De la gestión de comunicación institucional a la comunicación cultural/patrimonial: RESTAURA (OHCH) caso de estudio
Sandro Bueno Romero
Claudia Villanueva Cabrera
Yanet Dorticós Torriente
Fecha de recepción: 22 de septiembre del 2022
Fecha de aceptación: 28 de diciembre del 2022
De la gestión de comunicación institucional a la comunicación cultural/patrimonial: RESTAURA (OHCH) caso de estudio
Sandro Bueno Romero[1], Claudia Villanueva Cabrera[2] y Yanet Dorticós Torriente[3]
Como citar: Bueno, S., Villanueva, C., Dorticós, Y. (2023). De la gestión de comunicación institucional a la comunicación cultural/patrimonial: RESTAURA (OHCH) caso de estudio. Revista Universidad de Guayaquil. 137 (2), pp.: 1-13. DOI: https://doi.org/10.53591/rug.v137i2.1755
RESUMEN
¿Cómo ha de contribuir una entidad de servicios culturales, desde una gestión institucional efectiva a la comunicación cultural/patrimonial, del Centro Histórico/Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana? Son algunas de las interrogantes/premisas de las que parte esta pesquisa que opera con la Empresa Filial RESTAURA como caso de estudio dentro del sistema de gestión cultural/patrimonial de la OHCH; se nutre a través de técnicas como la observación participante, las entrevistas cualitativas a expertos y agentes institucionales; análisis documental/bibliográfico. Con este estudio se pretende llamar la atención sobre aquellos elementos de significación cultural, que han de enriquecer la gestión comunicativa de RESTAURA, proceso en ciernes, en el que predomina determinado nivel de empirismo y espontaneidad, por lo mismo no anclado suficiente y holísticamente en procesos sistémicos ni científicos. Pese a estas disfuncionalidades a nivel comunicativo, ha forjado un alto prestigio frente de proyectos y actividades de restauración de inmuebles de valor patrimonial, en su contexto sociocultural circundante y otros escenarios, incluso foráneos. La aparente disonancia impacta el ejercicio sistémico de producción de sentidos favorables al conocimiento, difusión, legitimación y protección de los bienes culturales de los que RESTAURA es gestor. Este acercamiento investigativo, será de gran utilidad a fin de planear estratégicamente luego, robustecer las sinergias comunicacionales, cultural/patrimonialistas y mediáticas, a través de los cuales operan los procesos de interacción entre los actores y sistemas/estructuras/prácticas institucionales de la OHCH, coadyuvando a una producción simbólica responsable, mediante la reconstrucción, racionalización, reproducción y legitimación del conocimiento científico aplicado.
Palabras clave: gestión de comunicación, comunicación cultural/patrimonial, mediática, RESTAURA, OHCH
ABSTRACT
How should a cultural service entity contribute, from effective institutional management to cultural/heritage communication, of the Historical Center/ Havana City Historian´s Office? These are some of the question/premises from which this research is based, which operates with the subsidiary company RESTAURA as a case study within the cultural/heritage management system of the HCHO, it is nurtured through techniques such as participant observation, qualitative interviews with experts and institutional agents, documentary/bibliographic analysis. This study aims to draw attention to those elements of cultural significance, which have to enrich the communicative management of RESTAURA, a budding process, in which a certain level of empiricism and spontaneity predominates, therefore not anchored sufficiently and holistically in processes systemic or scientific. Despite these dysfunctionalities at a communicative level, it has forged a high prestige in the face of projects and activities for the restoration of buildings of heritage value, in their surrounding socio-cultural context and other scenarios, including foreign ones. The apparent dissonance influences the systemic exercise of production of meanings favorable to knowledge, dissemination, legitimation and protection of the cultural assets of which RESTAURA is the manager. This investigative approach will be very useful in order to strategically plan, later, strengthen the communicational, cultural/heritage and media synergies, through which the processes of interaction between the actors and institutional/systems/structures/practices of the HCHO operate contributing to a responsible symbolic production through the reconstruction, rationalization, reproduction and legitimation of applied scientific knowledge.
Keywords: communication management, cultural/heritage communication, media, RESTAURA, HCHO.
INTRODUCCIÓN
Como parte del sistema institucional de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, se encuentra la Empresa Filial RESTAURA[4], especializada en la realización de proyectos de arquitectura y urbanismo. La misma se ha propuesto ser un agente comprometido en la realización de actividades de gran impacto sociocultural; afines al rescate, conservación y promoción del patrimonio edilicio habanero.
Para ser coherente con esa visión, es pertinente el abordaje consciente, racional, sistemático y sistémico, desde una concepción científica, de las comunicaciones que se gestan a partir de sus relaciones internas y externas.
