La función simbólica en el desarrollo del

lenguaje en los niños de inicial ii (4 años)

 

The symbolic function in language development in children of initial II (4 years)

 

Gabriela Maldonado Silva

Cecilia Jiménez Sánchez

Oswaldo López Bravo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Fecha de recepción: 2 de Febrero de 2017

Fecha de aceptación: 9 de Febrero de 2017

 

 

 


La función simbólica en el desarrollo del

lenguaje en los niños de inicial ii (4 años)

 

The symbolic function in language development in children of initial II (4 years)

Gabriela Maldonado Silva[1], Cecilia Jiménez Sánchez[2], y Oswaldo López Bravo[3]

Como citar: Maldonado, G., Jiménez, C., López, O. (2017). La función simbólica en el desarrollo del lenguaje en los niños de inicial II (4 años), Revista Universidad de Guayaquil. 125(2), 55-67. DOI: https://doi.org/10.53591/rug.v125i2.436

 

RESUMEN: 

 

La edad preescolar representa una de las etapas más significativas en cuanto al desarrollo psicológico del infante. En esta edad emergen nuevas formaciones psicológicas como habilidades psicológicas de preparación del niño para su posterior ingreso a la escuela, las cuales inducen al infante a experimentar cambios sustanciales en su desarrollo cognitivo y en su personalidad. La función simbólica, en esta edad, se refiere a la capacidad del infante para representar objetos ausentes mediante la utilización de símbolos y signos, de acuerdo a su edad psicológica y medio sociocultural en el cual se desenvuelve. Visto de otra manera, el desarrollo de la función simbólica contribuye, a su vez, al desarrollo de otras funciones psicológicas mismas que son fundamentales para la actividad escolar. Bajo este contexto, el objetivo del presente estudio es presentar una revisión completa de literatura enfocando estudios y teorías acerca de la importancia de la función simbólica en el desarrollo del lenguaje en niños de educación inicial, subnivel II; para ello, la metodología utilizada es cualitativa, descriptiva dado que se realizó la revisión y descripción de temas enfocados a estas variables de investigación.

 

Palabras claves: Desarrollo del lenguaje, educación inicial, función simbólica, habilidades psicológicas, símbolos y signos. 

 


Abstract:

 

The preschool age represents one of the most significant stages in the psychological development of the infant. In this age new psychological formations emerge as psychological skills of preparation of the child for their subsequent entry into school, which induce the infant to undergo substantial changes in their cognitive development and personality. The symbolic function, in this age, refers to the capacity of the infant to represent absent objects through the use of symbols and signs, according to their psychological age and sociocultural environment in which they develop. Seen in another way, the development of the symbolic function contributes, in turn, to the development of other psychological functions that are fundamental to school activity. In this context, the aim of the present study is to present a complete review of literature focusing on studies and theories about the importance of the symbolic function in the development of language in children of initial education, sub-level II; for this, the methodology used is qualitative, descriptive given that the review and description of topics focused on these research variables was carried out

 

Keywords: Language development, initial education, symbolic function, psychological skills, symbols and signs.

 

INTRODUCCIÓN 

 

Una de las características destacables en el desarrollo infantil constituye la actividad con signos y símbolos, conocida como función simbólica. Así pues, de forma tradicional, en la psicología del desarrollo, la función simbólica es comprendido como la posibilidad de sustituir un objeto concreto con algún tipo de representación simbólica. Dicha representación puede darse en diferentes niveles, tales como objetos, imágenes, gestos o palabras.

 

El origen de la función simbólica se da a partir de la interacción social que se produce entre el niño y el adulto utilizando objetos como medios sustitutos de otros en actividades de juego simbólico, ejecutando acciones con gestos representativos. Los tipos de actividades mediante las cuales la función simbólica puede desarrollarse constituyen el dibujo, los juegos de roles sociales, los juegos de mesas, la dramatización, los juegos deportivos, la construcción de acuerdo a modelos y esquemas, entre otras. Bajo esta perspectiva, no es el ambiente ni tampoco el contexto social sino la actividad que se desarrolla la que posibilita el desarrollo de la función simbólica. Por lo que, la actividad constituye la verdadera condición y forma para la existencia de la función simbólica (González y Solovieva, 2016).

