REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
res de la creación artística. Funda revistas y participa en publicaciones
de vanguardia, caracterizadas por reflejar el resquebrajamiento de los
esquemas literarios. Pero toda ruptura provoca un desequilibrio y los
agentes causantes del mismo suelen ser, por ello criticados y repudia
dos. Mayo no es una excepción y, por tanto, se le consideró un loco,
actitud más cómoda que analizar su obra y meditarla y, desde luego,
más fácil que reconocer la descomposición de un mundo caduco y el
descubrimiento de otro en el que el lector burgués queda desorienta
do.
Hugo Mayo rompe temática y formalmente, pero lo que marca con un
sello inconfundible su poesía, donde radica su valor, es en la nueva ela
boración formal del poema como signo de expresión. Al transformar
el ensamblaje lingüístico, el poeta está ofreciéndonos un mundo "otro",
está creando una nueva realidad literaria y abriendo nuevos horizontes
para observar la realidad referencial del signo lingüístico. Así, el pro
tagonista de la poética de Mayo es la palabra y, con más exactitud, el
lenguaje que, reelaborada, nos dará entrada a una nueva cosmovisión.
Ciertamente, no podemos olvidar aquellas creaciones en que el poeta
manabita invita a la revolución, como es el caso del poema "del prole
tario", como apunta Calderón Chico. Pero no es el caso de los selec
cionados. Con la excepción "Guayaquil, ayer y hoy", al alcance de to
dos, porque los signos mantienen su referencia real, el resto de los
poemas están marcados por la recreación de la realidad y simultánea
mente, por la creación libre de un mundo poético autónomo. Difícil
resulta, de este modo, su inmediata comprensión, ya que para abordar
los necesitamos olvidar por un momento el registro de las encasilladas
categorías reales con las que operamos cotidianamente.
Es inevitable la sorpresa del lector, que se ve obligado a fijar su aten
ción en el propio lenguaje poético. El recurso queda al descubierto y
la literariedad se logra plenamente. El poema contiene su propio refe
rente; la palabra deja de ser un signo convencional para pasar a ser pa
labra poética, esto es, su campo referencial se dilata y se reforma al en
trar en contacto con la palabra coetánea o al adoptar determinada po
sición en el verso. Es así como en los Poemas de Hugo Mayo aparecen
con absoluta legitimidad sintagmas como "los pies copiados", "cojo
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LITERATURA