Guayaquil: Dos oleajes

Autores/as

DOI:

https://doi.org/10.53591/rug.v55i1.1059

Resumen

Guayaquil es como un río. Se van los viejos oleajes. Vienen sus altas mareas. La correntada sube y baja. Se mantiene un inquietante fluir de idas y venidas... También las gentes vienen y se van. Las costumbres cambian de gestos. Y los gestos, de lenguaje. Los vecinos también se van... Sólo quedan las huellas de aquel pasado tan cerca y lejos a la vez, cual semillas del fu- turo regadas sobre el camino...Pero nos queda todavía en Guayaquil una generosa manera de ser. Esa franqueza olímpica, y ese dinamismo que contagia. Nos queda su ser extrovertido, parlanchín, euforico. Y sus ganas de gritar, de correr y de beber con enorme alegría contagiante. Y, como es un puerto abierto al corazón de la vida-, los pasillos de antaño navegan entre una cerveza y el astillero de sus gentes...

Referencias

Publicado

1984-03-30

Número

Sección

Artículos de Investigación

Cómo citar

Guayaquil: Dos oleajes. (1984). Revista Universidad De Guayaquil, 55(1), 132-137. https://doi.org/10.53591/rug.v55i1.1059