 

Ahora bien, el tipo de actividad mayormente que se utiliza para el estudio y formación de la función simbólica en la edad preescolar del niño constituye el juego de roles sociales. Dado que, en diferentes estudios se releva que la inclusión de reglas de manera simbólica mediante gestos, imágenes y otras maneras de representación aporta en gran medida a la adquisición de la conducta voluntaria, es decir, el respeto a las reglas y a la imaginación del infante. Razón por la cual, la función simbólica necesita de un trabajo intencional y sistemático ejecutado por el adulto mediante una metodología que establece ayudas y niveles de formación en relación a las necesidades de desarrollo psicológico del infante.

 

Asimismo, dentro de la función simbólica se incluyen varias operaciones que se convierten desde las operaciones más sencillas hasta las más dificultosas. Sin embargo, estas operaciones se pueden desarrollar en tres niveles: materializado, perceptivo y verbal (González, 2015). De esta manera, los niveles de adquisición simbólica alteran el contenido del intelecto, además influyen en la ejecución de diferentes actividades y finalmente, afectan el desarrollo normal de todas las esferas que conforman la vida psíquica del infante: afectivo-emocional, cognitiva, de intereses y motivos, de la personalidad y comportamental (González y Solovieva, 2016).

 

El desarrollo de la función simbólica es indispensable en el niño preescolar de manera que garantice su paso exitoso a la enseñanza sistematizada del siguiente nivel. De forma general, al promover el desarrollo de la función simbólica en el infante se está contribuyendo también al desarrollo de otras funciones psicológicas tales como: actividad verbal, la escritura, la lectura, el desarrollo del pensamiento conceptual y el pensamiento matemático elemental, los cuales son indispensables para un desempeño óptimo dentro de las diferentes actividades escolares (Bonilla, Solovieva y Rocío, 2012). 

 

El nacimiento de la función simbólica puede observarse a través de conductas que implican la evocación representativa de acontecimientos u objetos, y supone además la utilización de significantes diferenciados. Es decir, estas conductas constituyen la imagen gráfica y el juego simbólico (Álvarez y Orellano, 1979). Por lo tanto, el juego simbólico representa un sistema de significantes, creado por el niño/a, que le permite funcionar y adaptarse a la realidad del mundo exterior. De modo que, representa con gestos diferentes realidades que no se encuentran presentes.

 

MARCO TEÓRICO 

 

Función simbólica 

 

Bajo la perspectiva de Solovieva y Quintanar (2013) “la función simbólica siempre implica abstracción y generalización, aun cuando sea en los niveles básicos. Debido a que, no es posible representar ni sustituir si no existe la posibilidad de abstraer y generalizar el rasgo a través del cual se ejecuta la representación o sustitución”. Dicho en otras palabras, y como lo expone González y Solovieva (2014) la función simbólica es definida como “el dominio de los signos y los símbolos accesibles para el niño de acuerdo a su edad psicológica y medio sociocultural”.

 

De esta manera, la función simbólica es manifestada a través de diferentes actividades como, por ejemplo, juego de roles, cuentos y dibujos, los mismos que se convierten en actividades que son característicos de la edad preescolar, además posibilitan el desarrollo de otras formaciones psicológicas tales como la actividad reflexiva, la imaginación, la actividad de comunicación, que son elementos fundamentales dentro del aprendizaje en la etapa escolar del infante. Por tal motivo, a través de la función simbólica el infante va formando las bases cognitivas para desarrollar el conocimiento abstracto y generalizado del mundo que los rodea (González y Solovieva, 2014). 

 

El desarrollo de la función simbólica surge a partir de la interacción social en actividades conjuntas en las que se utilizan objetos como recursos sustitutos de otros. En esta interacción el proceso de desarrollo de la función simbólica es activo y depende en gran medida de la manera en que se organicen las actividades (Friz, Sanhueza, Sánchez, Sámuel y Carrera, 2009).

