Un enfoque Integral de la Educación Superior Ecuatoriana
Revista Universidad de Guayaquil 59
y que para ubicamos correctamente en los pro-
cesos globalizados debemos crear los espacios
que deendan el interés y benecio de nuestras
sociedades y pueblos.
El sistema educativo ha de proponerse formar
al hombre apto para desempeñar en la sociedad
su papel como trabajador intelectual o manual,
desde la posición del ciudadano que ama a su
pueblo, a su patria, que está dispuesto a laborar
arduamente por su desarrollo, sin menoscabo al-
guno, en defensa de los intereses de su pueblo, y
de su bienestar. Ese es el hombre de ciencia que
necesita la humanidad para que el desarrollo re-
dunde en bienestar global.
A pesar de los avances cientícos y tecnológi-
cos que el mundo actual posee, la educación
superior en lo referente al Arte de enseñar
que es la Pedagogía, tiene una serie de fracturas
que desencadenan en situaciones problémicas,
que al identicarlas nos conduce y encamina a
buscar una solución emergente, esa es la labor
del docente educado y formado para buscar vías
de solución a la diversidad de problemas de
la educación superior, que afectan a la calidad
del desempeño pedagógico de los docentes, y
por ende a la calidad del proceso de enseñanza
aprendizaje.
Cada vez se vuelve más importante en la docen-
cia universitaria mejorar la calidad, como pro-
fesionales de la educación superior, el docente
universitario tiene como profesión básica una
diferente a la de la Pedagogía y afronta su prác-
tica profesional a partir de experiencias como
estudiante, y desde ellas trata de reexionar y
actuar de manera semejante a quienes consideró
sus mejores maestros, sin embargo sin segar
lo valioso de sus experiencias previas ha encon-
trado que estos elementos de por sí no son su-
cientes y ha iniciado otra profesionalización,
ahora en educación.
La crisis de la Universidad ecuatoriana se agrava
al afrontar la escasez de verdaderos maestros,
hay docentes que no lo hacen por vocación-for-
mación sino por obtener una remuneración, los
estudiantes deben recibir una excelente prepa-
ración, integral. Desterrar la vieja idea de que
el profesor se convierte en transmisor de un co-
nocimiento acabado y que la calidad del apren-
dizaje se evaluará con la repetición dedigna de
esos conocimientos. Hay que promover que el
estudiante acceda a la información que le per-
mita construir su conocimiento de la realidad,
de manera que vaya adquiriendo herramientas
para estar en el mundo natural y social.
Hay que nutrirse teóricamente para construir,
para innovar en las prácticas pedagógicas, te-
niendo en cuenta que en la educación universi-
taria lo prioritario es no solo la reconstrucción
de la ciencia y el servicio social de ella, sino la
producción de conocimientos y la inserción del
profesional en la vida pública, de allí el valor
de que debe tener la investigación formativa en
todo el proceso educativo y la necesidad particu-
lar de la investigación cientíca.
De igual manera la innovación vista como movi-
miento político-pedagógico tiene un impacto por
demás importante en la generación de nuevos
modelos curriculares donde se perlan cambios
paradigmáticos que trastocan signicativamente
la práctica docente, poniendo el acento en lo
que la UNESCO denomina pilares de la educa-
ción, es decir, el saber, el saber hacer, el ser y
el aprender a convivir, a estos pilares incorpo-
raríamos el aprender a aprender por ser la base
del aprendizaje signicativo, que da al sujeto la
posibilidad de aprender para la vida.
La actividad docente en muchos casos va más
allá de lo profesional para convertirse en una vo-
cación y así fue captada por Gabriela Mistral en
su famoso decálogo del maestro. “Maestro sé
fervoroso, para encender lámparas, basta llevar
fuego en el corazón”. El maestro debe procurar
brindar una formación completa a los estudian-
tes, tanto en lo académico como en la forma-
ción humana y social, sin olvidar la preparación
para el mundo del trabajo profesional. Es deber
del docente ser el formador de las nuevas ge-
neraciones, se debe convertir en el referente y
guía para sus alumnos, siempre abierto al pen-
samiento innovador en benecio de un mejor
aprendizaje.
El maestro debe estar consciente de que la labor
del docente cambia constantemente, se modi-
can los métodos, cambian los estudiantes, y hay
que actualizarse constantemente, ésta pudiera
ser una parte del problema a resolver con res-
pecto a la fragmentación de saberes o el análisis
por parcelas de los fenómenos de la realidad, por
parte de los profesionales. La interdisciplinarie-
dad debe llevarse como un dispositivo pedagógi-
co que permita al alumno entender la realidad
compleja y no recortada por la disciplina y la
posibilidad de generar procesos de análisis de la
compleja problemática social.