominio colonial español.  

Esto significa que la historia inicial del periodismo ecuatoriano, desde su primera página está marcada por ese ejemplo de Espejo; y sobre el cuánto y cómo debe de comprometerse el periodista con la verdad. Por eso con razón en la Historia de los Periódicos de Guayaquil (tres tomos), José Antonio Gómez Iturralde señala que esto se puede detectar en un recorrido que se pueda hacer de su convulsionada historia comunicacional. Él expresa que: 

“Recorrido alucinante a nuestra convulsionada nacionalidad, en el que nuestro periodista aparece construyendo con sus escritos el espejo de su propia alma; que en su intento de perpetuarse lo vemos discutir, argumentar, queriendo demostrar lo que nuevamente, hasta el infinito, será sometido a discusión, argumentación e interminable demostración. Poco a poco su imaginación rebasa los límites del pequeño territorio; la información, y las ideas extranjeras empiezan a acceder al país despertando su curiosidad por saber más de él mismo, de los suyos y del mundo externo que lo rodea. Emerge de estas su progreso intelectual, se ensancha su criterio y cobra mayor brío su expresión. Finalmente, paso a paso cede la violencia, la personalización en la lucha por las ideas, y vemos a la comunicación periódica abrir las compuertas de las criticas reciprocas que permitieron construir el camino civilizado para el desarrollo de la actividad” (Gómez Iturralde, 2006, pág. 13) 

En la vida colonial y republicana del Ecuador hay centenares de evidencias, ejemplos e historia de periodistas y de periódicos cuanto de diversos medios de comunicación que han sido perseguidos, apresados, clausurados y asesinados . Es el precio que tuvieron que pagar aquellos que se atrevieron hacer periodismo en tiempos difíciles. Esas publicaciones y los periodistas no tuvieron miedo al poder, al despotismo, la persecución y las amenazas de los dueños del poder.  

Esto que el autor señala y dice claramente que la historia comunicacional en el Ecuador, de ayer y de hoy; consta desde sus inicios al presente esa historia de contribución y sacrificio. Ahí están los nombres de los periódicos y periodistas con historias entretejidas por la defensa de las libertades públicas, las instituciones y la democracia. En ellas también está presente un homenaje del periodista hacia la vigencia de la libertad de prensa.  

Ejemplos de periódicos y periodismo comprometidos con la acción comunicativa para la sociedad en el periodo republicano son: El Eco, El Quiteño Libre, Semanario Eclesiástico, La Escoba, La Luz, La Civilización Católica, La Voz del Azuay, El Progreso, El Vigía, El Dardo, El Industrial, etc., El Telégrafo, El Grito del Pueblo, El Diario de Guayaquil, El Tiempo, El Comercio, El Estandarte, El Mercurio, El Perico (Punin & Calva, 2024) 

La acción comunicativa y el periodismo en los tiempos actuales  

Tras esta introducción, pasamos a hacer una breve reseña de la acción comunicativa, del periodismo y de los periodistas en la actualidad. De hecho, los procesos y la acción comunicativa de la sociedad y los individuos que ejercen el periodismo señalan que el rol de quienes asumen el oficio de comunicar e informar, es el de estar atentos a la dinámica de los tiempos.  

Deben hacerlo porque en cada momento y coyunturas históricas hay factores múltiples y diferentes, que también condicionan el accionar comunicativo. Esto supone que no hay una acción comunicativa única, sino que los tiempos históricos de la sociedad se reflejan en las páginas y crónicas del periodismo. Esto llevó al filósofo alemán Friedrich Hegel (1770-1831) a señalar que en todos los periódicos del mundo contienen y expresan la dinámica de la historia social de las diferentes comunidades en los que ellos se editan, circulan y leen.  

Este es un aspecto de la acción comunicativa como expresión de la dinámica del tiempo que mide la temperatura (alta, baja o media) de los distintos momentos históricos que atraviesan sociedades, pueblos, sectores, cuanto los profesionales del periodismo. Cada uno de ellos en cada periodo y momento histórico han sabido reconocer cuales son los tiempos de calma y cuáles son los tiempos difíciles que determinan “mayor cuidado personal” en el ejercicio de la profesión.  

Hay hechos y procesos normales, donde la dinámica social genera tranquilidad. Pero también no pueden descartarse que hay circunstancias y momentos históricos en los cuales la acción comunicativa se hace difícil por diferentes razones y circunstancias. 