Sin embargo, pese haber forjado un alto prestigio por su experiencia y probada calidad en la realización de proyectos y actividades de restauración de obras de valor patrimonial, en el contexto sociocultural del Centro Histórico y otros escenarios, incluso foráneos; su visibilidad y posicionamiento de imagen, valor reputacional en el sector de la gestión de proyectos constructivos e inversionistas, en los ámbitos patrimoniales y mediáticos de tipo cultural sigue siendo asistemática, coyuntural o contingencial, por lo mismo no anclada en procesos sistémicos ni científicos, lo que trasciende cuanto menos por una presencia esporádica en medios del sistema de comunicación de la OHCH. Ello, afecta el ejercicio sistémico de producción de sentidos favorables al conocimiento, difusión, legitimación y protección de los bienes culturales de los que RESTAURA es gestor.
Precedencias útiles dentro del campo académico de la comunicación:
Bien desde la facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, en investigación de primer, segundo y tercer nivel, y de la producción científica de otros Centros de Estudios Superiores e instancias o centros de investigación, el tema de la gestión de comunicación ha sido ampliamente abordado; en mucho menor medida lo relativo a la comunicación del patrimonio.
A continuación, el estudio suscribe como referentes útiles dos estudios que resultaron meridianos tanto para el acervo de los autores, como para la apropiación de lógicas de análisis y metodológicas, como para la definición de una ruta analítica propia.
Tal es el caso de Magda Resik (2017), en cuyo trabajo investigativo “Medios para comunicar el patrimonio: Entramados comunicativos en la rehabilitación integral del Centro Histórico habanero”; se puede apreciar una exhaustiva investigación sobre los antecedentes históricos de los medios de comunicación propios de la Oficina del Historiador de La Habana y su impacto en los procesos de comunicación/ promoción de las tareas de conservación y desarrollo del Centro Histórico habanero, hasta la conformación del actual sistema de comunicación vigente en este espacio geográfico/cultural.
Del mismo modo, fue medular el
acercamiento a los aportes teóricos propuestos por Marianela Dávila (2018), en su “Modelo de gestión de la
comunicación pública del patrimonio para la Oficina del Conservador de la
Ciudad de Cienfuegos”. En dicha propuesta, la autora presenta un modelo de gestión de comunicación pública con el fin
de articular los públicos de interés, mediante
un consolidado Sistema de Comunicación Pública en pos de un reforzamiento de la
identidad, la cultura, el clima de trabajo, la imagen pública y la proyección
social hacia un desarrollo sostenible y próspero del espacio local, el turismo
y la cultura según sus metas: rescate y conservación del patrimonio de la
ciudad de Cienfuegos, sustentado en la
sistematización de los referentes teóricos-conceptuales y metodológicos, la
determinación de los
rasgos del contexto de institucionalización de la conservación y protección del
patrimonio en Cuba y el análisis de la gestión, estructura sistémica y
procesual de la comunicación en los
ámbitos: organizacional, comunitario y mediático, en la OCCC.
MATERIALES Y MÉTODOS
Este trabajo pretende acercase a los presupuestos simbólico-prácticos y culturales, que enriquecen la gestión comunicativa de esta organización. Es a través de estos elementos que operan los procesos de interacción entre los actores y los sistemas sociales que coadyuvan a la legitimación del conocimiento social respecto del patrimonio cultural, para ello se ha planteado la siguiente cuestión como pregunta de investigación:
· ¿Cómo ha de contribuir una entidad de servicios culturales, desde una gestión institucional efectiva a la comunicación cultural/patrimonial, del Centro Histórico/Oficina del Historiador de la Ciudad?
En pos de evidenciar a RESTAURA como un agente activo dentro de su comunidad y la gestión comunicación que desarrolla en torno a esto, se trazó como objetivo principal el siguiente:
· Determinar las contribuciones que habilita una entidad de servicios culturales como RESTAURA, desde una gestión institucional efectiva a la comunicación cultural/patrimonial, del Centro Histórico/Oficina del Historiador de la Ciudad.
Para ello se ha establecido como categoría analítica, la gestión de comunicación institucional enfocada a lo cultural/patrimonial y mediático, la cual se proyecta como el conjunto de procesos a nivel organizacional, de carácter integral y transversal, de naturaleza comunicativa que imbrica sistemas, procesos, agentes, prácticas y procedimientos a coordinar en materia de relaciones, producción de sentidos e interlocución activa, entre otros elementos capitales de los procesos funcionales de la entidad, siempre privilegiando los aspectos y sentidos culturales (relativos a sentidos dialógicos, nuevos significados, producción simbólica, subjetividad colectiva). Abarca, deliberadamente la utilización de los recursos, influencias e instrumentos que pulsa la organización en diálogo con los massmedia, para socializar/promover de un modo coherente y planificado las narrativas de interés institucional.
