MANEJO DEL CANCER CERVICOUTERINO EN EL
HOSPITAL GINECO—OBSTETRICO ENRIQUE C.

SOTOMAYOR. I-I-1.980 a 30-IX-1.986.

Dra. Rosario Albuja Oquendo
Dra. Alicia Villavicencio Bucheli

INTRODUCCION
En el vasto campo de la patología tumoral, va cobrando

mayor interés y envergadura el estudio de las estapas subclíni-
cas de la enfermedad. Ello obedece a que esta patología co­
mienza siendo local para convertirse en una enfermedad genera­
lizada y mientras más precoz es su diagnóstico, mayores posibi­
lidades tenemos de curarlo o de aumentar la supervivencia de
las pacientes.

Debido a procedimientos quimioterápicos, actinoterápicos,
quirúrgicos, etc. que la ciencia ha puesto en nuestras manos y
que se espera contar en el futuro con técnicas más promisorias,
pese a ello, en todas partes del mundo, inclusive en países muy
desarrollados las mujeres siguen muriendo de cáncer, particular­
mente de mama y de cérvix. Se considera que por cada 1.000
mujeres hay una que padece de cáncer cervical en su etapa in-
traepitelial. Es precisamente en esta población supuesta sana y
no en el grupo de cancerosas avanzadas, donde hay que encon­
trar la solución al problema.

Se ha dicho que en materia de cáncer, el comienzo de la
sintomatología representa el comienzo de la incurabilidad y así
suele ocurrir porque el proceso neoplásico lamentablemente en
etapa inicial es asintomático. En todos los países del mundo,
en unos más, en otros menos, de acuerdo a su cultura y capaci­
dad económicas, se vienen implementando campañas de rastreo

Departamento de Patología, Hospital Enrique C. Sotomayoi'.

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masivo del cáncer particularmente de la neoplasia Cérvico-ute­
rina y de mama tratando de dar particular atención a las etapas
muy tempranas de la enfermedad que son las susceptibles de cu­
ración y tratamiento poco mutilantes.

Amplias estadísticas permiten afirmar de manera rotunda y
concluyente que el “cáncer es una dolencia curable, a condición
de que sea descubierta y tratada a tiempo; de ahí la importancia
que ha cobrado en todos los países del mundo. En lo que con­
cierne a la detección del cáncer cérvico-uterino, se está dando
particular atención a las neoplasias intraepiteliales cuyo máximo
exponente sería el Ca in situ llamado también grado 0 ”. “El
cuello uterino es uno de los órganos de más fácil accesibilidad
ha sido denominado el vivero de la investigación cancerológica”.

GENERALIDADES
En el origen del Ca de cuello uterino se consideran dos as­

pectos fundamentales en relación a la frecuencia de la enferme­
dad y la conducta sexual del hombre y la mujer para considerar­
lo como un tipo de enfermedad venérea y una correlación con la
clase socioeconómica cuya mortalidad aumenta cuando el varón
reside en clase social más baja.

EPIDEMIOLOGIA
En cuanto a estudios epidemiológicos se ha comprobado la

existencia de un agente viral transmisible y su capacidad demos­
trable de transformar células in vitro in vivo. Se ha encontrado
un componente del espermatozoide como carcinógeno o cocar-
cinógeno. Se ha admitido que el virus HPV es importante en
carcinogénesis genital y subtipos HPV 16 y 18 de alto riesgo y
PPV 6.10 y 11 de bajo riesgo.

En lo que respecta a los tumores malignos del cuello uteri­
no, apenas si cabe duda de que las profundas modificaciones
que experimenta el órgano a lo largo de la vida genital, predispo­
ne al desarrollo neoplásico entre los que se encuentran paridad,
iniciación precoz de las relaciones sexuales, circuncisión y es-
megma, raza, factores socioeconómicos, ambientales, étnicos.

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IMPORTANCIA DE LA INFECCION TRICOMONIASICA
Sobre los epitelios cervicales hay correlación positiva entre

displasias y carcinoma in situ. Se encontró mayor frecuencia
entre las lesiones displásicas y carcinomatosas incipientes en en­
fermas parasitadas con tricomonas.