Siempre en el campo de la acción comunicativa que se realizan y que buscan reflejar los eventos de la sociedad y del mundo, los periodistas y periódicos deben comprender esos tiempos y circunstancias cambiantes. Por eso los periodistas que se adhieren y asumen esa importante tarea, no deben olvidar los cambios y mutaciones históricas. Pero también estas mutaciones se dan en condiciones irregulares. Es decir, en tiempos y circunstancias “difíciles”.  

Sin duda alguna esos momentos y eventos difíciles, los cuales el periodismo y los periodistas atraviesan, se dan cuando al interior de las sociedades están presentes factores que bloquean y obstruyen la acción comunicativa profesional. Esto hace difícil y peligroso el despliegue de la acción comunicativa. No obstante, y pese a los riesgos, los periodistas los perciben y los asumen como una “tarea de riesgo”, tanto colectiva como individualmente.  

En esas circunstancias históricas y sociales, la atmósfera de la acción comunicativa se oscurece. La verdad la “vuelven opaca” porque determinados intereses gravitan sobre el ejercicio periodístico y la acción comunicativa profesional. Cuando se dan esos momentos los diarios atraviesan: amenazas, persecuciones, clausuras y hasta quema de las diferentes ediciones. De igual manera la sufren los periodistas.    

Esto señala y marca un punto de inflexión en el que el ejercicio de la acción comunicativa del periodismo vive y atraviesa circunstancias adversas, peligrosas y de gran riesgo para la vida de los periodistas. Pese a aquello, los profesionales de la acción comunicativa no se paralizan, sino que llevan adelante su tarea. Eso dice de la calidad del compromiso comunicacional del profesional del periodismo.   

La historia de la comunicación mundial da cuenta de diversos hechos y procesos de estas variadas situaciones que enfrentan la acción comunicativa y los periodistas. Sin duda alguna, esto es un desafío para el periodista. Pues sabe que en el ejercicio de su acción comunicativa los profesionales están frente a mayores riesgos y peligros. Esto tiene que percibir el periodista para que tome medidas de protección y autoprotección. Especialmente para detectar cuando “los intereses ocultos” de diferentes actores sociales ejercen su poder y presión social. Muchos ejemplos hay de los periodistas que prefirieron buscar la verdad y comunicarla pese a los riesgos.      

Esto se da en cualquier sociedad. Se produce cuando por la vía del periodismo especialmente del segmento más importante de ella, el periodismo de investigación encuentra los mayores obstáculos, bloqueos, peligros y riesgos. Esto sin duda alguna se da cuando el Estado y diferentes gobiernos obstruyen la labor de la acción comunicativa del periodismo y quienes ejercen este oficio.  

Por eso estimamos necesario que nos introduzcamos en la necesidad de conocer qué es, qué comprende, cuándo se da, qué busca, qué abarca y cuánto el periodismo de investigación requiere de la verdadera profesionalización y compromiso de quienes tienen el valor de asumir, con libertad y autonomía, la necesidad de la acción comunicativa en la pluralidad del mundo social.  

A continuación, se reproducen una serie de perspectivas de las diversas formas de su abordaje, importancia y necesidad social que tiene este difícil oficio. Especialmente en estos momentos de crisis de obstáculos y de bloqueos que tienen los intereses ocultos de diversos actores sociales. Pues la presión a la que están sometidos los periodistas y los medios de comunicación lleva a que los interesados en ocultar hechos y procesos busquen bloquear la acción comunicativa libre y critica. 

En las siguientes citas están justamente estos aspectos que necesitan ser comprendidos, valorados y asumidos para desbloquear la idea de quienes piensan que el periodismo de investigación es un periodismo común. Particularmente quien ha elaborado este documento tentativo piensa que no es así. La cita que a continuación se reproduce va a permitir comprender de mejor manera ese momento del profesional de la acción comunicativa periodística:   

El periodismo de investigación es el que analiza en profundidad un tema en particular con el fin de poner en evidencia hechos de corrupción, analizar políticas gubernamentales y corporativas o llamar la atención sobre tendencias sociales, económicas, políticas o culturales. Un periodista de investigación puede dedicar meses o años a un solo tema. A diferencia del rutinario, en el que los periodistas reportan material provisto por el gobierno o una ONG, el periodismo de investigación toma la iniciativa para exponer asuntos públicos que de otro modo permanecerían ocultos en forma deliberada o accidental.   

