TRAUMATISMOS DE
GENITALES

EXTERNOS EN EL
VARON:

REIMPLANTE DE PENE

-I 23 de ju n io de 1993 el caso
Lorena Bobbit conmocionó a la opinión pública
norteamericana y por qué no decir la mundial.
Esta joven ecuatoriana literalmente cercenó el
pene de su marido, aunque posteriormente fue
exitosamente reimplantado mediante la aplicación
de to d o s los a d e la n to s te c n o ló g ic o s de la
microcirugía actual.

El caso hizo repunte dentro de los
canales jurídicos y científicos, especialmente en
lo atinente al reimplante, ya que desde el año

Autor:
Dr. Ernesto Diaz Jalón

Telf: 291457

PROLOGO

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

1900 en la literatura médica inglesa, se registran, h a s ta la a c tu a l id a d , a l re d e d o r de 50 casos
operados de reimplante peneano, es decir, muypocos.

En diciembre de 1988, en el Hospital
G u a y a q u il "Dr. A bel G ilb e r t P o n tó n " , se
r e im p la n tó con éx ito un pene , cuyo
secc io n am ien to se debió a un acc iden te de
trabajo. La intervención quirúrgica fue realizada por los Drs. Ernesto Díaz Jurado y Ernesto
Díaz Jalón; cirugía que culminó con éxito, sin
la a p l ic a c ió n de té c n ic a s m ic ro q u irú rg ic a s
n e u ro v a sc u la re s de re im p lan te . H a s ta la
actualidad, los lincamientos que se aplican para
el re im p lan te no han v a n a d o , las té c n ic a s
m icroquirúrgicas han m ejorado, pero el éxito d e p e n d e b á s ic a m e n te del m an e jo de las
estructuras en cuestión, aplicando las normas b á s ic a s de co n se rv a c ió n aún cuando no se
posean los últimos adelantos científicos. En esto
hay un acuerdo común revisando la literatura mundial hasta el año 1995

RECUERDO ANATÓMICO
Origen embriológico
El pene tiene dos orígenes separados

para sus tres cuerpos eréctiles. Cuando ios dos
tubérculos genitales se reúnen en la línea media,
ion responsables de la formación de los dos
cuerpos cavernosos y de sus raíces, que están
fijadas a la pelv is ósea. El desarrollo del
extremo caudal del seno urogenital y los dos
pliegues uretrales son responsables del desarrollo

104 I

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

de la uretra bulbar y peneana, con el tejido
esponjoso circundante que se expande distalmente
para formar el glande del pene.

ANATOMIA M ACROSCÓPICA
El pene e s tá d iv id id o en tres

porciones. La raíz se ubica en el fondo del
saco perineal y le brinda fijación y estabilidad.
El cuerpo, que constituye la porción principal,
e s tá c o m p u es to por tre s te j id o s e ré c t i le s
esponjosos completamente revestidos de piel. El
g lan d e es la ex p a n s ió n d is ta l del cuerpo
espon joso ;, es cón ico y n o rm a lm e n te es tá revestido por la piel laxa del prepucio.

Los ,dos cuerpos cavernosos se ubican
dobre el dorso del pene y están rodeados por
una capa dob le de te jido conectivo fib roso d en so , d e n o m in a d a fa sc ia de B uck ( tú n ic a
albugínea). Estos cuerpos están separados de fo rm a in co m p le ta por una capa del m ism o
te j ido , el tab ique del pene, a través de la
p o rc ió n p r in c ip a l del cuerpo p e n e an o ; al aproximarse al periné, los cuerpos divergen entre
sí para formar las raíces. Cada raíz del cuerpo
cavernoso diverge de su compañera, sufre cierto
agrandamiento y se inserta en el arco pubiano
en to do el re c o r r id o h a c ia abajo h a s ta la
tu b e ro s id a d isq u iá t ic a , do n d e tien e un a
p ro longación de pun ta roma. Cada raíz se e n c u e n tra f i rm em en te a d h e rid a al ram o del
isquión y del pubis, y está rodeada por las
fibras de los m úsculos isquiocavernosos. El
cuerpo esponjoso del pene es una masa eréctil s im ila r a la del cuerpo cavernoso , pero de

R E V IS T A D E L A U N IV E R S ID A D D E G U A Y A (

construcción más fina, que rodea la uretra, tiene
una posic ión central y se ubica en la cara
ventral del pene. Su porción m ed ia es de
espesor uniforme y forma una parte del tallo
peneano. No obstante, su extremo posterior es
bulboso (el bulbo del pene); rodeado por el
músculo bulboesponjoso, se ubica en el fondo
del saco p e r in ea l su p erf ic ia l . El ex trem o
anterior del cuerpo esponjoso se halla expandido
y fo rm a el g land e del pene que se a justa
estrechamente al extremo redondeado romo del
cuerpo cavernoso; su form a term inal cónica, redondeada y e levada te rm ina el cuerpo del
pene. La uretra se abre por una hendidura vertical en el extremo del glande.

Las tres m asas a largadas de te jido eréctil que configuran el cuerpo del pene tienen
considerable capacidad de agrandamiento cuando se ingurgitan con sangre durante la erección.
Cuando está fláccido, el cuerpo del pene es
cilindrico; cuando está en erección, se aproxima
a la forma de un prisma triangular con ángulos
redondeados. Este tejido erectil es una red
similar a una esponja de espacios revestidos de
endotelio, rodeada por tejido muscular liso. El
revestimiento cutáneo del pene es notable por su
espesor, su color oscuro y su laxitud en la
conexión con la vaina de fascia del órgano.

La piel del pene está plegada sobre sí
misma para formar el prepucio, se superpone al
glande durante una distancia considerable. La
capa interna del prepucio confluye a lo largo de
la línea del cuello con la piel delgada que
cubre y se adhiere con firmeza al glande y
que tiene continuidad con la membrana mucosa

de la uretra en el meato externo. El prepucio
se halla separado del glande por un espacio
po ten c ia l o h e n d id u ra , el saco p repuc ia l .
Nuevamente, existe una fascia superficial, notable
por la falta de cualquier tejido adiposo que
consiste en tejido areolar de disposición laxa
hacia el interior del cual se extienden algunas
fibras del músculo dartos del escroto.

