Condiciones precognitivas del profesorado en el proceso de formación de competencias para la Investigación Formativa
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Revista de la Universidad de Guayaquil Nº 113,
Mayo - Agosto 2012, ISSN 1019 - 6161
granada con los objetos cientícos estudiados
en su actividad “curriprofesional”.
Leamos lo que dice la LOES: Ley Orgánica de
Educación Superior: Art. 147.- Personal acadé-
mico de las universidades y escuelas politécni-
cas.- El personal académico de las universidades
y escuelas politécnicas está conformado por pro-
fesores o profesoras e investigadores o investi-
gadoras. El ejercicio de la cátedra y la inves-
tigación podrán combinarse entre sí, lo mismo
que con actividades de dirección, si su horario
lo permite, sin perjuicio de lo establecido en la
Constitución en esta Ley, y el Reglamento de Ca-
rrera y Escalafón del Profesor e Investigador del
Sistema de Educación Superior.
I destacamos lo previsto en el Reglamento de Ré-
gimen Académico del Sistema Nacional de Edu-
cación Superior. (Aprobado el 30 de octubre del
2008, CONESUP), Titulo VII del personal docente
y de los estudiantes:
Art. 89. “El docente del Sistema Nacional de
Educacion Superior del país, a mas de tener una
sólida formación en las aéreas de los componen-
tes educativos y de investigación que serán de su
responsabilidad, garantizará sólidos y consisten-
tes valores éticos reconocidos por la sociedad,
así como un gran espíritu de investigación”.
Con esta nueva estructura legal las tareas de
docencia conllevarían obligatoriamente las de
investigación y gestión. ¿Cuáles serían los sis-
temas de seguimiento y control, si por el mo-
mento en ningún documento legal se establecen
políticas articuladas y ecaces de fomento a la
investigación en el campo universitario? Aún ni
siquiera existe un Reglamento General que nor-
me a la LOES.
Así nos metemos de lleno en la dilemática rela-
cional entre investigación y docencia ya que se
“asume” que éstas están íntimamente ligadas,
“que los académicos han de investigar para ser
buenos profesores”.
Miremos de reojo las relaciones asimétricas
que se producen en esta conexión, enseñanza-
investigación: (Clark 1997, en Juana Mª Sancho
Gil) realizó un análisis de cómo poder integrar
la investigación y la docencia y argumentó que
la investigación tiene, por supuesto, un lugar
en el ámbito de la enseñanza. Por su parte,
(Vidal y Quintanilla 1999 ibídem, pp. 45-46)
opinan que “la relación entre la investigación
y la enseñanza es inevitable…Casi nadie está de
acuerdo con la idea de que trabajar en la uni-
versidad implique sólo enseñar. La interferen-
cia más común entre las dos actividades se en-
cuentra en la dicultad de hacer investigación
si se tiene mucha docencia. El tiempo dedicado
a la investigación no se puede dedicar a la en-
señanza y viceversa. La actividad investigado-
ra lleva a la mejora de la enseñanza (pero no
viceversa). Es más, los académicos no pueden
ser buenos sin hacer investigación, aunque un
buen investigador puede ser un pésimo docen-
te. Algunas de las infraestructuras conseguidas
a través de proyectos de investigación también
se utilizan en actividades de enseñanza. Las
actividades de investigación contribuyen a po-
ner al día al currículum, afectando de forma
positiva a los cursos especializados. Si los cur-
sos se relacionan con el perl investigador del
profesorado, la relación es favorable. Dar cla-
se a grupos diferentes, con un gran número de
estudiantes, teniendo muchas horas de clase y
un horario poco favorable, reduce la posibilidad
de investigar. La puesta en práctica de nuevos
programas aumenta el tiempo requerido para la
enseñanza, disminuyendo el tiempo dedicado a
la investigación. (Cfr. Juana Mª Sancho Gil).
Participamos plenamente de la visión que nos
presenta (Carl Weiman, en Juana Mª Sancho Gil):
“¨[…] si alguien investiga, si está elaborando co-
nocimiento sobre un tema o problema y es capaz
de pensar que el conocimiento que se transmi-
te, traspasa o se hace accesible a los y las es-
tudiantes, no es diferente al que se desarrolla
en la investigación, en principio, está en mejor
situación para hacer vislumbrar al alumnado la
complejidad del conocimiento, su provisionali-
dad, su potencial para explicar el mundo e inter-
venir en él, así como su capacidad para modelar
opiniones y prácticas. Del mismo modo, también
podrá hacerles percibir la importancia de la in-
vestigación, las dicultades que encierra, sus
dimensiones políticas y éticas. (Viteri, op. cit. )
De ahí que se hace obligatorio caminar intensa
y profundamente alrededor de “La discusión de
la relación entre docencia e investigación y de
la relación entre la formación para la investi-
gación y la misión investigativa de la educación
superior –que-, pasa por la precisión en torno a
la investigación formativa y a la investigación
cientíca en sentido estricto,…”. (Restrepo, en
Viteri, op. cit).