El periodismo de investigación no es instantáneo. Sigue etapas de planificación, investigación y responde a estándares reconocidos de precisión y documentación. La base de una investigación periodística es el trabajo proactivo del reportero y, cuando se puede, de su equipo. Apenas se tiene una pista de que un tema merece ser investigado, los periodistas desarrollan sus hipótesis, planifican la investigación adicional, deciden sobre los aspectos relevantes y comienzan a investigarlos. Necesitan compilar evidencias, observando y analizando los hechos más allá de una simple verificación de la información recibida. El reportaje final debe relevar información nueva o conectar información previamente disponible de una manera novedosa que revele su importancia (Nazakat, 2018, pág. 5).

Esto significa que el periodismo de investigación se presenta, asume y realiza en un momento determinado y concreto del oficio profesional del periodista. Éste tiene que comenzar por reconocer que esta “especialización” tiene que asumirla sin miedo, temor y pavor. Pues su objetivo es proporcionar a la sociedad aquello que Kapuscinski dice: “El verdadero periodismo es intencional… Se fija un objetivo e intenta provocar algún tipo de cambio”. 

Debe quedar claro y de una vez por todas: el verdadero horizonte del periodismo de investigación se da cuando el profesional está ante momentos y condiciones que hacen difícil y hasta peligroso el ejercicio del periodismo, como acción comunicativa, individual, intersubjetiva y social. Esto acontece particularmente cuando esos factores diversos conspiran contra el libre ejercicio de la actividad periodística, por las condiciones y factores señalados anteriormente. Muchos dicen que esos son los “tiempos históricos en los cuales se pone a punto y prueba” el compromiso, la responsabilidad y el valor de quienes, como hombres y mujeres, ejercen esa actividad y oficio.  

En efecto, es precisamente en la adversidad, en esos momentos “difíciles”, duros y peligrosos, cuando se pone a prueba, no solo el valor del periodismo sino también el de los hombres y mujeres que, asumiendo los peligros no desertan de su oficio y su actividad de periodistas. Por eso también se ha dicho que es en esos tiempos difíciles cuando el periodismo de investigación debe emplearse a fondo, trabajando porque la verdad y la libertad de pensamiento y de escribir no sean bloqueadas, obstruidas ni silenciadas.   

Kapuscinski (el prestigioso periodista polaco), que ejerció el periodismo de investigación en sociedades ubicadas en la cortina de hierro, establece diferentes parámetros que permiten considerar que los tiempos difíciles son momentos en los cuales el compromiso del periodista y la necesidad de defender la libertad de prensa, son asumidas como bandera de lucha por los periodistas.  

Por eso cuando el ejercicio de la acción comunicativa que realiza el periodista se transforma en “oficio peligroso”, este tiene dos caminos: seguir o retroceder en el develamiento de las reales casusas de un determinado evento. Por ejemplo, cuando se persigue la libertad de prensa y se reprime a los periodistas por su accionar profesional independiente.   

En los múltiples y diferentes estudios y ensayos que publicó Kapuscinski están ilustrados y descritos ese conjunto de “momentos difíciles” que debe enfrentar el periodista. Por eso es importante que la sociedad valore, dimensione y reconozca la importancia del periodismo al lograr la verdad.  

“Creo que, para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser un buen hombre, o una buena mujer: buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias. Y convertirse, inmediatamente, desde el primer momento, en parte de su destino. Es una cualidad que en psicologías se denomina «empatía». Mediante la empatía, se puede comprender el carácter del propio interlocutor y compartir de forma natural y sincera el destino y los problemas de los demás” (Kapuscinski, 2002, pág.38).

Cuando el polaco, orientador del periodismo moderno señala esto, no lo hace gratuitamente. Él sabe que la condición de “buen ser humano”, en el hombre y mujer periodista es una condición básica. En nuestro medio conocemos que también hay periodistas que son malas personas. A los que en el lenguaje popular se llama “plumas de alquiler”. Contra esto es que el pensador del periodismo llama la atención. 

