ETICA MEDICA Y ORIENTACION
SOCIAL EN LA ENSEÑANZA DE
LA MEDICINA *
El título de esta conferencia corresponde al de una mesa
redonda que el Prof. Milton Roemer, de la Universidad de Cali
fornia, Los Angeles, promoviera basado en la conferencia que el
sociólogo e historiador de la Medicina Henry E. Sigerist publi
cara en The Yale Journal of biology and Medicine en el año
1980.
Con las ideas propuestas por Roemer, la Organización
Mundial de la Salud, publica en su revista Foro mundial de la
Salud Vol. 3 N °. 4 de 1982 una serie de comentarios de prom i
nentes médicos que conform an una extensa gama de opiniones
provenientes de diferentes países y distintos sistemas referentes
al tema central que vamos a desarrollar: la orientación social
de la Enseñanza de la M edicina.
¿Por qué se nos ha ocurrido este tema?, en un día como
hoy tan cercano a Navidad y en una reunión promovida por la
Asociación de Médicos para exaltar a distinguidos colegas que
han cumplido 25 años de vida profesional y que son com pañe
ros de trabajo en esta Institución de la Seguridad Social E cuato
riana. Precisamente por que éstas son fiestas de solidaridad hu
mana y ésta es una Institución de Seguridad Social, y todos so-
D r. A lfonso Roíd os Garcés, Profesor de la Facultad de Medicina.
- 2 5 1 A
^ ( ' /
(/ OÍy O >,jr Ci - í t t ! ¿7 /
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
mos profesores de la Universidad, y en una u otra medida, la
form ación y principios éticos que norman el ejercicio profesio
nal de los futuros médicos y su relación con la sociedad depen
den de lo que esa Universidad les enseña y del ejemplo y voca
ción de servicio que ellos aprendieron de sus maestros. Veamos
a groso modo cuál es el conjunto de normas jurídicas que se su
pone rigen la medicina ecuatoriana y la prestación de salud a los
ciudadano.
La Constitución de la República indica en su títu lo 2 de
los derechos, deberes y garantías art. 19, inciso 13: el dere
cho a un nivel de vida que asegure la salud, la alimentación, el
vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales
necesarios. Este artículo está codificado en junio de 1984 por
el plenario de las Comisiones Legislativas del Congreso Nacional,
en los mismos términos y ampliado como concepto Social, tan
to en la Constitución como en su codificación en la Sección 4
que trata de la Seguridad Social y la prom oción popular en los
siguientes térm inos: art. 29 todos los ecuatorianos tienen dere
cho a la seguridad social, que com prende: I o ) el Seguro Social
que tiene como objetivo proteger al asegurado y a su familiar en
los casos de enfermedad, maternidad, desocupación, invalidez y
muerte. Se financiará con el aporte equitativo del Estado, de
los empleadores y asegurados. Se procurará extenderlo a toda la
población. El Seguro Social es un derecho irrenunciable de los
trabajadores.
» * » »
Estos son conceptos a nivel nacional, y que decir de los
enunciados internacionales como por ejemplo la declaración
universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, de
la que el Ecuador es asignatario, y en su art. 25 indica que: to
da persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le ase
gure, asi como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial,
la alimentacióñ, el vestido, la vivienda, la asistencia médica, y
los servicios sociales, etc., etc.
Y que decir de otra declaración tan grandilocuente de la
Organización Mundial de la Salud, cuando expresa que el año
- 2 5 2 -
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
2.000 será el año de la Salud para todos.
Este es el m arco teórico en el que se desenvuelven nuestras
actividades profesionales, pero preguntamos sinceramente si ésta
es la realidad de la sociedad ecuatoriana; un porcentaje alto de
los ciudadanos se encuentran afiliados a la Seguridad Social; si
una considerable proporción de personas tiene la oportunidad
de recibir los beneficios de la Medicina preventiva y asistencial,
si la m ortalidad infantil po r desnutrición y enfermedades infec
ciosas es medianamente aceptable; y debemos contestar que
nuestro país, como muchos del tercer m undo, tienen el triste
privilegio de ocupar las más altas tasas de m ortalidad neonatal y
post- neonatal. Que el porcentaje de distribución de las defor
maciones en niños menores de 1 año sigue siendo enormemente
alto para enfermedades digestivas, parasitarias e infecciosas, que
pudieran ser controlables en gran m edida con atenciones prim a
rias de salud. Debemos decir que. en este campo, atención ma
terno infantil, nuestra Institución viene retardando por déca
das una obligación estatutaria, muchas veces expresada, frecuen
tem ente estudiada pero hasta ahora postergada^co'mo podemos
armonizar el ejercicio profesional con esta orientación social de
la medicina propuesta en nuestro país y en todas las sociedades
civilizadas y en todos los sistemas políticos? ¿bajo qué concep
tos morales que norm an éticam ente el ejercicio de la profesión?;
¿cómo obtener que el médico joven tom e conciencia de sus
grandes responsabilidades en la comunidad? son los enunciados
fundamentales de esta charla.