El pene está sostenido y suspendido
por dos ligamentos; ambos tienen continuidad en
la fa sc ia del pene y es tán c o m p u e s to s principalmente por fibras elásticas. El ligamento
fundiform e ■ tiene continuidad con el extrem o
inferior de la línea alba, luego se divide en láminas que rodean el cuerpo del pene y se
unen por debajo de él y se fusionan con los
tabiques del escroto. El ligamento suspensorio,
que se halla en la profundidad del ligamento
fundiforme, es triangular y está fijado por arriba
de la parte anterior de la sínfisis del pubis; por
debajo se mezcla con la fascia el pene a cada
lado del órgano.

IRRIGACIÓN
Irrigación arterial.- El pene es un

órgano muy vascularizado. La mayor parte de
su irrigación proviene de la arteria pudenda
interna, una rama de la arteria hipogástrica que
proporciona tres ramas principales: la arteria
profunda del pene, la arteria bulbar y la arteria
uretral. La arteria profunda del pene discurre a
través de todo el cuerpo cavernoso e ingresa en
la raíz hacia su .extremo proximal, en su cara
in fe ro m e d ia l . É s ta ir r ig a todo el cuerpo

cavernoso. La arteria uretral proporciona ramas
para el cuerpo esponjoso y la arteria bulbar
i r r ig a el bu lbo de la u re tra y el m úscu lo
bulboesponjoso. También existe la arteria dorsal
profunda del pene, que discurre por debajo del
Imamento pubiano transverso, para proseguir hacia
adelante hasta el dorso del pene entre las capas
del ligamento suspensorio; se ubica entre las dos
venas dorsales y los nervios dorsales del pene,
po r deba jo de la fa sc ia p en e an a de Buck.
Esta arteria continúa para irrigar el glande del pene.

Drenaje venoso.- El retorno venoso
tam bién tiene lugar a través de tres canales
principales: Las venas cavernosas y las venas
d o rsa le s p ro fu n d a y su p e rf ic ia l . La v ena
cavernosa es responsable del drenaje venoso del
cuerpo cavernoso. Las venas circunflejas se
unen a la vena dorsal profunda del pene; las
venas dorsales superficiales se ubican por fuerade la fascia de Buck, drenan el prepucio y la
piel del pene y se vacían en la vena safena.
La vena dorsal profunda drena el glande del
pene, así como una buena parte de los espacios
cavernosos del cuerpo cavernoso, y prosigue para
pasar entre el ligamento suspensorio del pene e
ingresar en el d iafragm a urogenital, entre el
l igam en to a rq ueado y el ligam ento pub iano
transverso. Esta vena se vacía en el plexo
preprostático.

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL I

INERVACIÓN
El nervio dorsal del pene (inervación

sensitiva principal) nace en el canal pudendo
como la primera rama del nervio pudendo y perfora el transverso del periné para entrar en el
do rso del pene , do n d e c o n t in ú a sobre la superficie dorsolateral, por fuera de las arterias
dorsales, y da varias ramas antes de terminar en
el glande.

La in e rv a c ió n a u to n ó m ic a de los
cuerpos cavernosos proviene sobre todo del plexo
p e lv ian o , fo rm ad o por el c o m p o n e n te
p a ra s im p á t ic o que v ien e de S 2-S 4 , y una
contribución sim pática del plexo hipogástrico.
Una porción del plexo pelviano, conocida como
plexo prostático, se ubica en la hendidura entre
la p ró s ta ta y el rec to . D esd e el p lexo
prostático algunas ramas prosiguen hacia el ápex de la próstata y ascienden dorsolateralm ente.
Cuando se hallan en la profundidad del plexo
venoso periprostático, prosiguen gradualmente a lo
largo de la superficie posterolateral de la próstata
en tre e lla y la pared rec ta l. E s tas ram as
discurren entre la cápsula prostática y la fascia
endopelviana, perforan el diafragma genitourinario
(músculo perineal transverso) y se ubican por
fuera de la uretra membranosa e ingresan luego
en las raíces de los cuerpos cavernosos para
transfo rm arse en la p rinc ipal inervación del
cuerpo cavernoso. Se supone que estos nervios
cavernosos son responsab les del p roceso de
erección. En ocasiones se observan finas ramas
nerviosas que conectan los nervios cavernosos y

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD D E GUA YAQUIL í

el nervio dorsal del pene a nivel del hilio. Es
probable que se ramifiquen más tarde desde el
nervio dorsa l para acompañar a las ar ter ias
circunflejas cuando ingresan en los lados del
cuerpo cavernoso más aistalmente. La inervación
motora somática de los músculos bulboesponjoso
e isquiocavemoso proviene del nervio pudendo.

DRENAJE LINFÁTICO
Los g a n g l io s l in fá t icos ingu in a les ,

su pe r f ic ia le s y p ro fundos , d renan hacia los
ganglios ilíacos externos y comunes.

TRAUMATISMO PENOSCROTAL
La in c id e n c i a de t r a u m a t i s m o s

jenoscrotales es considerablemente más baja que
as lesiones de otras áreas anatómicas. Esta
jaja incidencia se atribuye a la movilidad de
os geni ta les que les prote je de los golpes,

ex ce p to si se t r a ta de p ro y e c t i l e s de a l ta
v e lo c id a d . Las le s iones son m uch o más
prevalentes en tiempo de guerra, especialmente
con los ingenios f ragmentados de las minas enterradas. No obstante, en la vida civil, las
lesiones genita les se han hecho mucho más
frecuentes que en el pasado como consecuencia
de a c c id e n te s in dus t r i a le s , ag ra r io s y
automovilíst icos, y las competiciones atléticas.
Además, una pequeña proporción de las lesiones
g e n i t a l e s e n c o n t r a d a s se deben a la
automutilación y a los ataques sexuales.

Estos traumatismos pueden clasificarse, prácticamente igual que otras heridas del cuerpo,
en le s iones no pe n e t r an te s o c on tu s iv as ;
p e n e t ran te s , com o inc i s iones , d e sg a r ro s o
punciones; arrancamientos o pérdida de piel;
q u e m a d u ra s de o r igen té rm ico , q u ím ico o
eléctrico; lesiones por irradiación, y amputaciones
traumáticas.

Amputación Traumática
La a m p u ta c ió n t r a u m á t i c a de los

genitales masculinos es rara. En la literatura
inglesa sólo se han descrito 51 casos desde 1900. Generalmente, es el resultado final de
un t r a s to rn o p s iq u iá t r i c o grave . Las
automutilaciones se producen en menos del 1%
de la población, y la autocastración comprende
sólo un pequeño porcentaje de este 1%. Algún
caso raro se debe a un asalto sexual.