Quienes escogen la profesión del periodismo, como una acción comunicativa individual y social, no deben perder de vista este señalamiento. Además, hay que recordar que el llamado de Kapuscinski a la empatía con la sociedad y sus intereses es lo fundamental. Pues como bien señala él: Los cínicos no sirven para este oficio.  

Es importante señalar que la prensa y los periodistas juegan un importante papel en la vigencia de la democracia, pero también, “requiere de un periodismo independiente y libre, que pueda desarrollar su tarea con seguridad, al mismo tiempo que se requiere de periodistas comprometidos con el rigor profesional y con apego a los principios éticos que rigen su accionar” (FOPEA, 2022, 12).

La acción comunicativa, el periodismo y los tiempos históricos  

En un corto recorrido que podemos hacer en referencia a los tiempos históricos de las sociedades planetarias, hay que considerar aspectos que inciden e influyen en el periodismo y acción comunicativa profesional del Ecuador. Esto significa que en el país también debemos saber detectar cuándo y cómo, los periodistas están frente a los diversos obstáculos para el ejercicio de la libertad de prensa.  

Especialmente el compromiso y la entrega de los periodistas por hacer conocer las verdades, los hechos y procesos que el poder y los gobiernos ocultan. En esto caben distinguir dos aspectos: la intuición del periodista y la comprensión clara de cuántos y cuáles son esos bloqueos y obstáculos que el poder pone al libre ejercicio de la actividad periodística.   

El mundo conoce que esos momentos “históricos difíciles y adversos” para el libre ejercicio del periodismo tienen que ver no solo con los tiempos difíciles sino sobre todo con gobiernos despóticos, autoritarios, dictatoriales. Ante ello se devela y revela abierta y ocultamente los riesgos del periodista y los peligros que debe enfrentar. Esto no lo debe atemorizar sino llamarlo “a tener cuidado”. Esto supone “saber vigilar a quienes lo vigilan”. 

En las dos guerras mundiales se conocen historias de periódicos y periodistas que se destacaron en su labor denunciando los horrores de esas guerras. También se registran los diferentes momentos que periódicos y revistas vivieron bajo los regímenes de “la cortina de hierro” (gobiernos autoritarios, despóticos de la Europa oriental, bajo la jefatura de la Unión Soviética). En esos tiempos, momentos y circunstancias esos regímenes y gobiernos se dieron a la tarea de clausurar periódicos, revistas, radios y canales de tv. Fueron momentos en los cuales esos gobiernos persiguieron, apresaron, reprimieron y hasta asesinaron diferentes periodistas.  

Por ejemplo, la Primera Guerra mundial (1914-1918), que dejó 10-20 millones de víctimas, así como 260.000 millones de dólares en pérdidas fue puesto a la luz pública por periodistas de investigación. También pasó lo mismo en la Segunda Guerra mundial (1939-1945) que dejó 60-80 millones de víctimas, y pérdidas por más de un billón de dólares.  

Incluso hay momentos en que diversos factores sociales, especialmente los gubernamentales, establecen políticas de persecución reales y efectivas. Como las que vivió el periodismo y los periodistas en los periodos de las dictaduras militares de América Latina (década del 70 y 80 del siglo pasado): Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil, etc.  

Sin embargo, y aunque la represión era brutal y la persecución sin límites; diferentes periodistas (hombres y mujeres), no callaron frente a los abusos del poder. No solo denunciaron crímenes atroces, sino que además publicaron extensas crónicas, ensayos y documentos sobre esas situaciones de represión que vivieron esas sociedades y gobiernos. 

Además, en esos momentos, múltiples revistas y diarios de América Latina fueron perseguidos. En la lista de desaparecidos en los gobiernos de Jorge Rafael Videla, Alfredo Stroessner, Augusto Pinochet murieron muchos periodistas. Un ejemplo de cuánto sufrieron los periodistas en persecuciones está en lo que vivieron y sufrieron los comunicadores sociales de la revista uruguaya “En Marcha”. 

Este importante medio de comunicación, develó muchas de las situaciones del gobierno dictatorial que afectó a la sociedad uruguaya. Por eso adquirió un gran prestigio en América Latina y en el mundo. Su staff de periodistas y comunicadores sociales contó con escritores de la talla y valía de Mario Benedetti y otros importantes intelectuales. Fue impedida de circular y sus redactores tuvieron que exiliarse.  