 

Por tanto, la función simbólica puede ser considerado como una formación psicológica indispensable en la infancia preescolar. Diferentes interpretaciones y relaciones conceptuales pueden ser identificadas dentro de la literatura. Donde dentro de la psicología clásica, autores como (Davidov, 1988; Piaget, 1961, Vigotsky, 1995) relacionan la función simbólica con la adquisición temprana del lenguaje y la conservación de la imagen del objeto ausente. Por otro lado, desde la perspectiva de la psicología histórico-cultural, la función simbólica se convierte en una formación psicológica indispensable para iniciar la edad escolar y se asocia también como parte fundamental de las actividades culturales del niño, específicamente, dentro de su actividad principal, como es el juego. Por lo tanto, la función simbólica hace referencia al dominio paulatino tanto de signos como de símbolos sencillos que ayuda a la comprensión de sistemas simbólicos mayormente complejos en la educación primaria. En tal virtud, las actividades con los signos contribuyen para la adquisición de conocimientos científicos en la edad escolar.

 

Por otro lado, desde la teoría de la actividad y el enfoque histórico-cultural, la función simbólica puede ser estudiada desde la comprensión del desarrollo de la actividad intelectual, la cual puede concebirse desde diferentes niveles de desarrollo, como lo son las acciones materializadas, perceptivas y verbales. De forma particular, la evaluación de la función simbólica incluye las acciones materializadas simbólicas, perceptivas simbólicas y verbales simbólicas. En donde, las acciones materializadas simbólicas hacen referencia a la posibilidad de sustituir un objeto por otro cuando se realiza una acción que representa al objeto que se sustituye. Mientras que las acciones perceptivas simbólicas están asociadas con la posibilidad de representar en el plano gráfico situaciones o conceptos, a través de la utilización de símbolos, para dar solución a diferentes problemas. Finalmente, las acciones verbales simbólicas hacen referencia al aspecto lingüístico de la acción. Donde el rasgo característico constituye la palabra, la misma que define su significado de acuerdo al objeto al cual substituye. Por lo tanto, la palabra se transforma en el signo de representación, además de la denominación, dado que no solo representa objetos, sino también que representa sustitutos de objetos. Dentro de la edad preescolar, los niños pueden desarrollar la función simbólica en estos tres niveles cuando se garantiza su participación activa en el juego de roles sociales (González y Solovieva, 2015)

 

 

La función simbólica y el lenguaje

 

El lenguaje, en relación con el constructivismo de Piaget, es posibilitado por la función simbólica y tiene su origen en una acción que ya se observa en el bebé: la imitación. A partir de aquello, la imitación da lugar a la imagen mental; ésta no es una fotografía del objeto que el niño tiene enfrente, sino que llega a ella por un proceso mental de interiorización de la acción de imitar. Así pues, la imagen mental admite la evocación de hechos no percibidos en un momento dado; lleva en sí dos elementos: el significante y el significado; donde el primero, evoca el objeto en ausencia de éste y el segundo constituye su representación. Del interjuego de significantes y significados nace la función simbólica. De modo que la función simbólica permite la representación de lo real por medio de significantes distintos de la cosa significada, lo que lleva al signo lingüístico, arbitrario, que no tiene nada que ver en su estructura con el objeto representado. El signo es una creación colectiva, social, y es lo que se halla en la base tanto de la lengua oral como escrita (Penchansky, 2004).

 

Desde la orientación histórico-cultural, la función simbólica constituye la principal característica dentro del proceso psíquico, dado que constituye una posibilidad para la utilización de signos y símbolos sean estos internos o externos por parte del individuo. En definitiva, la función simbólica se refleja en el nivel de utilización de los recursos, de forma especial en los signos y los símbolos donde tanto los signos como los símbolos constituyen instrumentos que alteran de forma cualitativa la vida psicológica del ser humano.

 

En definitiva, dentro de la educación inicial, la función simbólica se refiere a la posibilidad del infante de utilizar diferentes medios materializados (acciones con sustitutos de objetos), perceptivos (propuesta de símbolos en el plano gráfico) y verbales (uso de la palabra como signo, la acción se presenta como forma verbal externa, se refiere al aspecto lingüístico de la acción) en el juego (González, 2015).