El o b je t ivo del t r a ta m ien to es
quíntuple: restituir la continuidad anatómica y
funcional de la uretra, mantener la erección
sostenida y la eyaculación, respetar la actividad
androgénica testicular, restituir el aspecto genital
no rm al y hace r un e s tud io y t r a ta m ien to
psiquiátrico de la enfermedad subyacente, de la
que las lesiones autoinflingidas son sólo una manifestación.

La elección de la reparación quirúrgica
d e pe nde de la e x tens ión de la les ión (los
intentos fracasados de amputación se tratan como
desgarros), la disponibil idad y el estado del
segmento distal, el estado general del enfermo y

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el intervalo que transcurre entre la lesión y la reparación (debe ser inferior a 18 horas si se
p re te n d e hace r una r e a n a s to m o s i s ) . O tras
posibles alternativas a las anastomosis primarias
son la reconstrucción plástica a las medidas
reformadoras locales.

C on la apa r ic ió n de las t é cn icas
microquirúrgicas, la reanastomosis de los penes
amputados ha mejorado. La primera intervención de este t ipo que se rea l izó con éxito fue
lo g ra d a por B es t en 1962, d e spu és de un
p ro longar lo p e r iodo de c ic a t r i za c ió n con m om if ica c ión , desb r idam ien to , g ranu lac ión y
reepitelación. Tuvieron que transcurrir 15 años
antes de que, en 1977, Heymann describiera la
segunda reparación con éxito, utilizando técnicas
microquirúrgicas.

REIM PLANTACION PENEANA.
La amputación traumática del pene es

un accidente poco común, aunque potencialmente
devastador. Sin embargo, en la li teratura se
encuentran diversas publicaciones al respecto, y
r e c i e n te m e n te se ha des tacad o un gran
entusiasmo por el empleo de las anastomosis
microvasculares, que ha impulsado el empleo de
esta técnica para la reimplantación del pene.
Hagamos constar que el intento por reimplantar
el pene se debe hace r c u a lq u ie ra sea el
in te rv a lo de t i em p o t r a n sc u r r i d o en tre la
amputación y la reparación.

Lo m ás c o r r i en te es que la
amputación del pene se produzca como un acto

Pene re implantado sin sonda vesical a las dos semanas.
Se o b s e r v a q u e la p ie l del m u ñ ó n d is ta l ha s ido
debndada, debido a que se necrosó a partir de las 72
horas de reimplante y hubieron de realizarse curaciones y
debridamiento en quirófano. El pene está viable.

A los 45 d ía s de re im p la n ta d o , el pene fu n c io n a l y
estéticamente tiene buena apariencia.

A los siete años del relmplante, el pene conserva una
a p a r ie n c ia la más cercan a a la n orm alidad , no se ha
presentado fibrosis de los cuerpos cavernosos, ni estenosis
de la uretra, fístula, ni disfunción eréctil compatible con su
edad.

Reimplante terminado: la sonda sirve de tutor, hay buen
llenado capilar del glande y un excelente color de la piel;

la l ínea d em a rc a to r ia del azul de m etileno sirve com o
r e f e r e n c ia a la l ín ea de a m p u ta c ió n , y no de c o r te
q u i r ú r g ic o . Se o b s e rv a el p en e re im p la n ta d o d e s d e
distintos ángulos.

de a u to m u t i la c ió n , aunque tam oién ha sido
descrita como consecuencia de agresiones sexuales
o accidentes. En la literatura se ha descrito la autoemasculación aproximadamente en 50 casos,
m ie n t ra s que la a m pu ta c ión t r a u m á t i ca por
agresión sexual o accidente ha sido comunicada
en m eno s de 15. M uch os de los cua les
afectan no sólo el pene, sino también en grados
variables, al escroto y su contenido.

La r e im p la n ta c ió n del pene t iene
ob je t ivo s tanto a na tóm icos (es té t icos) como
funcionales. El aspecto satisfactorio del órgano
es de gran importancia para la mayoría de los
enfermos, incluyendo aquellos perturbados que
han in ten tado au todes t ru irse . Los a spec tos p s i c o ló g ic o s de la a par ic ión del pene son
ev iden tes , y los fu n c io n a le s t ienen igual
importancia. La conservación del pene, como
órgano eréctil , es deseable para el bienestar
sexual y psicológico del enfermo. También es
necesario el mantenimiento de la uretra como
conducto para la orina y el semen.
Tratamiento previo del pene amputado

La experiencia en el transplante de
ó rg a n o s ha m os t rado que es e sencia l el
enfriamiento del órgano si se pretende que la
i s q u e m ia p ro d u zc a le s iones m ín im as . La
suspensión del pene en una bolsa con suero
salino helado y colada en hielo, debe disminuir
al mínimo las necesidades metabólicas del órgano
y dar tiempo para trasladar al enfermo a un
centro quirúrgico adecuado, hacer transfusiones,
prepararse para la in tervención y los demás

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD D

requisitos necesarios. Se debe tener cuidado para no permitir que el hielo toque directamente
el órgano, porque pueden producirse congelaciones del tejido y necrosis posterior. Cuando van a
u t i l i za r s e té c n ic a s m ic ro v a s c u l a r e s en la reimplantación, se deben manipular los vasos lo
menos posible, tanto en el pene desmembrado
como en el muñón. Si la pérdida de sangre
no plantea problemas, deben comprimirse los
v a so s p r o x im a le s en lugar de p inza r los o
ligarlos.
v asos para ev i ta r les iones a los de m enor
tamaño.
Técnicas de reimplantación.

microcirugía, se fijaba el pene como un injerto
libre o compuesto. Sin embargo, desde que
d isponemos de estas nuevas técnicas, parece conceptualmente válido respetar y mantener la
in te g r id a d n e u r o v a sc u la r por m ed ios
m ic ro q u i rú rg ic o s . La reanastom osismicroneurovuscular es ¡a única técnica descrita en la literatura en la que no se hanprodu cido c o m pl i c a cione s quirúrgicaspostoperatorias en ¡a amputación completa del pene. Se debe utilizar la anastomosis como injerto libre sin atención a los conductos neurovasculares. cuando no se disponga de técnicas microquirúrgicas. La intervención, una
vez hecha la inspección y limpieza de ambas
superficies, comienza con el desbridamiento de cualquier tejido lesionado o sospechoso. Se

No debe intentarse la perfusión de los

A ntes del a d ve n im ie n to de la

114

anastomosan la uretra y el cuerpo esponjoso con
las técnicas convencionales, uti l izando puntos
sueltos reabsorbibles de catgut crómico o de
vicryl de 4-0. Nuestra costumbre es incorporar
la mucosa a esta sutura, aunque otros autores r e c o m ie n d a n hace r una a p ro x im a c ió n sin
interesarla. En este caso, una sonda permanente
de Foley actúa adecuadamente como soporte para estabilizar el pene adherido por esta aébil base. Se dan una serie de pun tos en la porc ión
ventral de la fascia de los cuerpos cavernosos para contribuir a esta estabilización. Para este
menester puede utilizarse catgut crómico o vicryl
de 3-0. En la mayoría de los casos no ha
sido n e ce sa r io , o t é c n ic a m e n te pos ib le ,
a n a s to m o s a r la a r te r ia central del cuerpo
c a v e rn o s o , au n q u e sí se l levó a cabo la
reimplantación realizada por Tamai.