 Hechos de corrupción que el periodismo de investigación puso a la luz pública en Ecuador 

En el Ecuador los hechos, procesos y momentos de persecución contra el periodismo de investigación y la prensa crítica son numerosos. Hay una larga historia que relata esos eventos. Se dieron, en diversos tiempos y circunstancias históricas (Reyes, 1957). Especialmente cuando diarios, revistas y periodistas, que investigaron, pusieron a la luz pública hechos de corrupción. 

Muchos de estos eventos, negados por la trama de obstrucción, llevaron a la investigación de mucha responsabilidad y constante persecución de la verdad que ocultaban intereses. Fue ese el instante cuando los periodistas y periódicos enfrentaron mayores riesgos. Dieron lugar a “tiempos de persecución y mayores bloqueos” (Kuhn & Paula, 2024).

Es decir, hay una íntima y estrecha relación y vínculo entre la publicación de hechos y procesos de corrupción y las decisiones políticas y policiales de los diferentes gobiernos hacia la prensa y periodistas. En el país en los últimos 70 años (1950-2024) múltiples denuncias de corrupción fueron publicados. Comenzaron en las dictaduras militares de 1963-65 y 1972-78. Sin embargo, no se detuvieron ahí. Continuaron en los periodos posteriores.  

En el periodo democrático de Velasco Ibarra y posteriores gobiernos también se dieron momentos de persecución, represión y apresamiento contra periodistas. El país recuerda lo que el régimen velasquista, realizó contra los periodistas Alejandro Carrión (Juan sin Cielo), Alfredo Vera Arrata, etc.; cuando en la revista “Mañana”, reseñaron el caso del “negociado de la Chatarra”. Por esto, su director, el periodista lojano fue golpeado brutalmente por fuerzas de seguridad pública.  

En este periodo, especialmente cuando aún no concluía la dictadura militar (1972-1979), se dio un caso que no era propiamente de corrupción, sino de represión y asesinato. Sucedió en 1976 cuando ejercía el ministerio de gobierno el general Bolívar Jarrín Cahueñas. Éste ordenó que fuerzas de seguridad golpearan al opositor y dirigente político del Frente Radical Alfarista el economista Abdón Calderón Muñoz.  

Aunque los hechos probaron que desde principio a fin la orden del ministro militar fue: “callar a ese opositor” del gobierno militar. Pero, según declararon quienes ejecutaron esa brutal represión y asesinato confesaron que “se les escaparon los tiros”. Este hecho salió a la luz pública por la acción periodista, crítica y la labor de periodistas de investigación.   

Una breve sinopsis histórica de los más sonados casos de corrupción, que la acuciosidad del periodismo y la prensa de investigación, puso a la luz pública en el Ecuador puede resumirse en lo siguiente. Lo abreviamos desde el retorno a la democracia hasta el periodo de Correa, y son los siguientes:  