ESTROGENOS Y CANCER
Se ha comprobado que no basta con efectuar tratamientos

con dosis largas de hormonas sino que es imprescindible la pre­
disposición genética y cuando falta ésta no se observa ninguna
influencia que favorezca la aparición de tumores.

CLINICA Y FRECUENCIA
En los caracteres clínicos, el Ca cervical es al principio “Si­

lencioso, no duele, no sangra, no adelgaza.”
La metrorragia es un síntoma tardío que se produce por le­

sión neoplásica de los pequeños vasos del corion y revela el prin­
cipio de la fase invasora. La leucorrea no se considera en abso­
luto como signo de Ca cervical, ni es precoz ni característica ni a
veces siquiera motivada por la lesión maligna.

Dolor causa el ocaso del proceso, por lo tanto su aparición,
no sirve más que para pronosticar la muerte. Síntomas precoces
o primeros síntomas reveladores muchas veces da una lesión ya
avanzada, por eso da reducidas perspectivas de curación.

“Esperar para establecer el diagnóstico a que el Ca se ma­
nifieste de una u otra forma, es índice de pobreza clínica y de
absoluto desconocimiento de las posibilidades terapéuticas.”

FRECUENCIA
De acuerdo a estadísticas varía entre 3,5 y 19,5 del total

de las neoplasias.

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EDAD MEDIA DE PRESENTACION
En la quinta década de la vida 47,8 y 52 años. El epite-

lioma in situ en grupos jóvenes entre 30 y 45 años. Edad me­
dia entre 37,7 y 43,5 años en caso de Ca in situ y entre 45,4
y 51,2 en Ca invasor.

TRATAMIENTO
La mujer joven que adolece de displacía debe ser vigilada

por colposcopía y citología y una vez establecido el diagnóstico
de neoplasia intraepitelial CINI - CINII puede ser sometida a
destrucción local de todo el epitelio por diversos sistema de
criocirugt'a, diatermia, electrocoagulación, destrucción por ra­
yos Láser y en algunos casos conización o Histerectomía sim­
ple cuando se trata de Ca in situ.

Cuando se trata de Ca invasor se la valora clínicamente de
acuerdo a la clasificación de la FIGO y cuando se trata de Ca
invasor circunscrito a cérvix se somete a Histerectomía radical
©n linfadenectomía bilateral.

En estadios más avanzados se remite a Solea para su tra­
tamiento.

El concepto de carcinoma microinvasor en la actualidad se
lo considera cuando hay invasión de estroma menor de 1 mm y
más y debe ser tratado por cirugía radical.

MATERIALES Y METODOS
El presente estudio se realizó en pacientes que acuden a

consulta externa y sala del Hospital Gineco - Obstétrico Enri­
que C. Sotomayor. Los datos estadísticos fueron tomados del
departamento de patología desde Enero lo . de 1980 hasta 30
de Septiembre de 1986; fueron pacientes a las que se les reali­
zaron exámenes de Papanicolau rutinario teniendo en orden
de frecuencia:

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1.- Pap. Gil: 47.428
2.- Pap. GI: 2.593
3.- Pap. GUI A: 189
4.- Pap. GUI B: 110
5.- Pap. GV: 110
6.- Pap. GIV: 54

Por cuanto debe determinarse con absoluta precisión si se
trata de neoplasias intraepiteliales o carcinomas invasores y pa­
ra ello se realizaron métodos como examen histológico, biopsia
selectiva o estudios de biopsia por conización. Se seleccionaron
para nuestro estudio los Pap. GUI, IV y V por considerarse que
son los que derivan más patología maligna, los mismos que se
relacionaron con biopsia, las que al final confirmaron en mu­
chos casos su primer diagnóstico o descartaron su malignidad re­
lativa. Pero es de anotar que en estos buscados, la mayor parte
solamente tenían Citología sin biopsia y otras solo biopsias sin
citología, ya sea porque uno de los exámenes fue definitivo para
el diagnóstico o porque abandonó la consulta o se derivó a otro
hospital.

La conización en la mayoría de los casos fueron realizados
para efectuar estudios en los casos neoplasia intraepitelial. Las
liopsias tomadas de la mayor parte de conizaciones para realizar
investigación, sirvieron de tratamiento en el CIN. En las pacien­
tes con carcinoma invasor se entra a valorar el cuadro clínico de
acuerdo a la clasificación de la FIGO y grados más avanzados son
remitidos al Hospital de Solea para su respectivo tratamiento.