Las anastomosis microneurovasculares de las arterias, venas y nervios dorsales, es el
siguiente paso; en la arteria recientemente
vasculares de 9-0 ó 10-0. Es recomendable
reanastomosar tantos vasos como se encuentren,
porque, con frecuencia, estos canales venosos
dorsa les son múltiples. Se reaproximan los
nervios, cuando se encuentran, con material de
sutura de 10-0. Luego se cierra el resto de la fascia de Buck y la piel con puntos sueltos de
nylon de 4-0. Debe hacerse una diversión urinaria (suprapúbica o perineal) de forma que se pueda extraer el catéter uretral tan pronto
como sea posible. El empleo inicial de catéter
de Foley durante 3 ó 4 días es útil como
elemento de apoyo y para mantener el pene
elevado. Es recomendable utilizar una cobertura

se ha hecho estándar, se con suturas

antibiótica de amplio espectro; algunos autores también emplean heparina.
COM PLICACIONES
C om o y a se ha d icho , se p u e d e n

producir grados variables de necrosis en la piel y los te j id o s b l an d o s . Es to t i e n e lugar ,
gene ra lm en te , en los injertos l ibres , aunque
también se ha descrito la necrosis en algunoscasos en los que se lograron hacer anastomosis
m ic ro n e u ro v a s c u l a r e s con éxito. El
desbridamiento temprano facilita un prendimiento
más precoz del injerto de grosor medio o en
red de piel , ten iendo en cuen ta que la del
e sc ro to no lo g ra r e s u l t a d o s e s té t i c o s tan
satisfactorios. No se debe injertar el glande
inicialmente. La escara, que frecuentemente se forma ahí, se desprende en su momento y
deja un tejido apropiado. El injertar esta área
demasiado pronto puede perjudicar al aspecto
estético final.

En el lu ga r de la a n a s to m o s i s se
pueden produci r estenosis ure tra les que son
difíciles de tratar si también se ha producido
pérdida de piel. La piel injertada circundante
ra ra vez es a d e c u a d a pa ra los t ipos de
intervenciones que normalmente se utilizan en la
reparación de las estenosis. En su lugar, puede
utilizarse la piel escrotal como injerto aislado o
incrustado, así como la inclusión del pene en
una uretroplastia de tipo Cecil. Las estenosis
m e n o re s pue de n t r a ta r s e in ic ia lm e n te con
d i l a t a c ió n o u r e t r o to m ía v isua l . Q u izá se p ro d u z c a una f i s tu lac ión en el lugar de la

anastomosis y será difícil repararla por la falta de disponibilidad de pieí normal alrededor de la
fístula.

La impotencia, como factor complicante,
no se ha producido en el enfermo tratado por
nosotros y la l i te ra tu ra no la descr ibe con frecuencia. Sin embargo, debe observarse que la
mayoría de las lesiones son consecuencia de
trastornos psicológicos graves en los que las
e s t im a c io n e s su ges t iv as de la p o te n c ia son
difíciles de determinar. Histopatológicamente,
parecería que los tejidos eréctiles se encuentran en r ie sgo de su fr i r c am b io s n e c ró t i c o s y
sustitución fíbrótica con producción de impotencia, al igual que en algunos casos de priapismo.
Gracias a la gran capacidad de resistencia de
los c u e rp o s cave rnosos , las e re c c io n e s se
producen incluso después de largos períodos de isquemia. Puede utilizarse la inserción protésica,
sea de c i l indros sem ir r íg idos o de p ró tes i s
inflables, para tratar la impotencia que pudiera aparecer después de la reimplantación peneana.

. Las implicaciones psiquiátricas de la
a u to m u t i l a c ió n escapan al con tex to de este
capítulo. Sin embargo, es evidente, a partir de
la literatura, que muchos enfermos que intentan
la a u to e m a s c u l a c ió n es tán ya s o m e t id o s a
tratamiento; y éste debe continuar. El grupo de pacientes que menores preocupaciones ofrecen a
este respecto son los que sufren una amputación
traumática, sea por asalto sexual o por accidente. Debe hacerse la consulta psiquiátrica a estos
pacien tes para que puedan enfrentarse , a las
a n s ie d a d e s y m ie d o s sobre la les ión y el
tratamiento, en lugar de reprimirlos.

En resumen, la reimplantación del pene
no sólo es posible, sino también preferible a las
técnicas de reconstrucción.

Las complicaciones necróticas deben
tratarse mediante desbridamiento precoz, mientras
que las técnicas de reconstrucción uretral, aunque son más difíciles, se basan en principios bien
establecidos. Habitualmente, es posible obtener
resultados gratificantes.

REVISION BIBLIOGRAFICA
Prosiguiendo con este estudio, conviene

revisar, bibliográficamente, algunos trabajos más recientes de los años 1994- 1995; en lo que se
r e f i e r e a l i t e ra tu ra m u n d ia l , r espec to de traumatismos penoscrotales, de uretra y escroto con su contenido, para luego finalizar con la
exposición de un caso operado en el Hospital
Guayaquil por los Dres: Díaz Jurado y Díaz
Jalón ae reimplante de pene con la presentación
de su respectiva historia clínica y documentación
correspondiente.

Resultados en un sólo estadio en
la reconstruacción total de un pene usando un
colgajo osteocutáneo inervado del radial.

La recons t rucc ión del pene debería
estar indicada en los siguientes casos:

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYA(

Amputac ión quirúrg ica o traumática,a u s e n c ia c o n g é n i t a del pene , m ic ro p en e ,
seudohermafroditismo masculino, o transexualismo.

Pese a los r ec ie n te s a van ces en
microcirugía, a más que han dado resultados excelentes, el tipo de operación, que arriba se
propone, representa uno de los más grandes
de sa f ío s pa ra los c i ru janos p l á s t i c o s
reconstructores. Los autores de este trabajo han presentado en un sólo paso la reconstrucción del
pene en cinco pacientes desde 1989, usando un
colgajo osteocutáneo radial inervado de antebrazo.