Además, se han utilizado los métodos del nivel teórico siguientes: el histórico – lógico que ha servido para analizar la perspectiva histórica del proceso de desarrollo de la gestión de la comunicación institucional como forma de interacción social, y el método análisis – síntesis que ha permitido someter a valoración crítica e integradora, las diversas visiones científicas sobre comunicación, cultura/patrimonio y medios; y las formas en que algunos componentes del sistema social se relacionan con esos fenómenos. También se han utilizado las técnicas de obtención de información del nivel empírico, como la revisión y análisis documental/bibliográfico que ha sido útil para el análisis de memorias escritas sobre hechos fundacionales y de algunos cambios relacionados con la trayectoria de RESTAURA y la OHC, el análisis cualitativo que se utiliza como proceso para conocer e interpretar los aportes y posturas que sobre la relación organizaciones/medios de comunicación, han hecho estudiosos del tema, la entrevista en profundidad y semiestructurada a expertos que se ha aplicado a profesionales de la comunicación que hayan trabajado la vertiente institucional, cultural/ patrimonialista y mediática y los grupos de discusión, como práctica cualitativa que permite inducir la producción discursiva de los miembros del grupo, de la que se interpretarán las subjetividades sobre la categoría analítica en cuestión.
Para llevar a cabo el análisis de datos, se emplea el método cualitativo para el análisis de los datos obtenidos, proceso a través del cual se estructuran los datos no estructurados que se obtienen, lo cual implica entre otras cosas: comprender la profundidad el contexto que rodea los datos, interpretar y evaluar unidades, categorías, temas y patrones, y relacionar los resultados con la teoría fundamentada.
RESULTADOS
Cultura, patrimonio y comunicación.
Con el fortalecimiento en las últimas décadas del siglo XX, del enfoque transversal de la cultura, materializado en los Estudios Culturales y contraria a toda visión de totalidad estructurada, emerge y se asume como emblemática, la propuesta que sobre cultura hiciera el profesor argentino Néstor García Canclini, para quien es “(…) producción de fenómenos, mediante la representación o la reelaboración simbólica de las estructuras materiales, a comprender, reproducir o transformar el sistema social, es decir, todas las prácticas e instituciones dedicadas a la administración, renovación y reestructuración del sentido de una sociedad”. (Citado en Gayá, Rizo y Vidal, 2022, p. 15)
En este pensamiento es apreciable una interrelación dialéctica de los diversos aspectos que expresan lo cultural de cada grupo humano en su ejercicio productor, reproductor y transformador del sentido, es decir, el significado que le otorgan a la realidad representada y recreada en lo social, de ahí que la comunicación sirva de “vehículo para socializar el mundo cotidiano y al propio tiempo proyectar hacia lo social la subjetividad individual en representaciones, significaciones que dan sentido a lo simbólico” (Fernández y Ferrán, s/f, p. 10). En tal sentido, se suscribe esta investigación.
Sobre la noción de patrimonio, el concierto científico ha consensuado dividirlo en una dimensión natural y otra cultural, básicamente delimitados por ser o no, referentes expresivos de la existencia y formas de vida de los grupos humanos a lo largo del tiempo. En particular la dimensión cultural, a propuesta de la UNESCO, en el marco de la Conferencia Mundial sobre el Patrimonio Cultural en México en 1982[5], fue descrita de la siguiente manera: "El patrimonio cultural de un pueblo comprende las obras de sus artistas, arquitectos, músicos, escritores y sabios, así como las creaciones anónimas, surgidas del alma popular, y el conjunto de valores que dan sentido a la vida, es decir, las obras materiales y no materiales que expresan la creatividad de ese pueblo; la lengua, los ritos, las creencias, los lugares y monumentos históricos, la literatura, las obras de arte y los archivos y bibliotecas" (México, 1982).
Esta concepción resulta necesaria para comprender la noción de bienes culturales, como toda obra material o inmaterial representativa de una cultura, lo mismo por representar las producciones tangibles, o sea, de índole física, o los procesos abstractos que posibilitaron su existencia. La interdependencia entre ambas es tan fuerte que no se puede valorizar nada en el orden material sin referirse al sustrato simbólico que lo acompaña.
En relación a esto, destaca la noción de territorio, visto como forma de objetivación cultural. Particularmente, el sentido geosimbólico permite entender porque “un lugar, un itinerario, una extensión o un accidente geográfico que por razones políticas, religiosas o culturales reviste a los ojos de ciertos pueblos o grupos sociales una dimensión simbólica que alimenta y conforta su identidad (…) lugares culturales portadores de identidad y cargados de sentido y de memoria” (Bonnemaison, 1981 en Horta, Paulín & Flores, 2019)
De tal suerte goza el espacio urbano de La Habana Vieja, representativo, sin género de dudas, de un territorio de altos valores patrimoniales/culturales, cuya gestión formal le corresponde a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, estrechamente vinculada al desarrollo y promoción de un amplio programa sociocultural donde la recuperación de edificios y espacios públicos, sirve para abordar temas vinculados a la sociedad, la vivienda, los programas de educación y salud, siempre con la cultura como eje central de actuación, pero enfocada, sobre todo, desde los habitantes del territorio.
