REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
competencia es norma, no podemos sustraernos de estas verda
des y actuar en form a diferente al resto de los otros profesiona
les, de allí que, para el vulgo, se hable en térm inos que lastiman
nuestra sensibilidad, pero que podrían ser verdad, en términos
particulares “comercialización de la medicina ” ¿Pero cuáles son
las normas deontológicas que rigen el ejercicio profesional?;
¿cuáles los códigos de ética que obligan nuestra conducta en la
práctica?. Los médicos recién graduados juran la Declaración de
Ginebra cíe la Asociación Médica Mundial promulgada en 1948.
Esta es una modificación del juram ento Hipocrático y la llama
da tradición médica clásica, como el código de Hammurabi, la
nación de Maimónides, los Consejos de Esculapio, y toda nues
tra práctica médica regida por preceptos de conducta se basan
en los principios que la sociedad impone al individuo en sus co
tidianos quehaceres dirigidos al bien común. Nosotros, nuestra
civilización occidental, exaltamos estos conceptos ético — médi
cos con los preceptos de la religión judeo — cristiana que im
pregnan nuestra cultura, desarrollando nuestras actividades en el
plano directo médico — enfermo y las obligaciones para con los
colegas, secreto profesional, honorarios, juntas médicas, especia
lidades, etc., que constituyen el articulado fundam ental de los
Códigos de ética de las federaciones nacionales médicas del E-
cuador y de otros países, sin resaltar en estos códigos la respon
sabilidad social del médico, de tal manera que se vive un ejerci
cio profesional individual, ignorando la letra escrita de la Ley,
como que si ésta fuera promulgada para un futuro lejano y no
para un desgarrado presenté; de allí que el profesor M ilton Roe
mer proponga la modernización del Código de ética de la Aso
ciación Médica Mundial, agregando los siguientes artículos: “Ha
ré todo lo que pueda para ayudar a mi paciente y a toda la co
munidad a prevenir las enfermedades a los traumatism os y a
conservar la salud”.
— “ Respetará la dignidad de todas las personas, atendién
dolas conform e a sus necesidades en m ateria de salud,
cualquiera que sea su condición personal o las retribucio
nes pecunarias que m i acción pueda repórtam e.”
— “Comprendiendo que los problem as de salud de los po-.