RESULTADOS

Se realizaron estudios citológicos durante 6 años que arro­
jaron los siguientes datos:

117 correspondientes a Pap GUI A; 91a GUI b; 75 a Pap
GV; y 42 a GIV. De estos hallazgos tenemos que el GUIA,
afectó en primer lugar a mayor número de pacientes en

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1980, disminuyendo gradualmente hasta que en 1986 se
redujo a la mitad. El GUI B en 1980 comenzó con 4 pa­
cientes para ir aumentando y prácticamente en 1986 se
multiplicó la cifra a 18.
El G V ocupa el tercer lugar en la casuística con un total
de 75 pacientes comenzando en 1980 con 6 pacientes, au­
mentando en años intermedios y en 1986 volviendo a su
cifra inicial de 6 pacientes.
En último lugar tenemos Pap GIV, es el de más baja inci­
dencia con un total de 42 pacientes comenzando en 1980
con 8 casos y manteniendo su nivel a la larga de todos los
años con ligeras variaciones hasta 1986 con 6 pacientes.
En cuanto a las biopsias podemos decir en los resultados

obtenidos:
CIN I 17; CINII 17; prácticamente las mismas cifras se han
mantenido en los primeros años, con ligeras variaciones y
aumenta paulatinamente en los últimos tres años. En
cuanto a CIN III 77 y Ca G IB 176, lo que constituye un
dato negativo debido a que el Ca G IB ha triplicado los ni­
veles de malignidad, comparado con el CIN III que ha afec­
tado a menor número de pacientes.
En cuanto al tratamiento realizado tenemos: 48 conizacio­

nes, 31 Histerectomías simples y 56 Histerectomías radicales.Lo
cual se correlaciona comparativamente con los resultados obte­
nidos y tenemos que se realizaron mayor número de histerecto­
mías radicales que correspondieron a Ca G IB y 48 conizaciones
que están entre las pacientes que presentaron Pap G III en ma­
yor número y G IV y V en último lugar; 31 histerectomías sim­
ples correspondieron a su mayor número a CIN II y III.

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En cuanto a la edad promedio entre todas las pacientes te­
nemos que fluctúa alrededor de los 31 años, mujeres jóvenes,
que lamentablemente a esta edad ya están condenadas a morir
irremediablemente a largo o corto plazo, según con la premura
que se llegue a detectar el caso y se aplique el tratamiento opor­
tuno.

DISCUSIONES
En el Hospital Gineco — Obstétrico Enrique C. Sotomayor

se hace la detección oportuna del cáncer cervicouterino en for­
ma masiva mediante citología (Papanicolau). A partir de la cito­
logía grado III las pacientes son cuidadosamente valoradas me­
diante nuevas citologías, biopsia si es que hay lesión cervical vi­
sible o biopsia por conización ante la falta de lesión macroscópi­
ca. Por otra parte en las lesiones cervicales macroscópicas se
procede a la toma directa de biopsia por sacabocado.

En los casos de CIN I de efectúan varias tomas citológicas
y paralelamente a esto se hace tratamiento causal volviéndose a
valorar el resultado en nueva citología. Si las anormalidades ci­
tológicas persisten, la paciente es sometida a conización tanto
para estudio histológico y que sirve al mismo tiempo de trata­
miento en caso de confirmar la lesión que esté incluida entre
CINI - CIN II - CIN III. En el hospital no efectuamos destruc­
ción total del epitelio cervical para tratamiento de los casos de
CIN I o CIN II por cuanto no contamos con un cirujano que
tenga la suficiente experiencia en colposcopía que es lo manda-
torio para este tipo de tratamiento.

Cuando por estudio histológico mediante muestras toma­
das por conización se comprueban lesiones de CIN III denomi­
nadas también Carcinoma grado 0 o Carcinoma in Situ se proce­
de de la siguiente forma: Si la paciente es joven y manifiesta su
deseo de tener familia después de la conización se mantienen
controles de citología primero cada tres meses durante los dos

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primeros años del postoperatorio y luego cada seis meses. Si la
paciente es premenopaúsica o menopáusica o se ha completado
su número adecuado de hijos se procede a la Histerectomía sim­
ple abdominal. En cuanto a los cánceres invasores, en el Hospi­
tal se somete a Histerectomía radical con linfadenectomía bila­
teral que incluyen los ganglios para — aórtico y para - cava,
además de los ganglios pélvicos.