A tono con la organización sobre la que se centra este estudio, es pertinente hacer referencia a la concepción de patrimonio arquitectónico que se define como:
(…) aquellos edificios y conjuntos arquitectónicos que por sus valores históricos, culturales y emblemáticos son significativos para la sociedad que les otorga el carácter de legado. Tradicionalmente, han merecido tal distinción los edificios de estilo y con un lenguaje culto. En la actualidad, tal calificativo se amplía a la arquitectura popular y la arquitectura industrial. Cada sociedad determina qué tipo de edificios y conjuntos patrimoniales interesa proteger, conservar y legar a la posteridad. (Lleida, 2010).
El patrimonio arquitectónico urbano (edificios, casas, monumentos, ruinas…), es de todos los tipos de bienes -en este caso inmueble- el que mayor incidencia ha tenido en la morfología del paisaje, por el accionar conjunto del hombre y la naturaleza sobre el territorio; y del que tradicionalmente se le destacan sus valores históricos, matéricos, científico/técnicos, estilísticos, arqueológicos y otros criterios de monumentalidad, autenticidad, calidad, originalidad y excepcionalidad. Sin embargo este bien patrimonial, visto desde una concepción más integral, al documentar en sí mismo “el testimonio de todas las culturas que históricamente han desarrollado su acción sobre dicho paisaje modelándolo, desde sus orígenes hasta la actualidad” (Garré, 2001), está siendo portador del universo sígnico inherente a la experiencia humana de vivir y relacionarse durante generaciones en esos espacios y entorno particulares, signos como los sentidos de identidad, arraigo y pertenencia, testimonio de un periodo, conexión emocional, conexión intelectual, asociación con tradiciones, ideas, producción artística, etc.
Otro ejemplo lo constituye el patrimonio bibliográfico y documental, en el cual figuran las expresiones artísticas, históricas, culturales, folclóricas, educativas, intelectuales y científicas, entre otras, que han sido producidas para atestiguar el desarrollo de las sociedades y que, a su vez, han sido objetivadas en manuscritos, impresos, medios audiovisuales, documentos electrónicos y de otros tipos (Palma, 2013), y cuya materialidad ha servido para almacenar, transmitir, preservar, conservar, comunicar y promover la bastedad del conocimiento social contenidos en aquellas significaciones de tipo cultural.
Es por ello que se estima al patrimonio como un acervo sígnico que vive y se reproduce en diacronía, desde un punto temporal anterior hasta la contemporaneidad y continúa, “no en razón de su anquilosamiento o arcaísmo sino porque pueden seguir proporcionando vida para la memoria histórica, para el desarrollo social y económico, para cada individuo que comprende mejor su presente a través de las lecciones de los que le han antecedido” (Dávila, 2017). Por tanto, la salvaguarda y conservación de los bienes patrimoniales, representan la necesidad humana de desarrollarse sosteniblemente, haciendo uso de la memoria colectiva para facilitarse la idea de perpetuidad.
Para Marc Compte Pujol (2016), entre los valores que se le otorgan al patrimonio se encuentran: 1) el valor de uso económico y comercial. 2) el valor de testimonio o documento de la historia, que expresa elementos sobre las personas que lo crearon y utilizaron en el pasado. 3) el valor formal y material, determinado por los criterios dominantes de gusto artístico y por las tradiciones estéticas. 4) el valor informativo-científico, determinado por el tipo de investigación formal practicada sobre el bien patrimonial. 5) el valor de bienestar psicológico y emocional que proporciona el patrimonio por el mero hecho de estar presente, que puede relacionarse, a la vez, con la condición de autenticidad e integridad inherente en la mayoría de bienes patrimoniales. 6) y el valor nacionalista e identitario.
Luego de esta observación, se puede comprender la complejidad que revisten los procesos de gestión patrimonial. Mateos Rusillo (2009) divide la gestión patrimonial en tres grandes áreas funcionales: la conservación, la investigación y la comunicación global; siguiendo una secuencia en la que cada etapa es continuidad y complemento de la anterior. Sobre la conservación e investigación, recaen los procesos de manipulación, inventariado, preservación, documentación, valoración, interpretación, planificación, etc. Mientras que el pilar de la comunicación, además de tener como objetivo principal establecer el necesario vínculo entre el patrimonio y la sociedad, juega un papel crucial al significar la imprescindible conclusión de cualquier intervención sobre bienes patrimoniales (en Dávila,2017, p.31).
Este estudio comparte la idea de que los procesos de gestión patrimonial, conllevan ineludiblemente un enfoque de gestión comunicacional, sin esta comprensión se estaría sesgando de antemano o peor aún, poniendo en riesgo su potencial de perdurabilidad y trascendencia como sistemas referenciales portadores de cultura. Es necesario una “concienciación de la sociedad en los conceptos de fragilidad: el patrimonio puede perderse; de pertenencia: el patrimonio es de todos; y de perdurabilidad: el patrimonio debe legarse a las generaciones futuras. La comunicación se concibe en su doble vertiente de promover la apreciación pública y disfrute del patrimonio a la sociedad y, por otra, como una actividad de transferencia de conocimientos (ICOMOS, 2008; Dávila, 2017).
