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EDUCACIÓN
Revista de la Universidad de Guayaquil Nº 112,
Enero - Abril 2012, ISSN 1019 - 6161
¿Universidad: paradigma de conocimiento o
paradogma de información?
• ¿Se ha intentado de manera institucional
niquitar el paradogma de información
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: sis-
tema de educación fundado sobre los valores
de otros siglos, {en una organización de “sa-
beres” generales, no contrastados, ni ve-
ricados} obsoleto, dogmático, autoritario,
tradicional, memorístico, repetitivo, gene-
rador solamente de información, reproduc-
tivo, etc., e incoar el paradigma de conoci-
miento {conoceres sustentados en prácticas
cientícas, modelación/simulación, etc.} de
enfoque cognitivo, ecológico y contextual,
centrado alrededor del estudiantado, en la
formulación de hipótesis, holístico, con
visiones multidisciplinarias, interdisciplina-
rias, complejo y por competencias?
Desde que Snow señalara que:
“[…] una barrera de desconocimiento e incom-
prensión mutua entre las personas dedicadas a
las ciencias y a las humanidades sobre sus ac-
tividades respectivas, y que en su posición sin-
gular como cientíco por formación y profesión,
así como escritor y miembro de varias tertulias
literarias por vocación, le permite conocer y
describir desde el interior de ambas posturas”…
“originan en parte, y a la vez se reejan, en el
diseño- desarrollo de los sistemas educativos de
los distintos países” (Snow, 1959/1964 en Ba-
rrio, Cipriano, Las tres culturas…).
Lo que su pensamiento irradiaba:
Desde lo epistemológico:
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-era que- Las funda-
mentaciones curriculares, el proceso didáctico-
metodológico mediante el cual se “enseña”
envuelve un círculo vicioso de conocimiento,
un modelo epistémico determinado. Los tra-
dicionales modelos aplicados a la educación:
Naturalismo, idealismo, realismo, humanismo,
materialismo, maniqueísmo, racionalismo, em-
pirismo, positivismo, experimentalismo, psicolo-
gismo, conductismo, etc. estaban impregnados
de un “paradogma” teorético cuyos sustentos se
daban (dan todavía) en el racionalismo carte-
siano-newtoniano que ve al mundo: inteligible,
organizado, predecible, lógico, ordenado, com-
prensible y reproducible. Este enfoque alcanza
explicaciones parciales-didácticas; no percibe la
complejidad. Bachelard, lósofo de las ciencias,
argumenta: “[...] lo simple no existe, solo existe
lo simplicado. La ciencia no es el estudio del
universo simple, es una simplicación heurísti-
ca necesaria para extraer ciertas propiedades”.
Fragmentar la realidad es cción; al atomizarse
el objeto de las ciencias se impide la percepción
de construcciones epistemológicas complejas.
Ese paradogma persuadió al magisterio-alumna-
do a separar, compartimentar, aislar y a no ligar
los conocimientos naturales con lo histórico,
sociológico, geográco, cultural, etc. atroando
la disposición mental natural para contextuali-
zar y globalizar.
Una inteligencia parcelada, compartimentada,
mecanicista, disyuntiva, reduccionista, rompe
lo complejo del mundo en fragmentos separa-
dos, fracciona los problemas, separa lo que está
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La Ley de Educación Superior, señala en el Art. 146, Garantía de la libertad de cátedra e investigativa “[…] –la- facultad de
la institución y sus profesores para exponer, con la orientación y herramientas pedagógicas que estimaren más adecuadas,
los contenidos denidos en los programas de estudio”; o sea, se deja, inclusive, desde esta perspectiva novedosa, pero des-
conocedora de asuntos epistemológicos, lo esencial que tiene que extinguirse en el sistema de educación: el paradogma
de información en el que se sustenta el mismo; a su vez, contradiciéndose con el mismo Proyecto en los Considerandos 4
y 8 y los Arts. 8., Fines; 93, Principio de calidad; 107, Principio de pertinencia, que atisban otro tipo de paradigma, basado
en la producción de conocimientos.
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El conocimiento es representado a través de los modelos epistémicos {se dice de episteme lo concerniente al saber y
de epistémico lo que tiene que ver o está asociado con el conocimiento. La epistemología se entiende como la discipli-
na cientíca que se encarga del estudio del conocimiento, de sus principios, axiomas y fundamentos, como también de
su evolución histórica} alrededor de los eventos, las ideas, los hechos, que cada cultura crea en su constante actividad
interpretativa. Son representaciones conceptuales sobre las cuales se soporta el pensamiento, o a partir de los cuales se
indaga sobre la “realidad”. Cada investigador realiza su actividad apoyado en una estructura de ideas, o con base en un
modelo representacional –ideas, símbolos, normas, protocolos, criterios…-, propios de la cultura a la que se pertenece, de
su formación o producto de su evolución teorética. A partir de ese modelo el investigador piensa, opina, lee, ve, percibe la
realidad, e, inclusive, juzga y valora. Pero no deberíamos olvidar que el modelo es una representación, no la realidad mis-
ma. Contiene ideas, lenguaje propio, expresa valores {perspectiva axiológica}, alude a contextos, posee semiótica {códigos,
símbolos, iconos, signos}, facilita aplicaciones {disciplinarias, multidisciplinarias, interdisciplinarias; o, también, surgiendo
desde la arquitectura impacta en la educación, política, economía, etc.}, presenta literatura donde los autores exponen sus
presupuestos teóricos, explicaciones de contenido, experiencias de aplicaciones nacidas de tal o cual matriz epistémica.
Desde su tipología pueden ser: aglomerados, mecánicos, fragmentados, modulares, difusos, originarios y derivados. (Cfr.
Barrera, Marcos, 2002).