 

 

Estructura del juego simbólico en niños de 3 a 4 años 

 

Imitación diferida: el infante ante la ausencia de un modelo empieza a imitar sucesos, situaciones, acontecimientos de las personas que rodean su entorno para recompensar su imaginación.

Dibujo: los primeros dibujos que realizan los infantes se establecen en forma de garabatos libres, seguidamente a este paso los garabatos plasmados son más ordenados tratando de hacer figuras ya sea lineales o circulares.

Imagen Mental: el infante es capaz de armar un rompecabezas con las piezas que tiene en la mano.

Lenguaje: a los infantes de esta edad se les permite expresarme a través de sus propias palabras con conocimientos que fueron impartidos mediante los juegos con los que se va interactuando en el salón (Carrasco, 2017). 

 

Desarrollo del lenguaje de los 0 a los 6 años

 

La adquisición del lenguaje por parte de los infantes constituye uno de los sucesos más admirables que se produce a lo largo de la vida de una persona. El lenguaje se desarrolla de forma natural en gran parte de niños y niñas, los cuales deben tener la capacidad para ver, escuchar, entender y recordar, de esta forma, el lenguaje constituye parte esencial del desarrollo integral del niño, debido a que se encuentra directamente asociado a diferentes procesos: desarrollo socio emocional, maduración del sistema nervioso, desarrollo cognoscitivo (Narváez, 2013).

 

Otro aspecto importante de señalar es que, desde el nacimiento él bebe intenta comunicarse con los adultos, normalmente en esta epata, el llanto constituye esta forma de comunicación. A partir de esto, conforme se vaya desarrollando su maduración social y cognitiva permitirá una comunicación más fluida con los adultos debido a la aparición de las primeras palabras. Este desarrollo progresivo sin duda alguna puede ser potenciado a través del contacto diario con otras personas, debido a que la comunicación, puede ser enmarcado como un acto social, de entender y hacerse entender (Bofarull, 2014). Bajo este contexto, se puede argumentar también que el infante ha de desarrollar la capacidad para comprender lo que la otra persona intenta comunicar, además de comunicar lo que intenta dar a entender al otro. Por lo tanto, la comunicación constituye un acto cognitivo y social que requiere la presencia de dos o más individuos personas (Arconada, 2013).

 

Etapas en el desarrollo del lenguaje en niños y niñas de 4 a 5 años

 

Tabla 1. Etapas del desarrollo del lenguaje 

Niveles

Descripción

Fonológico 

Constituye la articulación en el punto y modo de los sonidos.

Semántico

Se enfoca a la comprensión del significado de las palabras.

Sintáctico 

Se refiere a la forma en que se estructura una frase para expresar una idea la cual se irá completando conforme a las reglas.

Interiorización 

Es lo que aprende y entiende, es decir, asimila profundamente y así va formando su lenguaje propio.

Pragmático 

Se enmarca a la manera en que se utiliza el lenguaje en la vida cotidiana, es decir, intensidad, ritmo, tono entre otras.

Fuente: Adaptado de Fajardo, P. (2010) “Guía docente de actividades para desarrollar las destrezas de escuchar y hablar en niños y niñas de 4 a 5 años”

 

En el desarrollo del lenguaje del niño o niña influye en gran medida el entono donde se desenvuelve el infante, tomado en consideración factores tales como sociales, familiares, culturales y afectivos. Es preciso también, señalar que el infante desarrolla el lenguaje con la finalidad de comunicarse, es así que adquiere los símbolos que se encuentran presentes en su contexto, por ejemplo: necesita aprender su lengua materna, si dentro del contexto se habla español, el infante aprenderá el español, por el contrario, si su entorno es de habla inglesa, los niños deben aprender dicho idioma. Cabe señalar que mientras se da el proceso de adquisición del lenguaje hay una serie de etapas previas que el infante debe atravesar para conseguirlo (Córdova y Macay, 2014; Gutiérrez, 2014)

 

La secuencia evolutiva que experimenta el infante para el desarrollo del lenguaje empieza al momento que el infante de 4 semanas inicia la etapa de adquisición lingüístico donde en primera instancia produce sonidos guturales, mientras que, a partir de las 16 semanas el infante pasa a hacer murmullos, a las 28 semanas empieza a vocalizar, a las 40 semanas responde a su nombre, a los 12 meses ya puede mencionar dos a más palabras, a los 18 meses empieza a nombrar dibujos, a los 2 años comienza a utilizar frases, a los 3 años es capaz de construir oraciones y finalmente a los 4 años ya puede utilizar conjunciones (Córdova y Macay, 2014).