Al respecto, el reconocido historiador de la Ciudad de La Habana, Dr. Eusebio Leal Spengler, manifestó:
“Comunicar el patrimonio es garantía de su preservación. Ni los decisores gubernamentales, ni los hacedores de la restauración, ni los pobladores de un sitio, portadores ellos mismos del denominado patrimonio intangible, comprenderán su responsabilidad en un asunto que debiera interesarnos a todos, si no se apropian conscientemente de los valores a perpetuar. Y el sentido de pertenencia, es sabido, nace del reconocimiento” (en Resik, 2017).
El reconocimiento, como primera instancia cognitiva de los sujetos ante determinados bienes patrimoniales, no es un hecho fortuito, surge mediante el despliegue de prácticas comunicativas desarrolladas de forma directa o indirecta (Martín, 2007). La directa, se les atribuye a los museos, talleres de conservación, las galerías, bibliotecas y archivos, centros históricos, yacimientos arqueológicos, jardines botánicos, zoológicos u otras instituciones de servicios culturales, públicos o privados que tienen a su encargo la gestión de esos bienes. De manera indirecta es cuando la comunicación es incluida en los programas de formación de entidades educativas, en las relaciones que las organizaciones o grupos portadores establecen con los medios de comunicación social; como programas de promoción e información cultural general y/o estrategias turísticas. (Martin, 2007 en Dávila, 2017).
O sea, en la comunicación del patrimonio no solo intervienen aquellas organizaciones humanas portadoras de algún bien cultural, sino otras interesadas en la gestación y desarrollo en la ciudadanía de actitudes y sentidos de validación, protección, pertenencia social, sensibilidad y aprecio de todo aquello que sea significativo para la salvaguarda y mantenimiento de la memoria histórica colectiva de un grupo, una organización, una comunidad, una nación o la humanidad toda.
Una definición clave para comprender el entramado que unen la comunicación y el patrimonio en el espacio de lo público, es la propuesta de la investigadora cubana Marianela Dávila (2017), para quien la Gestión de la comunicación pública del patrimonio es un:
“Sistema de principios y acciones de naturaleza comunicativa orientados por actores sociales que comparten signos, símbolos, sentidos y significados comunes para generar el diálogo, la participación, el compromiso y la construcción colectivas del desarrollo social, la perpetuación de la cultura y la valorización del patrimonio. Ello se corresponde con un proceso seriado de relaciones e interacciones que se producen de forma privada o pública, en los más disímiles ámbitos: institucionales, comunitarios y mediáticos, con la noción de un previo análisis de la realidad objetiva, la planificación, la organización eficiente y la medición de los resultados”.
La racionalidad de los presupuestos teóricos defendidos por la autora, pasa por el análisis de las interacciones dadas entre los sistemas y actores sociales que intervienen en la producción y reproducción de un universo sígnico referente al patrimonio como producto de conocimiento social, todo ello regido por la noción de gestión como proceso de carácter estratégico, participativo y sistémico.
Breve caracterización de la Gestión de Comunicación institucional enfocada a lo cultural/patrimonialista y mediático de RESTAURA.
La Oficina del Historiador de la Ciudad, con el transcurso de los años, ha intervenido con trabajos de conservación y restauración, aproximadamente en el 25% del territorio que representa el Centro Histórico, el cual posee un conjunto edificado de 3500 inmuebles, entre los que destacan los del periodo colonial (28% del total) y un grupo mayor, representativo de las primeras décadas republicanas. Asociadas al más alto valor patrimonial, clasifican poco más de 500 edificaciones con grado de protección I y II; otras 2500 con grado de protección III, que en su conjunto definen un importante fondo patrimonial construido (Plan Maestro, 2016).
En el proceso de gestión del patrimonio edificado del que se ha hecho referencia, la labor de RESTAURA, ha sido determinante. La puesta en práctica de los conocimientos de sus especialistas historiadores, arquitectos e ingenieros y técnicos, en materia de valorización, rescate y preservación del patrimonio construido heredado, ha permitido incidir directamente en el entramado sociocultural comunitario, al asumir la elaboración de numerosos proyectos técnicos de obras constructivas de alto valor patrimonial que por sus atributos arquitectónicos, históricos y culturales han sido intervenidas, restauradas y devueltas a la comunidad para su disfrute y salvaguarda. Entre ellas destacan obras de distintos usos sociales como el Tribunal Supremo, el Gran Hotel Manzana Kenspinki, la estatua ecuestre de José Martí y la mayor de las construcciones cubanas, el Capitolio Nacional.