Un seguimiento posterior de hasta seis
m e se s en to d o s los p a c i e n te s p re sen ta ro n
resultados estéticos aceptables y buena sensibilidad
rec upe rad a . La más com ún de lascomplicaciones fueron relacionadas con la uretra,
siendo dos fístulas y una estenosis uretral.

-Avulsión penoscrota l postraumática :
Evaluación cosmética y uro-andrológica después
de la recontrucción quirúrgica.

Un caso de reconstrucción quirúrgica,
después de una avulsión de piel penoscrotal* ha
sido descrita. La cubierta del pene fue ganando
p iel por dos in je r tos to ta les de ca rác te r
he l io co id al, que c ub r ie ro n el si t io de la
retracción.

La reconstrucción del escroto fue hecha
en dos pasos: con la implantación subcutánea de
los test ículos y con colgajos axiales que se

expandieron desde la reg ión abdominal. El
p roc ed im ien to tuvo la ven ta ja de la segura
vitalidad del tejido, además quitándole al paciente
de la molest ia producida con una expansión
perineal, dejando así una apariencia cosmética
satisfactoria y restaurando una función sexual
normal.

Reconstrucción de uretra utilizando
un colgajo cu táneo tubular en las estenosis
c o m p le ta y rec u r ren te de la u re t ra
bulbo-membranosa.

El tratamiento quirúrgico de elección
para las estenosis uretrales bulbomembranosas deberá ser la remoción completa de la estenosis,
y anas tomosis término-terminal de los cabos uretrales (técnica Turner-Warwick). Cuando esto
no es pos ib le , y a sea por la r ec u r renc ia ,
estenosis completas o largas, es posible escoger
e n t re va r ios can d id a to s de t ipos de te j ido
susceptibles de formar la neouretra.

Desde este punto de vista, se han
usado en los últimos veinte años, técnicas de
uretroplastia con piel escrotal, mucosa de vejiga
y otros injertos cutáneos. Nosotros* en las
experiencias quirúrgicas de este tipo, efectuadas
en a lgunas o c as io n e s en G ua ya qu i l , hem o s
realizado una propuesta hecha por Quartey, que
consiste en disecar un colgajo de piel de un
pene de la parte dorsa l bien vascula r izada ,
dejándola caer la teralmente hacia los cuerpos
cavernosos hasta formar la neouretra. Hemos
p o d id o ga n a r h a s t a 13 cm. de long i tud ,
recubriendo el área de piel perdida del pene

I R EVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

con injerto de epidermis libre. Entre febrero de
1989 y 1991, 28 pacientes fueron tratados con
esta técnica y hubo uretro-cistografía de micción
normal, no hubo fístulas, ni disfunción eréctil
reportada.

R e v i s ió n b i b l i o g r á f i c a p a r a
implantes peneanos.

En las dos ú l t im as décadas , los
im p la n tes de pene han sido a so c ia d o s con
81-97% de satisfacción personal de los pacientes.

Las complicaciones y las revisiones de
la prótesis son inevitables secuelas de la cirugía
de los implantes de pene. Entre 1982 y 1992,
un total de 47 pacientes fueron presentados por
nosotros con complicaciones relativas a implantes de pene, quienes requerían corrección quirúrgica. C u a re n ta y dos, de 47 pac ien tes , e l ig ieron
hacerlo. De los cuarenta y dos, treinta y ocho
pacientes tienen funcionando los implantes y lo califican como bueno y 4 refieren que falló el
procedimiento. Las cirugías correctivas incluyen
reconstrucción corporal con injerto de Goretex en
5 p a c ie n te s y el uso de r ep a rac ió n crura l
posterior en un paciente. Ninguno de estos
procedimientos aumentó la incidencia de infección
o mala función mecánica.

r REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE GUA YAQUIL

- Implantación de prótesis de pene en total
faloplastia.

Una serie de ocho pacientes requirieron
to ta l f a lo p la s t i a o in je r to l ibre pa ra la reconstrucción peneana. Nuestra experiencia con
implantaciones protésicas ha sido revisada con
una h is to r ia breve de r econs t rucc ión fál ica,
in c lu y e n d o a u m e n to de la r ig idez con
im plan tac iones protésicas, e implantac ión de
m a te r ia l au tó lo g o en 4 pac ien tes . En 4
pacientes, por la infección, se necesitó remover
la prótesis que luego se la reimplantó. De los
8 pacientes, el 60% tuvo problemas con su
prótesis colocada.
- Seps is fu lminante por E, Coli en la
gangrena de Fournier.

La g a n g r e n a de F o u r n i e r es una
infección necrotizante de piel y tejidos blandos
de e sc ro to y per iné , c ausad a por bac te r ia s
grampositivas y gramnegativas. La enfermedad está caracterizada por súbita aparición, velocidad
de ataque y alta mortalidad.

Caso Reportado: Un hombre de 26
años se presenta en la emergencia con dolor
incoercible, tremendamente edematizado el escroto
y el pene, todo esto se presentó en las últimas
24 horas. Después presentó disminución del
sensorio, palidez e hipotensión; cuadro que fue
a v a n z a n d o has ta ing re sa r a la U n idad de
Cuidados Intensivos. Al comienzo, se sospechó
hem orrag ia in te rna y se adminis tró v igorosa

% REVISTA DE ¡A UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

fluidoterapia con cristaloides y coloides, hasta
sangre y plasma frescos. Una hora después, se
so sp e ch ó c h o q u e sép tico y se au m en tó
antobióticos intravenosos, intubación endotraqueal y
ventilación mecánica. Debido a la gravedad del
cuadro, la condición del paciente se deterioró
rápidamente, y horas más tarde murió debido a
las graves complicaciones del choque séptico.
La autopsia reveló que el foco primario de la
sepsis fue la ruptura de un nodulo hemorroidal
externo. Los hemocultivos revelaron que el E.
Coli fue el germen causal.

D iscu sión : La g a n g re n a de
Fournier es una rara enfermedad; no obstante, el cuad ro c lín ico debe ser reconoc ido lo más
p ro n to p o s ib le pa ra p o d e r dar t ra ta m ie n to
inmediatamente. Ocurre predominantemente en
h o m b re s d e sp u és de un tra u m a m enor,
en ferm edad colorrectal o urológica y c irugía
perineal o abdominal.