El médico m oderno en los países industrializados y en gran
medida, en los nuestros, se orienta hacia la especializaciones.
Tecnifica sus procedimientos diagnósticos y acumula conoci
mientos en su especialidad que lo obliga a ver a su paciente co
mo un problem a médico específico que necesita soluciones tam
bién especificas. Llega a conocer casi toda la verdad de una par
te del todo. Esta fragmentación de la m edicina es en gran medi
da la que ha hecho progresar a las ciencias médicas, pero tam
bién, la que ha deshumanizado un tan to el ejercicio de la misma.
Por otro lado, miembros de una sociedad de consumo, donde la
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
competencia es norma, no podemos sustraernos de estas verda
des y actuar en form a diferente al resto de los otros profesiona
les, de allí que, para el vulgo, se hable en térm inos que lastiman
nuestra sensibilidad, pero que podrían ser verdad, en términos
particulares comercialización de la medicina ¿Pero cuáles son
las normas deontológicas que rigen el ejercicio profesional?;
¿cuáles los códigos de ética que obligan nuestra conducta en la
práctica?. Los médicos recién graduados juran la Declaración de
Ginebra cíe la Asociación Médica Mundial promulgada en 1948.
Esta es una modificación del juram ento Hipocrático y la llama
da tradición médica clásica, como el código de Hammurabi, la
nación de Maimónides, los Consejos de Esculapio, y toda nues
tra práctica médica regida por preceptos de conducta se basan
en los principios que la sociedad impone al individuo en sus co
tidianos quehaceres dirigidos al bien común. Nosotros, nuestra
civilización occidental, exaltamos estos conceptos ético médi
cos con los preceptos de la religión judeo cristiana que im
pregnan nuestra cultura, desarrollando nuestras actividades en el
plano directo médico enfermo y las obligaciones para con los
colegas, secreto profesional, honorarios, juntas médicas, especia
lidades, etc., que constituyen el articulado fundam ental de los
Códigos de ética de las federaciones nacionales médicas del E-
cuador y de otros países, sin resaltar en estos códigos la respon
sabilidad social del médico, de tal manera que se vive un ejerci
cio profesional individual, ignorando la letra escrita de la Ley,
como que si ésta fuera promulgada para un futuro lejano y no
para un desgarrado presenté; de allí que el profesor M ilton Roe
mer proponga la modernización del Código de ética de la Aso
ciación Médica Mundial, agregando los siguientes artículos: Ha
ré todo lo que pueda para ayudar a mi paciente y a toda la co
munidad a prevenir las enfermedades a los traumatism os y a
conservar la salud.
Respetará la dignidad de todas las personas, atendién
dolas conform e a sus necesidades en m ateria de salud,
cualquiera que sea su condición personal o las retribucio
nes pecunarias que m i acción pueda repórtam e.
Comprendiendo que los problem as de salud de los po-.
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUI L
bres son más graves, me esforzaré especialmente para res
ponder a sus necesidades.
Conscientes siempre de que el costo de la atención de
la salud corre a cargo de la población, no haré nada que
constituya su derroche o que no esté justificado.
A pesar de los atractivos que ofrecen ciertas localida
des, atenderé en la población donde ésta viva y trabaje,
donde quiera sean más necesarias mis capacidades .
Trabajaré en colaboración con otros agentes de salud,
en interés de la eficacia del servicio de salud.
Colaboraré con las autoridades públicas en la aplica
ción de la Legislación sanitaria que refleje las decisiones
democráticas de la población.
Procuraré al máximo m antenerm e bien informado so
bre los adelantos en los conocim ientos médicos.
Como ciudadano consciente desde el punto de vista so
cial, estaré alerta a los riesgos para la salud presente* en el
medio, colaboraré con los demás con la eliminación de
esos riesgos y haré todo lo posible en favor del bienestar
de toda la población.
Estos conceptos pueden parecer sitópicos, aún cuando
también podrían mejorarse en su contenido y en su alcance, pe
ro encierran una línea de conducta profundam ente vinculada a
la responsabilidad social y ajustada a la ley, de tal manera que,
el médico que se guía por un Código de ética de esta naturaleza,
se convertiría en lo que Henry Sigerist propone como científico
Y agente social de la com unidad, pero más im portante aún que
Una regla de conducta social prom ulgada por la Asociación de
Médicos es la educación del médico a nivel de las Universidades,
Porque la atención de salud no es como los demás bienes y servi
cios de una com unidad o una nación en la que pueden haber de-
- 2 5 5 -