Relevante resulta la creación, por iniciativa del Dr. Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, de la Biblioteca de Arquitectura, la cual en 2005 se une, orgánicamente, al Archivo de la antigua Dirección de Arquitectura Patrimonial. Estas unidades de información se enriquecen con el paso del tiempo. En 2009, se incorpora el precioso Archivo de la Dirección de Proyectos. Así, a través de donaciones e incorporaciones, muchas de ellas facilitadas y estimuladas por el propio Eusebio Leal, se funda el Centro de Documentación el 16 de noviembre de 2014, adscrito a RESTAURA. Desde esa fecha, el Centro ha querido homenajear a dos de los más importantes arquitectos y profesores cubanos del siglo XX, por lo que identifica a la Biblioteca con el nombre Arq. Fernando Salinas González y al Archivo de Proyectos, Arq. Mario Coyula Cowley.
Tres unidades de información componen el Centro de Documentación de RESTAURA: Archivo, Biblioteca y Fototeca. Estas unidades agrupan los conjuntos documentales a partir de los que se gestiona la información necesaria para la gestión del patrimonio construido. Más de dos millones de documentos contienen información de gran interés, diverso origen y comprobada trascendencia para la historia de la arquitectura, el urbanismo y la construcción en Cuba. El Archivo conserva importantes fondos, todos únicos en Cuba, tanto históricos como de gestión. Entre ellos, el de proyectos del Ing. José Menéndez; el archivo de la antigua Secretaría de Obras Públicas, después Ministerio de Obras Públicas; y el Archivo de Proyectos de la Oficina del Historiador de La Habana, entre otros importantes fondos donados o adquiridos por la institución. El Archivo, en su conjunto, remonta sus fechas hasta finales del siglo XIX.
La Biblioteca, por su parte, posee más de seis mil títulos fundamentales para el estudio de la arquitectura, el urbanismo y la restauración del patrimonio, así como una fabulosa hemeroteca. Agrupados en colecciones, resalta la Colección Cubana donde existen textos únicos en el país.
La Fototeca, formada a partir de las constantes aportaciones de los arquitectos de RESTAURA, está formada por una valiosa colección impresa, así como una enorme colección digital. Ambas abarcan desde 1995 hasta la actualidad, testimoniando el devenir de la restauración y la rehabilitación del Centro Histórico habanero.
Enclaves comunicacionales de impacto sociocultural de RESTAURA.[6]
El desarrollo de la comunicación generada desde el marco de una organización empresarial depende en gran medida de sus particularidades y recursos, aunque la piedra angular de este proceso está en asumir la nueva mentalidad, que busca presentarse no ya como un ente puramente económico, sino como un integrante vivo de la sociedad, lo cual induce al intercambio constante con distintos interlocutores, tanto hacia al interno como hacia afuera de la organización, creando así un sistema interactivo complejo de reproducción de sentido que, entre otras cosas, modela lo que la institución es, la imagen que tiene de sí y cómo otros la ven, lo que sin duda incidirá directamente en los propósitos socioeconómicos de la entidad.
RESTAURA, como parte de su filosofía social, siempre ha tenido una participación destacada en las actividades de promoción del patrimonio cultural y conservación del Centro Histórico, a través de proyectos, publicaciones, programas televisivos y radiales, exposiciones, etc., para lo cual se relaciona estrechamente con la Dirección de Patrimonio Cultural de la OHCH, Habana Radio, la Televisión Cubana, Ediciones Boloña, entre otros.
Ejemplo de estas relaciones de trabajo, es el programa de verano “Rutas y Andares” (figura 1), auspiciado por la Dirección de Patrimonio Cultural y RESTAURA y organizado por la historiadora Lic. Yamira Rodríguez Marcano. Estos recorridos especializados giran en torno a temas de restauración patrimonial, la arquitectura habanera y sus tradiciones más significativas. Cabe decir que Rutas y Andares, figura siempre entre las actividades más solicitadas y populares del programa cultural de verano que propone la OHCH para las familias. Participan, además, otros especialistas de RESTAURA en calidad de guías y expertos, lo cual robustece las relaciones de la organización, a través de sus integrantes, con el sistema de comunicación cultural de la OHCH.
Figura 1. Conferencia de presentación del progrma cultural Rutas y Andares. Julio,2022.
En el 2022, se celebró la edición 22, bajo lema “Para descubrir en familia”, y estuvo dedicado fundamentalmente a los 40 años de la inscripción del Centro Histórico de La Habana Vieja y su sistema de fortificaciones en la Lista del Patrimonio Mundial y recordó al historiador Eusebio Leal Spengler en el aniversario 80 de su nacimiento.
Otro espacio de promoción y rescate del patrimonio construido, en el que especialistas de RESTAURA tienen una gran participación es la Radio. En este sentido, se tiene presencia en la emisora Habana Radio (figura 2) “La voz del patrimonio cubano”, particularmente en Habáname, revista semanal dedicada al patrimonio inmueble, así como en la redacción de artículos en la página web de la propia emisora y en la realización del guion del programa televisivo Andar La Habana.