 

A esta edad los infantes pasan de las tradicionales “holofrases” a mantener una comunicación verbal con el uso de frases más completas, en esta etapa los infantes empiezan a tener un vocabulario más extenso para su utilización, por consiguiente, su comunicación con otras personas es más clara. A pesar que su pronunciación aun es imperfecta, las personas de su entorno ya comprenden mejor lo que el infante intenta manifestar (Argüello, 2010).

 

Etapas del desarrollo del lenguaje según Piaget

 

El lenguaje es visto como un instrumento de la capacidad cognoscitiva y afectiva del individuo, lo que indica que el conocimiento lingüístico que el niño posee depende su conocimiento del mundo. Diferentes estudios y teorías realizadas por Piaget se fundamentan en las funciones que tendría el lenguaje en el niño. Para Piaget las frases dichas por los niños pueden ser clasificadas en dos grandes grupos. Las del lenguaje egocéntrico y las del lenguaje socializado, estas a su vez se dividen en las siguientes categorías (Ramírez, 2013).

 

 

 

 

 

 

 

Figura 2. Etapas del desarrollo 

Fuente: Elaboración propia  

 

Bajo este contexto, según el autor anteriormente citado se identifican dos etas en el desarrollo del lenguaje de los niños, el primero corresponde al lenguaje egocéntrico, el mismo que se caracteriza porque el infante no se ocupa de saber a quién habla ni si es escuchado. Mientras que el lenguaje socializado se caracteriza por el dominio de la información y su comunicación hasta el exterior en forma adaptativa.

 

CONCLUSIONES 

 

El desarrollo de la función simbólica es indispensable en el infante preescolar de manera que garantice su paso exitoso a la enseñanza sistematizada del siguiente nivel. Es importante destacar también que al promover el desarrollo de la función simbólica en el infante se está contribuyendo también al desarrollo de otras funciones psicológicas tales como: actividad verbal, la escritura, la lectura, el desarrollo del pensamiento conceptual y el pensamiento matemático elemental, los cuales constituyen son indispensables para un desempeño óptimo dentro de las diferentes actividades escolares que ejecuta el estudiante.

 

El desarrollo del lenguaje en infantes de 4 a 5 años que son las edades que normalmente se encuentran cruzando el subsistema de inicial II, atraviesan diferentes etapas para desarrollar este intelecto, además influye en gran medida el entono donde se desenvuelve el infante, para dicho desarrollo.

 

Finalmente, se recomienda que una futura línea de investigación sea una aplicación misma dentro de una unidad educativa a fin de determinar estadística entre la función simbólica y el desarrollo del lenguaje en niños de educación inicial II.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 

 

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Arconada, C. (2013). La adquisición del lenguaje en la etapa de 0 a 3 años (tesis de maestría). Universidad de Valladolid, Valladolid, España.

 

Argüello, M. (2010). Psicomotricidad: expresión de “ser-estar” en el mundo.

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Bofarull, N. (2014). El juego simbólico y la adquisición del lenguaje en alumnos de 2o ciclo de E.I (tesis de maestría). Universidad Internacional de la Rioja, Logroño, España.

 

Bonilla, M., Solovieva, Y., y Jiménez, N. (2012). Valoración del nivel de desarrollo simbólico en la edad preescolar. Revista CES Psicología, 5(2), 56–69.

 

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[1] Maestrante, Universidad estatal de Bolívar, Ecuador. Correo electrónico: gabymaldonado1980@gmail.com

[2] Docente, Universidad estatal de Bolívar, Ecuador. Correo electrónico: ceciliad.jimenez@educacion.gob.ec

[3] Docente, Universidad estatal de Bolívar, Ecuador. Correo electrónico: olopez@ueb.edu.ec