probabilidad de que el docente a hacer propios los diferentes contenidos de los programas de
asignatura con sus respectivos objetos de estudio.
Según los criterios de los diferentes autores Castejón, F.J., et, al. (2015). Kallestrup, J. (2016),
López Pastor y Fraile Aranda, (2017); Fraile, Aparicio, y Romero Martín, (2018); Hamodi, Moreno y
Barba, M. 2018), López Pastor y Carter Cáceres (2018) Córdoba F.J., et al. (2018, Afirmaron que,
la dimensión epistemológica social, se vincula con la sociabilidad de la formación, que debe estar
disponible a todos, además el desarrollo de condiciones propicias para el estudio y la participación
de los docentes en la toma de decisiones de políticas educativas también forman parte de esta
dimensión social. En sus estudios expresaron que la principal dimensión epistemología a
desarrollarse en los procesos de formación docentes debe ser la holística la cual se concibe desde una
perspectiva integradora que apunta a desarrollar nuevas herramientas teóricas y prácticas para
participar creativamente de la transformación de la consciencia, dejando claro su visión integral que
admite al conocimiento como un prodigio vincular complejo, multidimensional y participativo, cuyo
fin es la generación de significado. El propósito de esta disciplina es la declaración de los esquemas
cognitivos que se aplican condicionando las formas de consciencia, identificando el apego emocional
a esas pautas y la relación profunda entre ellas y las formas concretas de conducta. Con este fin trata
de ver más allá de los conceptos y las teorías, para extraer a partir de ellos las implicancias que afectan
el modo de conocer y moldean la visión del mundo.
Se considera que, constituye además un desafío actual, desplegar una racionalidad consecuente
con el nuevo enfoque del mundo, que está cobrando forma con el cambio de paradigmas, se entiende
que, las facultades cognoscitivas humanas son mucho más desarrolladas que la razón intelectual, y
necesitamos ponerlas todas en juego para dialogar con un mundo cada vez más sutil y complejo.
La formación académica del docente universitario enfrentará como tarea la distinción e
interrelación de tales dimensiones. En aras de buscar la superación de enfoques tradicionales en el
aula hacia enfoques formativos de mayor pertinencia, según la lectura de las actuales demandas
sociales, es urgente promover espacios de reflexión-acción que develen estas relaciones a partir de
las sistematizaciones de investigaciones.
Cañadas, L., et, al. (2018) sugieren que, la formación docente es más que una sumatoria de
conocimientos adquirida por el alumno ya que estructura representaciones, identificaciones, métodos
y actitudes e impacta en el sujeto en formación en el plano cognoscitivo, y en lo socioafectivo,
conformando cambios cualitativos más o menos profundos.
La formación docente en el escenario universitario asume el sistema de principios pedagógicos
propuesto por Córdoba, T., et, al (2018). Hamodi, C., (2018).; Mujica, 2021), quienes trataron temas
sobre la unidad del carácter científico e ideológico del proceso pedagógico; la vinculación de la
educación con la vida, el medio social y el trabajo en el proceso de educación de la personalidad, y;
la unidad de lo instructivo, lo educativo y lo desarrollador en el proceso de educación de la
personalidad; la unidad de lo afectivo y lo cognitivo en el proceso de educación de la personalidad;
el carácter colectivo e individual de la educación y el respeto a la personalidad; y la unidad entre la
actividad, la comunicación y la personalidad.