  1. La sucretización de la deuda privada, en el gobierno del presidente Oswaldo Hurtado Larrea que fue denunciado como un hecho que favoreció el círculo allegado al gobierno.   
  1. En el periodo de León Febres Cordero se dieron los siguientes: El caso Ecuahospital, el negociado de los carros de basura, el tráfico de influencias en los negociados petroleros y camaroneros, la construcción de la vía Perimetral y el más sonado caso Focker. También tuvo resonancia el llamado “caso de los hermanos Restrepo”, que desaparecieron habiendo sido apresados por la policía.   
  1. En el gobierno de Rodrigo Borja Cevallos se hicieron conocer públicamente los siguientes casos de corrupción: las llamadas plancha de acero, así como el financiamiento del trasvase del río Daule a la Península. 
  1. En el periodo de Sixto Durán Ballén se dieron casos de corrupción que la sociedad ecuatoriana conoció porque periódicos, revistas y periodistas de investigación lo pusieron a la luz pública. Fueron los denominados Flores y miel, en el que estaba involucrada la nieta del Primer Mandatario. También fue el tiempo en el que se dio el bochornoso caso de “utilización de fondos reservados del estado ecuatoriano”, en el que estuvo implicado y fue el protagonista, el vicepresidente Alberto Dahik Garzozi, quien por esta razón fugó del país.  
  1. En el periodo de Bucaram se investigaron y publicaron los siguientes casos de corrupción: el millón de dólares que obtuvo “Jacobito” para lucrar en las aduanas y los juicios por gastos reservados, y el escándalo de la “mochila escolar”, que tuvieron sobreprecios.  
  1. En el periodo transitorio de Fabián Alarcón la prensa y periodismo sacó a la luz pública los casos de corrupción de la constructora Andrade-Gutiérrez, el caso Verduga, la importación fraudulenta de ropa usada, la forma dolosa del manejo de los gastos reservados, las coimas en una de las garitas de la Comisión de Tránsito y los sobreprecios en la construcción de carreteras. 
  1. En el periodo presidencial de Jamil Mahuad, la prensa y el periodismo, por investigación y decisión honesta de la verdad salieron a la luz pública los sobreprecios de los reaseguros en las Fuerzas Armadas, el asunto de drogas en el que tuvieron que ver la Policía Nacional, el caso llamado Hong, la red Emmanuel y la dolarización que fue decidida poniendo el precio del dólar a un precio que no era el real. 
  1. En el periodo de Gustavo Noboa, quien le tocó asumir la presidencia, se dieron los siguientes casos: el manejo doloso de las partidas presupuestarias. También estuvo salpicada por denuncias de corrupción en la contratación de un seguro para aviones de las Fuerzas Armadas con un sobreprecio que superaba los 4 millones de dólares. 
  1. El periodo presidencial del general Lucio Gutiérrez tampoco estuvo libre de actos de corrupción. Lo que más denunció la prensa y los periodistas de investigación fueron los numerosos casos de nepotismo en la administración pública, los actos de corrupción en las aduanas cuanto en la adquisición de insumos para atender a los damnificados por la erupción del volcán Tungurahua. 
  1. Caso especial se dio en el periodo presidencial del economista Rafael Correa. Lo hace particular porque gobernó una década y desde que comenzó su administración no estuvo libre de hechos de corrupción entre los que se pueden destacar:

El escándalo internacional Odebrecht, Ecuador fue uno de los doce países de Latinoamérica donde Odebrecht reconoció haber cometido actos de corrupción para ganar grandes contratos en obras públicas. El ‘Caso Sobornos’ (arroz verde), salió a la luz en abril de 2019 después de que el portal digital Mil Hojas publicara una investigación llamada Receta de arroz verde 502, la publicación decía que varios ex funcionarios del gobierno de Correa estaban involucrados en negociar, gestionar y recaudar dinero de “aportes voluntarios” al movimiento Alianza País.

El caso Gran Hermano. Los periodistas Juan Carlos Calderón y Christian Zurita publicaron en 2011 el libro “El Gran Hermano” donde denunciaban los contratos a favor de Fabricio Correa con el Estado. Por este texto, Rafael Correa presentó una demanda civil en contra de los comunicadores por “daño moral”. 

Ley de comunicación mordaza, Correa firmó la Ley Orgánica de Comunicación, que le concede al gobierno amplias potestades para limitar la libre expresión, la cual exige que la información difundida por los medios sea “verificada” y “precisa”. La ley prohíbe, además, el “linchamiento mediático”. El órgano encargado de aplicar la ley fue la SUPERCOM. 

Lo singular de este conjunto de hechos de corrupción de coimas y sobreprecios en la década que gobernó el presidente Correa es que luego, con las investigaciones y hechos que puso la prensa y los periodistas dedicados a sacar a la luz pública estos eventos aún se ventilan muchos de ellos en tribunales nacionales e internacionales.

Es necesario recordar que fueron periodistas de investigación, periódicos y revistas críticas los que comenzaron a denunciar esos diversos sobornos, los montos, los nombres y muchos otros “personajes” que ocupaban altos cargos en el gobierno de Correa. Por denunciar eso, algunos periodistas fueron perseguidos y enjuiciados. El país y la ciudadanía ecuatoriana sabrán reconocer el importante rol que jugó el periodismo de investigación. 

En el Ecuador durante los últimos años también se evidencian vínculos del crimen organizado con los diferentes niveles de gobierno central y municipal, lo que supone nuevos riesgos a los que se enfrentan los profesionales de la comunicación (Garcés & Andino, 2020).  De acuerdo con FOPEA (2022, pág. 6) “El crecimiento de la narcocriminalidad necesita una potente definición política para frenarlo”, el Estado debe asumir su rol y garantizar la seguridad y la paz de todos los ecuatorianos.