Figura 2. Programa radial Habáname.
-Asistencia pedagógica y apoyo a la superación científica.
RESTAURA desde sus inicios ha contado con profesionales continuadores de una gran tradición pedagógica, lo cual ha influido en el interés impartir cursos y talleres en coordinación con el Colegio de San Gerónimo, y apoyo a la formación de profesionales a través de actividades de superación y capacitación que involucran no solo a estudiantes y profesores del ámbito nacional, sino también internacional. Actualmente están vigentes convenios y relaciones de trabajo con el ISPJAE, la Universidad de La Habana, el Instituto Superior de Diseño Industrial, las Escuelas Taller de la Oficina del Historiador, y otros centros de investigación y docentes del país.
-Publicaciones.
En el tema de las publicaciones, RESTAURA gestiona la realización y promoción de libros y artículos especializados en las disciplinas de Arquitectura, Urbanismo, Diseño, Ingenierías, Historia, etc (ilustración 3). En este sentido destaca la publicación de la Ing. Dainelys Guerra Bouza y el MSc. Ing. Alberto Hernández Oroza autores del libro titulado “Diagnóstico y Evaluación Estructural. Influencia del micro-ambiente en la corrosión del acero de refuerzo”. El tema en cuestión fue abordado desde los resultados obtenidos en investigaciones ingenieras y levantamientos arquitectónicos realizados por especialistas del Departamento de Diagnóstico de la Empresa acerca del estado de conservación de las edificaciones expuestas a ambientes con un clima particular y cómo éste influye en su durabilidad.
Figura 3. Literatura especializada resultado de la gestión del conocimiento acumulado en RESTAURA.
Otro título es "Aplicación de la geomática y el diagnóstico en la conservación del patrimonio edificado de La Habana Vieja", estudio que ve la luz como parte del proyecto de cooperación internacional "Innova Cuba", conducido por la ONG Arci Culture Solidali, la OHCH y la Agencia italiana de Cooperación para el Desarrollo. El texto, compilación del Ing. Alberto Hernández Oroza, recoge escritos de un colectivo de autores que documentan los resultados obtenidos de la combinación de los procesos de levantamiento fotogramétrico, escáner láser y diagnóstico estructural en dos edificaciones patrimoniales del Centro Histórico de La Habana, las fachadas del muelle Santa Clara y del Colegio de San Francisco de Sales.
En el 2022, el equipo formado por las historiadoras de la Subdirección de Investigación y Desarrollo de RESTAURA, con la colaboración de especialistas de la entidad elaboraron el Tomo V de la colección Para no olvidar, promovido por la OHCH y su sello Boloña, es una serie de libros que a través de imágenes y escritos evidencian las labores de restauración de emblemáticas edificaciones de la ciudad.
También la Empresa cuenta con una publicación electrónica de salida bimestral, bajo el propio nombre RESTAURA. Esta nueva entrega, gestada desde el Grupo de Comunicación de la Subdirección de Investigación y Desarrollo, es un esfuerzo más consciente por promover la memoria documental, histórica y contemporánea del patrimonio construido cubano y universal, además de las diversas actividades en las cuales la Empresa participa y/o apoya.
De reciente inauguración, el Centro de Formación para la Restauración y el Diseño “Roberto Gottardi”, es un espacio que dedica su programa de instrucción a los jóvenes de toda Cuba, empeñados en el estudio del diseño contemporáneo, vinculado a las artes de la restauración. El centro radica en una hermosa casona colonial del siglo XVIII de la calle San Ignacio nº314. La gestión de este centro corre a cargo de RESTAURA.
Prácticas de comunicación cultural/ patrimonial afectadas por la Covid-19.
Otras acciones que diversifican y profundizan de un modo más palpable la labor sociocultural de RESTAURA, y que por las contingencias de la Covid-19, debieron ser suprimidas son, la promoción del Taller vocacional para niños y jóvenes, “Aprendiendo a Proyectar”, los Encuentros Intergeneracionales con Adultos Mayores en el Museo del Naipe y las Jornadas de Arquitectura Vernácula, esta última con alcance nacional e internacional.
RESTAURA participa junto la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y las fundaciones Cárdenas y Diego de Sagredo, de España, en el auspicio de las Jornadas de Arquitectura Vernácula, convocadas por la Cátedra “Gonzalo de Cárdenas” de la propia Oficina del Historiador. Este evento busca promover el conocimiento sobre esa arquitectura tradicional, testimonio de la cultura popular por la conservación de materiales y sistemas constructivos de gran adecuación al medio, un patrimonio digno de ser protegido y legado a las generaciones venideras.
-Talleres de niños y adolescentes.