La gangrena de Fournier usualmente
comienza con picazón y dolor en región escrotal
s e g u id a por h in ch azó n y d eco lo rac ió n azul
v io láceo de escro to y pene, ocas ion a lm en te
in c lu y e do lo r ab d o m in a l bajo . F ieb re y
e sca lo fr ío s están u sua lm en te p resen tes. La
e n fe rm e d a d p ro g re sa h as ta c au sa r sev e ra
postración y choque séptico con mortalidad del
20% al 50% ; los cu lt iv o s de los te j id o s
revelaron mayormente al E. Coli, Enterococos,
Pseudonoma, Proteus y varios anaerobios. EÍ
tratamiento debe incluir desbridación quirúrgica
radical, administración intravenosa de antibióticos
de amplio espectro y soporte cardiopulmonar.

I REVISTA DE LA4 UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

Conclusión: El curso dramático de
la g a n g re n a de F o u rn ie r re q u ie re de
reconocimiento temprano, desbridamiento quirúrgico
extenso, y tratamiento médico de soporte en U .C .I . pa ra p re v e n ir el c h o q u e sép tico
irreversible.

La etiología y características de la gangrena de
Fournier.

Este so p o r te es un e s tu d io de 20
casos de gangrena ulcerada de escroto y pene (g a n g re n a de F o u rn ie r ) y rev is ió n de
publicaciones previas. Aunque la enfermedad
agrupa hombres ancianos, también puede agrupar
neonatos y mujeres. La enfermedad es una
fascitis necrotizante de origen no determinado y
trivial

La más común puerta de entrada de
la infección, la conforman: la sepsis periuretral,
herida de la ingle infectada, sepsis anorrectal,
se p s is p ro s tá t ic a y traum a. L a in fecc ió n
c o m p re n d e g é rm e n e s tan to a e ro b io s com o
anaerobios, tales como la E coli, streptococo
p iógeno , p seu d o n o m a aeu rog inosa , k lebs ie lla
n e u m o n id e , p ro te u s m irab i l is , e n te ro co co s ,
bacteroides fragilis y estreptococo anaerobio. La
gangrena de Fournier es probablemente la misma
fascitis necrotizante que ocurre en otra parte del cuerpo, pero modificada por tomar la particular
anatomía del genitoperineo.

REVISTAI DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL %

- Manejo de la uretra anterior y pene en accidentes
por armas de fuego.

Objetivo: Verificar métodos apropiados
de diagnóstico v tratamiento de los accidentes
por armas de fuego del pene y en la uretra
anterior.

Diseño: E stu d io re t ro sp e c t iv o .
Materiales y métodos: Catorce pacientes llevados
hace cinco años con el problema de accidentes
po r a rm as de fuego en el pene y/o u re tra anterior.

T odo s los p a c ie n te s fu e ro n a un
c o m p le to exam en f ís ico y un u re t ro g ra m a
retrógado por sospecha de daños.

Resultados: de los n u ev e (9)
pacientes afectados por heridas de pene, cuatro
(4) fueron superfic ia les que requirieron sólo
debridación; y cinco (5) afectaron los cuerpos
cavémosos, necesitando reparación completa.

Los hallazgos físicos de un hematoma
expandido, un defecto palpable en los cuerpos
c a v e rn o s o s , y ex ces iv o sa n g ra d o , fue la
indicación del daño cavernoso y la consecuente
exploración garantizada.

Todos los pacientes fueron puestos en
seguimiento del tratamiento, excepto dos pacientes
que tuvieron quejas de curvaturas. Uretrogramas
retrógrados hicieron notar un daño en la uretra

1
'REVISTA DE LA U NÍvERSÍDAD DE GUAYAQUIL

anterior, en ocho pacientes, tres de los cuales
tuvieron daños serios en los cuerpos cavernosos.
Cinco fueron reparados primariamente, tres fueron
s o m e t id o s a c i s to s t o m ía s u p r a p ú b ic a . T res
p ac ien tes presen taron estenosis uretrales: Uno
p o r a r re g lo s p r im a r io s y los o tro s d os con
diversión urinaria.

Conclusiones:
El método preferible de manejo para

las h e r id a s por a rm as de fuego de ba ja
v e lo c id a d que a fec tan el pene y la u re tra
anterior, incluye: desbridación de las heridas
superficiales, reparación de los cuerpos cavémosos,
y arreglo primario de daño uretral, si no es tan ex tenso , para así d ism inu ir el riesgo de laestenosis uretral.

Amputación del glande del pene
en recién nacido durante la circuncisión y el
subsiguiente reimplante.

La circuncisión es una operación muy
común en el sexo masculino en pacientes en
los Estados Unidos. Es hecha por diversos
profesionales de salud. No es técnicam ente
difícil. Anualmente se reportan gran cantidad de
casos que se complican. Nosotros reportamos
un caso de reim plante del g lande del pene,
m ism o que fue am p u tad o d u ran te unacircuncisión con el clamp de Sheldon.

126

R E V IS T A D E L A U N IV E R S ID A D D E G U A Y A Q U IL »18883 m m m im m m m m m sm m sm i m m m m

La literatura sobre el tem a ha sido revisada y existen normas para la prevención y
tratamiento de la circuncisión con el clamp de
Sheldon.

M ane jo de la f ib ro s is de los
cuerpos cavernosos del pene con el uso de
prótesis inflables de pene colocadas en la base.

La m ay o r razón que cau sa la
inhabilidad de un implante de prótesis de pene
es la f ib ro s is de los cu e rp o s c av e rn o so s ,
resultando una insatisfactoria dilatación.

D uran te los pasados tres años, 20
p a c ie n te s , con severos casos de f ib ro s is c a v e rn o sa , re q u ir ie ro n a te n c ió n pa ra una
implantación de prótesis inflable; previniendo la
necesidad de adicional reconstrucción.

Después de un tratamiento de veinte
meses, 19, de los 20 pacientes han tenido un
re c u rso fu n c io n a l ; y sólo un p a c ien te ha requerido revisión por infección.

Nosotros pensamos que la colocación
de esta prótesis inflable es una muy buena
ayuda, valiosa para el arsenal urológico cuando
se considera reimplantación o implantación en un
p a c ie n te con una f ib ro s is in t r a c a v e rn o s a y
desgarramiento.

R e im p la n ta c ió n de te s t íc u lo s y pene en un niño
Un niño de tres años fue asaltado

con un instrum ento cortante y sus genitales
fueron cortados. Cada testículo, pene, y piel
penoscrotal fueron separados en pedazos. Uno
de los testículos y pene fueron encontrados en
el jardín; mientras que la piel escrotal y el otro
testículo fueron encontrados en el sofá. El
se rv ic io de e m e rg e n c ia co locó las pa r tes
amputadas en hielo y el niño fue llevado al
departamento de accidentes y emergencia antes
de ser transferido a nuestro hospital.