Conclusiones

El periodismo de investigación siempre ha estado presente en las diferentes sociedades y en el país también. En la política, sus actores y escenarios diversos, aparece como actividad especializada de diarios, revistas y de profesionales del periodismo, en el siglo XX. Ahí están sus mayores logros y efectos. Especialmente en las últimas tres décadas.    

El antecedente directo en la historia del periodismo ecuatoriano y en el campo político se da en varios hechos políticos de los primeros años de la república (siglo XIX) como Juan José Flores, García Moreno, la venta de la bandera, etc. En ese momento fueron los políticos los que realizaron esas investigaciones y denuncias. Ellos acudieron a la prensa y otros medios para hacerlos conocer al país.     

El periodismo de investigación, como acción comunicativa, que se hace real y efectiva tarea en el trabajo de los periodistas, no es otra cosa que una forma de acción. Un modo especializado, de mucha responsabilidad y compromiso cívico, ético, y también ideológico-político, de “audacia y atrevimiento” de quienes buscan la verdad para la sociedad.   

El periodismo de investigación es una actividad y una forma específica de realización del periodismo profesional. Nace, crece, desarrolla y se expande al calor de las cambiantes condiciones sociales adversas: económicas, sociales, políticas, culturales, étnicas. En este sentido nunca es la misma, varía de contexto a contexto histórico. Sin embargo, siempre se sustenta y se proyecta como una demanda social.  

Como actividad y forma específica de especialización de la profesión del periodista siempre demanda instrumentos cognoscitivos que cambian en función de las circunstancias. Hoy requieren gran conocimiento de técnicas informáticas, computacionales, etc. Los instrumentos que debe poseer el periodista siempre varían de área específica que se quiere investigar: áreas culturales, área política, área jurídica, área institucional, área de las formaciones económicas, políticas, áreas étnicas, etc.      

Siempre en el periodismo de investigación los “factores de prueba” son fundamentales y decisivos. Puesto que el develamiento de la verdad no puede ni debe sustentarse en simples conjeturas. Debe tener documentos, informes y numerosas pruebas que hacen evidente la existencia de problemas de corrupción, narcotráfico, trata de personas, etc.   

Es cierto que, en el campo del periodismo, cuando se ejerce desde diferentes medios de comunicación, particularmente hoy implica factores de riesgo que antes no estaban presentes. Mucho más hoy, particularmente en el campo del periodismo de investigación de los hechos y procesos políticos.  

Las situaciones y el contexto han cambiado, transformando una profesión honesta y transparente en una actividad de “mucho cuidado y precaución”. Los ejemplos de enjuiciamientos, penalizaciones, judicializaciones, persecuciones y hasta “represión brutal” hacen más peligroso el ejercicio periodístico (Palacios,2008). Lo que hemos conocido de los periodistas ecuatorianos es suficiente prueba y evidencia de lo que decimos.  

Sin embargo, que esto no sea razón ni motivo para que los jóvenes, que abrazan el periodismo como especialización, modo de vida, y sobre todo actividad profesional, los haga replegarse y no asumir la demanda social que el pueblo ecuatoriano les pide hoy.   

Que el sacrificio y el tributo que han tenido que pagar diferentes periodistas ecuatorianos con destierros, persecuciones, enjuiciamientos y hasta su asesinato no les haga perder la necesidad de preservar y mantener permanentemente sus valores morales íntimos. Solo esas fuerzas podrán sostener una profesión que sigue aportando mucho a la historia social del país, la democracia y la libertad.     

Referencias

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Garcés, F., & Andino Veloz, B. (2020). Periodismo ecuatoriano en la sociedad del riesgo. Reflexividad y experiencias en coberturas sobre crimen organizado en 2018 y 2019 . Revista Enfoques De La Comunicación, (3), 83–116. Recuperado a partir de https://revista.consejodecomunicacion.gob.ec/index.php/rec/article/view/45

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  1. 1Investigador Independiente, Historiador, Ex Jefe de Investigación ex asesor académico del Archivo Histórico del Guayas, Ecuador. Ex- Profesor de; Escuela Superior Politécnica del Litoral, Universidad Católica de Guayaquil, Universidad de Guayaquil. Columnista de Diario Expreso (wp_economia@hotmail.com )

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