En carcinomas invasores de grado mayor al primero de la
clasificación clínica de la FIGO son remitidos a Solea para su
tratamiento.

De acuerdo a los parámetros de este hospital se considera
carcinoma microinvasor cuando la invasión al estroma es menor
a lmm. Cuando la invasión al estroma es de lm m y más, se
considera invasor.

A las pacientes sometidas a Histerectomía radical se les
efectúa talla vesical para proceder a un mejoramiento de las vías
urinarias.

El promedio de hospitalización de estas pacientes es de 15
días. Previa a la operación, son valoradas con pruebas sanguí­
neas, de orina, urograma excretorio, electrocardiograma y se tie­
nen listas por lo menos cuatro pintas de sangre con las corres­
pondientes pruebas de laboratorio para ser transfundidas a las
pacientes en caso necesario. Se cita a las pacientes para contro­
les periódicos.

Vale destacar que a partir de este año el hospital abre el la­
boratorio de Colposcopía, lo que nos permitirá contar con el
apoyo de este recurso técnico y en el futuro se tomarán decisio­
nes con menos conizaciones.

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TABLA I
CITOLOGIAS REALIZADAS EN EL HOSPITAL GI-

NECO - OBSTETRICO “ENRIQUE C. SOTOMAYOR”
DEPARTAMENTO DE PATOLOGIA I - I - 8 0 a 3 0 -IX -8 6 .

AÑOS PapI Pap II Pap IIIA Pap IIIB Pap IV Pap V Total
1980 142 6.590 66 15 18 17 6.848
1981 357 6.209 21 18 7 16 6.628
1982 497 8.137 17 18 6 12 8.687
1983 304 7.307 8 13 9 18 7.659
1984 348 6.699 38 18 8 21 7.124
1985 521 8.284 19 18 9 18 8.869
1986 424 4.402 20 10 7 8 4.871
Total 2.593 47.428 189 110 57 110 50.688.

TABLA II
CITOLOGIAS REALIZADAS EN GRUPO DE PACIEN­

TES SELECCIONADAS CON PAP G IH - IV -V . EN EL
DEPARTAMENTO DE PATOLOGIA DEL HOSPITAL GINE-
CO - OBSTETRICO “ ENRIQUE C. SOTOMAYOR” I - I - 8 0 a
30—IX—86.

AÑOS IIIA IIIB IV V
1980 32 4 8 6
1981 18 16 5 11
1982 12 14 6 8
1983 1 8 3 10
1984 20 18 7 18
1985 19 13 7 18
1986 15 18 6 6
Total 117 91 42 75

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TABLA III
BIOPSIAS REALIZADAS EN GRUPO DE PACIENTES

SELECCIONADAS CON CIN I-C IN I I - CIN III CA GIB EN
EL DEPARTAMENTO DE PATOLOGIA DEL HOSPITAL
GINECO - OBSTETRICO “ENRIQUE C. SOTOMAYOR”.
I—I—80 a 10 —IX - 8 6 .

AÑOS C IN I CIN II CIN III
CA

G IB
1980 2 2 6 33
1981
2 2 7 15
1982
0 1 8 23
1983
0 1 8 26
1984 3 3 22 25
1985 9 4 15 33
1986 1 4 2 21
Total 17 17 77 176

TABLA IV
TRATAMIENTO APLICADO A GRUPO DE PACIEN­

TES SELECCIONADAS RELACIONANDO CITOLOGIAS Y
BIOPSIAS REALIZADO EN EL HOSPITAL GINECO - OBS­
TETRICO “ ENRIQUE C. SOTOMAYOR”. I - I - 8 0 a-
30—IX—86.

AÑOS
CA IN SITU G IB EDAD

PROMEDIOCONIZA-
CION

HISTER.
SIMPLE

HISTER.
RADICAL

1980 3 6 12 33
1981 2 1 2 28
1982 2 4 10 35
1983 1 4 10 29
1984 13 6 7 29
1985 21 8 9 33
1986 6 2 6 32

l Total 48 31 56 31

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