La am pu tac ión fue en la base del
periné, dejando sólo la piel escrotal pegada. Uno de los testículos no fue salvado.

Además, los vasos del testículo estaban
d a ñ a d o s , en to n ce s el vaso ep ig á s t r ico fue
movilizado a los vasos del segundo testículo y
anastom osado. Los vasos deferentes también
fueron separados.

El pene re im p la n ta d o , p r im ero anastomosando la uretra y extendiéndola sobre un
catéter uretral. La túnica albugínea, después fue
rep arad a y pequeñas can tidades de flujo de
san g re fue o b se rv a d a de la v en a dorsa l.
Siguiendo la anastomosis de la parte izquierda
de la uretra dorsal el glande se tornó rosado y
hubo sangrado sobre la fascia de Buck y crecía
el flujo ae la vena dorsal.

La vena dorsal y dos de los nervios dorsales también fueron reparados.
F in a lm e n te la p iel pen o sc ro ta l fue aplicada como injerto.
Un catéter suprapúbico fue insertado.
El to ta l de la isq u e m ia fue de 6horas.
Un exam en bajo a n e s te s ia en el

duodécimo día después de la cirugía, mostró al pene viable, aunque parte de la piel que fue injerta estaba deteriorada.
Ultrasonidos comprobaron el buen flujo

arterial sobre los testículos. El niño fue dado
de alta después de cuatro semanas.

Han sido reportados varios reimplantes
de testículos de penes en adultos; en los cuales
los vasos han sido mucho más grande que el
de los niños, pero reimplantaciones en los dos
ó rg a n o s to d a v ía no han sido d e sc ri to s .
Previam ente, nosotros reimplantamos testículos
antes que el pene porque son más sensibles en
la c irug ía . Tal com o en una c irug ía para
criptorquidia abdominal alta, los vasos epigástricos fueron usados para revascularizar los testículos.

Se in d ica lo im portan te que es ja
anastom osis de los vasos el pene. El flujo
a r te r ia l del pene d ep e n d e ae los cu e rp o s
cavernosos y de los cuerpos esponjosos; y las
dos arterias dorsales suplen piel, fascia y glande.

^ ..................... IR E V IS T A D E DA U N IV E R S ID A D D E G U A Y A Q U IL g

El re im p lan te de pene ha sido
sugerido sin la anastomosis microquirúrgica, donde
se ha d e m o s tra d o que el f lu jo sangu íneo
depende de los cuerpos cavernosos, pero esta
técnica tiene alta incidencia de necrosis de piel,
f ís tu la uretral y estenosis. Sin em bargo la
anas tom osis neurovascular m icroqu irú rg ica ha
dejado normal la función eréctil y sexual. La
bondad de esta cirugía no podrá ser totalmente
j u z g a d a h as ta que el p a c ie n te en tre a la
pubertad.
REIMPLANTE DE PENE EN HOSPITAL GUAYAQUIL
AÑO DE 1988

D esde la F u n d a c ió n del H o sp ita l
Guayaquil "Dr. Abel Gilbert Pontón", hasta la
actualidad, 1955, cerca de 20 años, no se ha
tenido conocimiento que en este hospital se haya
realizado un reimplante exitoso de pene; en otro
ámbito, tampoco ten^o conocimiento de que en
o tro h o sp i ta l de la lo ca l id ad , u o tro del
territorio nacional, en los últimos 15 años, se
haya realizado un reimplante de pene. Esta
afirmación, se remite al hecho de que no han
h a b id o n o t ic ia s por la p re n sa ni en
c o m u n ic a c io n e s o f ic ia le s de la S o c iedad
E cu a to r ia n a de U rología , durante el período
señalado.

HISTORIA CLINICA
Nombre: Felipe Eleuterio Sigua Beltrán
Edad 53 años

1988

Ocupación: Instalador eléctrico.
Lugar de procedencia: Guayaquil
Lugar de residencia: Guayaquil
Fecha de ingreso: 5 de Diciembre de
M o tiv o de in g reso : A m p u ta c ió n

traumática de tercio medio de pene
E v o lu c ió n : P a c ie n te que su fre

accidente de trabajo en región genital con sierra eléctrica a las l lH 1 5 m ., siendo trasladado al
servicio de emergencia del Hospital Guayaquil a
las llH 30m . donde es examinado por residente de c iru g ía , p re sen ta n d o , al ex am en fís ico :
amputación total de tercio medio de pene unido
a colgajo de piel de 0,5cm. Ademas presentó
h e r id a c o r ta n te de p ie l y te j id o ce lu la r
subcutáneo en muslo izquierdo cara interna de
10 cm. de longitud, con pérdida sanguínea e
intenso dolor.

Se realiza interconsulta al servicio de
u ro lo g ía , y se p repara pa ra la in te rvenc ión
quirúrgica.

Signos vitales: PA 100/80 mmHG
FC 68x
Fr 18x’

Hemoglobina: 11,6 g%
Leucocitos: 14600
Grupo sanguíneo: B. Factor Rh+
Ingresa a quirófano a las 14H00. Se

re a l iz a re im p lan te de pene m ás c is to s to m ía

1 REVISTA DE L.4 UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

suprapúbica. Pasa a sala de recuperación a las
17H00, en condiciones clínicas estables.

RECORD OPERATORIO
Equipo Operatorio:
Cirujano: Dr. Díaz Jurado
Primer Ayudante: Dr. Díaz Jalón
Segundo Ayudante: Dr Gustavo Román
Anestesiólogo. Dra. Patricia Romero
Fecha de operación: 5-12-1988
Hora de inicio: 14H00
Hora de terminación: 17H00
Tipo de anestesia: General
Exploración y hallazgos quirúrgicos:

Amputación traumática total de pene en tercio
m ed io , con e x p o s ic ió n de los e le m e n to s
anatómicos, sagitalmente.

