La Universidad y sus compromisos con el conocimiento, la ciencia y la tecnología
55
Revista de la Universidad de Guayaquil Nº 113,
Mayo - Agosto 2012, ISSN 1019 - 6161
en la esfera de las políticas públicas. Para el
neoliberalismo, quien concibe la universidad pú-
blica como un escollo, ese es el estado natural
de la universidad.
A esta tendencia se le opone una concepción
que asume la relevancia social del conocimiento
y destaca su valor social y cultural, además de
su valor económico. Altbach (GUNI, 31-36) con-
sidera como funciones académicas esenciales:
preservar y difundir el conocimiento; participar
en la vida intelectual de la sociedad como ex-
pertos, intelectuales, analistas, etc.; favorecer
la conexión con el conocimiento internacional;
promover el acceso al conocimiento y la equidad
que él promueve; constituir motores del desa-
rrollo económico; promover la formación socio
humanista en todas las profesiones.
Como antídoto a la avalancha neoliberal que
pretende denir la universidad en los términos
que le conviene, Sousa Santos (GUNI, p.44-45)
recomienda “Luchar por la denición de univer-
sidad” a través de reformas que asuman “que en
el siglo XXI solo habrá universidad cuando haya
formación de grado y posgrado, investigación
y extensión. Sin una de ellas habrá enseñanza
superior pero no universidad”. Como bien com-
prende Sousa esto es inseparable de un “proyec-
to de nación” que lo permita, un proyecto “que
considere la educación un bien público y que
prepare a sus graduados para construir el desa-
rrollo sostenible y la equidad” (p.45).
En resumen, aunque como vemos el panorama
de las instituciones que llaman así mismas uni-
versidades es muy variado, en sentido estricto
merecen el calicativo de universidades aque-
llas instituciones de educación superior que
desarrollan programas de formación de grado
y posgrado, incluida la formación de doctores y
realizan investigación cientíca y actividades de
extensión universitaria como muestra de su com-
promiso con el entorno.
Las universidades son clave en la creación de
conocimiento (mediante la investigación), el de-
sarrollo de capacidades (docencia y formación
de investigadores), la difusión del conocimiento
(mediante interacción con usuarios del cono-
cimiento a través de diversas modalidades), la
transmisión intergeneracional de conocimiento
y la deliberación pública con base en el conoci-
miento (discusión de políticas públicas, crítica
social).
Cambios en las universidades
En las últimas décadas las universidades han pro-
curado articular cada vez más directamente sus
capacidades de formación e investigación con
la economía y la sociedad. Para ello han modi-
cado sus agendas de formación e investigación
y creado estructuras nuevas como parques tec-
nológicos, incubadoras de empresas, ocinas de
transferencia de tecnología. En suma, han gesta-
do nuevos arreglos institucionales y legales; han
creado nuevos incentivos y se han diversicado
las culturas (académica, económica, burocráti-
ca) que actúan al interior del mundo académico.
En particular se viene hablando con fuerza de
una “tercera misión” empresarial de la universi-
dad que se suma a las funciones de formación e
investigación.
Es bueno recordar que en América Latina la ex-
tensión universitaria fue reconocida como una
función de la universidad desde la Reforma de
Córdoba, formulación que acentuó temprana-
mente la idea del compromiso social de la uni-
versidad.
Lo de “tercera misión” se genera en los países
centrales y en su formulación hay mucha am-
bigüedad Se suelen incluir (Schoen et al, 2006
en Vessuri, 2008) dimensiones tales como: 1) La
transferencia de conocimiento incorporado en
estudiantes de doctorado y graduados (transfe-
rencia de competencias entrenadas a través de
la investigación a la industria y los servicios pú-
blicos orientados por misiones). 2) La propiedad
intelectual, entendida como conocimiento codi-
cado producido por la universidad y su gestión
(patentes, copyright). 3) Spin-offs: transferen-
cia de conocimiento a través del emprendedo-
rismo. 4) Contratos con la industria a través de
la coproducción de conocimiento y su circula-
ción a la industria. Su supone que es el principal
marcador del atractivo de las universidades para
actores económicos existentes. 5) Contratos con
cuerpos públicos, para satisfacer la dimensión
de servicio público de las actividades de inves-
tigación. 6) La participación en la elaboración
y/o implementación de políticas (a diferentes
niveles). 7) El involucramiento de la universidad
en la vida social y cultural, fundamentalmente
urbana. 8) Fomenta la comprensión social de la
ciencia, a través de la interacción con la socie-
dad. Sobre esto último volveremos en la segunda
parte de este documento.