REVISTA Científica. No. 115. ISSN 1019 - 6161 Enero-Abril 2013
40 REVISTA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
Nuestro Invitado
Según Fiallo (1996: 70), esta “es una vía efec-
tiva que contribuye al logro de la relación mu-
tua del sistema de conceptos, leyes y teorías que
se abordan en la escuela, así como un sistema
de valores, convicciones y de relaciones hacia el
mundo real y objetivo en el que corresponde vivir,
y en última instancia, como aspecto esencial, de-
sarrollar en los estudiantes una formación labo-
ral que les permita prepararse plenamente para
la vida.”
Para Rodríguez Neira (1997:160) la interdiscipli-
nariedad “no es solo un criterio epistemológico,
un sistema instrumental y operativo, sino una
forma de vida, una manera de ser. “
En la época actual, se renueva el encargo social
a la educación, es imprescindible la formación
de hombres y mujeres que sean al mismo tiempo
innovadores y creadores, portador es de valo-
res humanistas, que trabajen y comprendan las
revoluciones educacionales que tienen lugar en
sus contextos de desempeño, que ayuden a cons-
truirlas, a terminarlas y preservarlas. Frente a la
tendencia pragmática y especializada en un mun-
do de cuerpos ocupados y almas vacías, la histo-
ria, las artes, la poesía, en fin, las humanidades
constituyen infalible remedio para la neurosis de
estos tiempos.
El modelo del ser humano que se aspira formar
es el de una personalidad integral, portadora de
los más elevados valores y principios que son el
fundamento de la identidad nacional, y capacita-
da para competir solidaria y eficientemente en el
mundo del siglo XXI.
En las ciencias humanísticas se deben encon-
trar los nexos y relaciones que existen, obje-
tivos comunes en la formación de los profe-
sionales de esta área, disciplinas iguales o
afines, y las potencialidades que brindan es-
tos contenidos en el desarrollo de cualidades
de la personalidad propia de un profesional
del área de las humanidades.
Todo ello, a su vez, pasa por una cuestión esen-
cial y presente en la reflexión contemporánea, no
solo en el orden lógico entre los componentes de
los diversos sistemas y entre estos, sino aten-
diendo al devenir histórico, a partir de la relación
entre el pasado, el presente y el futuro.
Asimismo, la problemática que encierra la no in-
tegración de las ciencias, característica del de-
sarrollo científico y tecnológico actual, que se
expresa en la interdisciplinariedad; tiene su ma-
nifestación en el plano pedagógico, lo que traza
el cauce de la concepción y ejecución del proceso
de enseñanza-aprendizaje que apunta a un real
desarrollo del sujeto.
La enseñanza de las humanidades tiene que ha-
cerse más humana en sus fines, objetivos, conte-
nidos, métodos y formas de organización de las
tareas de aprendizaje. El humanismo debe partir
de un código de valores donde junto a la reali-
zación y libertades humanas existan contextos
históricos, de justicia social y de alcance global.
Solo así puede lograrse la perfección y felicidad
del hombre. Por tanto, debe haber una unidad de
objetivos estéticos y políticos a escala nacional
y mundial.
En las humanidades, los nexos interdisciplinarios
necesitan ser cada vez más sólidos a partir de
un desarrollo teórico mayor de la didáctica de
las humanidades y su instrumentación práctica
en la formación permanente del profesorado, que
promueva, a manera de modos de actuación pro-
fesional, la observación y ejecución de procesos
de desarrollo intelectual creativo y actitudes para
la comprensión y transformación de la realidad.
En el tercer Seminario Nacional para educado-
res cubanos (2000-2001), se plantea que la in-
terdisciplinariedad es un acto de cultura, no es
una simple relación entre contenidos, sino que
su esencia radica en su carácter educativo, for-
mativo y transformador, en la comunicación y ac-
titudes de los sujetos. Es una manera de pensar
y de actuar para resolver los problemas comple-
jos y cambiantes de la realidad, con una visión
integrada del mundo, es un proceso basado en
relaciones interpersonales de cooperación y de
respeto mutuos; es decir, un modo de actuación
y una alternativa para facilitar la integración del
contenido, para optimizar el proceso de planifi-
cación y dar tratamiento a lo formativo.
La interdisciplinariedad no se refiere a simples
relaciones entre disciplinas sino interrelaciones
que generan síntesis, y por ello debe conside-
rarse como un proceso que permite solucionar
conflictos, definir problemas, comunicarse, in-
tegrar datos y actuar transformadoramente con
la realidad.
La complejidad de las sociedades en las que se
vive en la actualidad, la interconexión entre las
distintas naciones, gobiernos, políticas y estruc-
turas económicas y sociales obligan a análisis