P ro c e d im ie n to o p e ra to r io : Bajo
anestesia general, se realizó asepsia y antisepsia
de zona operatoria que incluye muñón y pene
seccionado. Se colocó sonda vesical por uretra
con puntos separados de catgut cromado 4/0.
Posteriormente se realizó rafia de los cuerpos
cavernosos seccionados totalmente, con puntos
s e p a ra d o s con v icry l 3/0. Se c o m p ru eb a
hemostasia, sin que se observen fugas sanguíneas
entre los cabos anastomosados. Posteriormente se p ro c e d e n a r e a l iz a r a n a s to m o s is
térm ino-term inal de vena dorsal profunda del

mfssmswm m m m aim
132
1

R E V IS T A D E L A U N IV E R S ID A D D E G U A Y A Q U IL §
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pene con prolene 6/0. Por último se efectúa la
síntesis de la fascia de Buck y de la piel con cromado 3/0.

Se realizó cistostomía suprapúbica con
trocar de Campbell , colocando sonda Foley 2 vías 18Fr.

Evolución post-operatoria:
Paciente permanece hospitalizado 25 días, con los siguientes cuidados generales y medicación:

híuidoterapia

Heparinización

Facilitador hemodinámico

Cefalosporinas

A n i ib. Ammoglucó Jas

Der. Imidazólicos

Bul/as

Antiácidos

Diatermia

¡Absoluto

Repose

J le la tiw

•Lú/uida

Dieta Blanda

General

Contro l de S. V.

Curaciones y

Umpiezas

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Las curaciones se realizaron a base de
soluciones antisépticas y antibióticos tópicos.

La sonda de cistostomía se retiró a
los 16 días del acto quirúrgico.

La sonda transuretral de 12Fr, se la
cam bió a una de 14Fr. a los 16 días; fue
retirada 8 días después.

F o to g ra f ía s : 22 de D ic ie m b re de
1988

12 de Enero de 1989
Fue dado de alta el 30 de Diciembre

de 1988, en condiciones clínicas estables.
C om p l icac iones pos t-operator ias :

Estenosis del meato uretral. Se la calibró con
di la tadores de Van Burén, con obtención de
buenos resultados.

El paciente, al ser dado de alta del
Hospital, mantuvo la sensibilidad y no presentó
disfunción eréctil al ser revalorado a los dos meses de la intervención, ni trastornos urinarios.

El paciente acude a la consul ta en
Septiembre en 1995, revisándose la reimplantación
del pene, la cual, estética y funcionalmente, se
encuentra en perfecto estado. La erección y el
l l en ado de los cuerpo s c av e rn o s o s ha sido
normal desde el reimplante. La sensibilidad de

la piel se ha m a n te n id o y no ha hab id o fibrosis de los cuerpos cavernosos.
CONCLUSIONES
Conclusiones a las que hemos llegado,

sobre la base de la revisión comparativa del
estudio realizado respecto de los traumatismos
penoscrotales, técnica estándar del reimplante
peneano, revisión bibliográfica y nuestro caso
operado en el Hospital Guayaquil.

Al r ev isa r la b ib l io g ra f ía , y
com para r la con nuestro caso operado en el
Hospital Guayaquil, es importante reafirmar que debe transcurrir el menor tiempo posible entre el
acc idente y el reimplante . No más de 16
horas.

En nuest ro medio , las técn icas
microquirúrgicas de reimplante, hasta el día de
hoy, no han sido mejoradas, en consecuencia, la
r e p a ra c ió n p r im ar ia de la ure tra debe ser término-terminal con material reabsorvible 4/0; la
sutura de los cuerpos cavernosos con cromado o
vicryl 3/0 y, por último, realizar cuando menos,
una anastomosis venosa de retorno, ya que las
arteriales son difíciles de realizar, más aún sin
el aparataje de microcirugía.

Es im p o r ta n te la a n as to m o s i s
venosa, debido a que la arterial la cumplirán
cuerpos cavernosos; y la venosa va a servir de
retorno, ya que el edema post-operatorio que se produce resulta más manejable.

135

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

Hay buen l lenado c ap i la r del
g l a n d e con sólo a n a s to m o s a r los cuerpos
cavernosos; no son tan necesarias las anastomosis
microquirúrgicas neuroarteriales.

No hubo d i s fu n c ió n erécti l , ni
f ís tulas uretrales, ni f ibrosis de los cuerpos
cavernosos en nuestro paciente, complicaciones
más temidas.

No se necesi tó injerto de piel.
La sensibilidad de la piel en nuestro caso se
ha mantenido hasta la actualidad.

Cuando hay lesiones de piel y
testículos, primero hay que reinjertar o reparar
los testículos y luego el pene.

E n s ín t e s i s : El c o n o c im ie n to
anatómico correcto del área quirúrgica; el buen
manejo de los cabos seccionados del pene en
cuan to a su c o n se rv a c ió n ; com o son: la
limpieza inmedia ta con solución salina y su
mantenimiento con soluciones isotónicas frías; la
correcta anastomosis término-terminal de la uretra
ten iendo como puen te un caté ter adecuado ,
teniendo presente que las suturas de los cuerpos
cavernosos y el drenaje venoso a través de la
vena dorsal profunda del pene, bien realizadas,
son fac to res im por tan tes que, un idos a los
anteriores, conducen a una mayor probabilidad de
é x i to del r e im p la n te de pene y a la
conservación de sus funciones, aún sin contar
con los aditamentos para microcirugía; tan sólo

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD D E GUAYAQUIL Im m m m m m m m m m m m m m m im sm m m m m m m iim m m sm m m m íísm

con buen ojo, certero conocimiento del área y
tratamiento sutil de las estructuras anatómicas,
nos llevarán al éxito del reimplante.

APENDICE
Lamentablemente no fue posible, por o b v ia s raz o n e s , r ea l i za r to m a s del pene

seccionado. Las fotografías que presentamos
c o r r e s p o n d e n al t é rm in o in m e d ia to de la
intervención del reimplante, y de su evolución
hasta la actualidad.

El propósito del presente trabajo, es el
de estar preparado para una de las emergencias
que, de no resolverlas con éxito, crearían una
situación caotizante, inexistente en el individuo antes del trauma o accidente. La función de conducto urinario y sexual, nos lleva a manejar
esta situación de la mejor forma posible, debido
a que el hombre normal, básicamente piensa que
su órgano sexual masculino, el pene, es uno de
los órganos más preciados de su economía.

Es de provecho realizar una sinopsis y
una revisión de este tema, ya que muy pocos
e s p e c ia l i s t a s han ten ido la o p o r tu n id ad de
reimplanta r un pene con éxito, más aún en
nues t ro m edio , en el que ca recem os de la
última tecnología microquirúrgica.

A gradec im ien tos , en especial , a mi
padre , m a e s t ro y am igo , Dr. E rnes to D íaz
Jurado, por sus sabias enseñanzas, y a todas las

personas que hicieron posible la realización de
este trabajo.

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