Desde julio de 2017, RESTAURA convoca, auspicia y organiza el Taller de Verano para Adolescentes “Aprendiendo a Proyectar” (figura 4). Con una semana de duración, el cronograma de actividades prácticas y teóricas, fue concebido para el disfrute creativo, el intercambio de saberes, y el conocimiento de la historia de la ciudad, lo cual permite a los jóvenes asistentes visibilizar y comprender el trabajo detrás de la restauración y los valores del patrimonio construido del Centro Histórico, siempre en relación con el quehacer de RESTAURA.
Figura 4. Adolescentes y jóvenes participando en el taller "Aprendiedo a Proyectar".
Se cuenta con la participación, en calidad de instructores, con historiadores, comunicadores, bibliotecarios, arquitectos, ingenieros y diseñadores de la propia Empresa, quienes brindan sus experiencias a los adolescentes, cuyas edades oscilan entre los 14 y 18 años. RESTAURA valora de muy beneficioso y gratificante esta experiencia pues resulta en un excelente ejercicio de orientación vocacional para los adolescentes.
-Encuentros intergeneracionales con adultos mayores.
Con una frecuencia mensual, la Subdirección de I+D y con el auspicio del Museo del Naipe, ofrece una charla-debate a los adultos mayores provenientes de todos los municipios de la ciudad que visitan este museo, como parte del programa social de atención que la Oficina del Historiador brinda a este grupo etario. Los temas giran en torno a la historia, uso y conservación del patrimonio construido de la ciudad.
CONCLUSIONES
La sistematización de un corpus teórico y disciplinar en el que concurran los procesos de gestión de la comunicación institucional, cultural/patrimonial y mediática favorecerá el manejo sistémico y estratégico de los procesos de intercambio entre las instituciones públicas de servicios culturales de la Oficina del Historiador de la Ciudad, al tiempo la posibilidad de trascender con una visión articulada donde se fortalezcan en doble dirección la prestación de servicios y promoción de conocimiento social sobre el patrimonio heredado.
Si bien el objeto social sobre el que se fundó la empresa, no tiene contemplada las prácticas relacionada con la comunicación cultural; la pertenencia al sistema institucional de la OHCH, propulsa a RESTAURA a la promoción de los bienes patrimoniales de los que ella es gestora y a la divulgación de aquellos valores que tipifican al espacio urbano del Centro Histórico.
La Covid-19, demostró las vulnerabilidades del sistema de relaciones humanas, en tanto se valoraba sobremanera la presencialidad de las interacciones; quedando demostrada la necesidad de aprovechar más los espacios virtuales de comunicación.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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CONFLICTOS DE INTERESES
Los autores no refieren conflictos de intereses
[1] Licenciado en Estudios Socioculturales. Empresa RESTAURA, La Habana, Cuba. Correo: sbueno@proyectos.ohc.cu. Orcid (0000-0003-0044-5715)
[2] Licenciada en Filología. Agencia Cubana de Noticias (ACN), La Habana, Cuba. Correo: claudia.v.cabrea89@gmail.com. Orcid (0000-0002-7687-587X)
[3] Licenciada en Educación, especialidad Español y Literatura. Clínica Internacional Camilo Cienfuegos, La Habana, Cuba. Correo: torrientedorticos@gmail.com. Orcid (0000-0002-1359-3760)
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[4] Fundada en 2014, RESTAURA es una Empresa Filial de la Empresa de Restauración del Patrimonio adscrita a la OHCH. Tiene como objeto social: Brindar servicios técnicos profesionales de proyección, diseño, ingeniería, topografía, consultoría, investigaciones aplicadas e integrados de ingeniería de proyectos de inversiones a la restauración y conservación de obras patrimoniales y a la construcción.
[5] Cuba refrendó en la Constitución de la República de 2019 la salvaguarda del patrimonio cultural de la nación. La misma, quedó instrumentalizada en la Ley General de Protección al patrimonio cultura y al Patrimonio natural en 2022, en cuyos principios se prevé la “prosperidad de los ciudadanos, interpretada como la mejora en la calidad de vida, particularmente en el enriquecimiento espiritual e intelectual, a partir del conocimiento, apreciación y disfrute del Patrimonio Cultural y del Patrimonio Natural. Paso importante en la revalorización de los bienes patrimoniales como recursos promotores del desarrollo sociocultural.
[6] De acuerdo con la Directora del subsistema de comunicación de la 0HCH, Magda Resik (2017), no existen referencias en el mundo, de otro Centro Histórico que disponga de tan variado grupo de medios para comunicar el patrimonio. Entre ellos, el Programa Cultural, la revista Opus Habana, el espacio televisivo Andar La Habana, el sello editorial Boloña, Habana Radio «voz del patrimonio cubano», los proyectos Rutas y Andares, etc; y con absolutamente todos, RESTAURA guarda una estrecha relación, ya sea por colaboración o por la prestación de servicios culturales, como lo es la participación de sus especialistas e historiadores en las disímiles actividades relacionadas con la comunicación del patrimonio.