La aplicación de una prueba para conocer la condición física de la persona de acuerdo con su
salud es importante. Entre los diferentes esquemas valorativos se puede considerar la aplicación del
test ergométrico que puede ser aplicado a personas de diferente condición física. De acuerdo con
(Aparicio et al.,1983), se puede aplicar test de esfuerzo progresivo, que deben estar definidos
clínicamente como test máximos, siendo terminados los mismos a solicitud de los propios pacientes
por agotamiento o incapacidad física.
En la actualidad, por efecto de la pandemia del síndrome respiratorio agudo severo SARS
COVID-19, ha originado en el sistema respiratorio de las personas que lo contraen serias
complicaciones como: distrés respiratorio, problemas respiratorios diversos (neumomediastino-
neumotórax) que pueden llegar a ser tan graves que se necesitaría un respirador mecánico. El
síndrome puede llegar a presentar complicaciones que comprometan el estado de salud de los
pacientes tales como: neumonía (de la comunidad o intrahospitalaria), incluyendo insuficiencia
cardíaca, hepática, renal, falla multisistémica, tromboembolismo pulmonar y enfermedad
cerebrovascular.
El acondicionamiento físico asimismo debe ser visto como regenerador o paliativo de tejidos y
órganos del cuerpo humano, en la actualidad existen evidencias gratificantes como los ejercicios
físicos pueden coadyuvar a mejorar a las personas que padecen de patologías catastróficas como el
Alzheimer y que por medio del ejercicio físico se contribuye como un factor de riesgo modificable
produciendo la sinapsis entre neuronas. Herrero y Ferradaz (2011) describen que el ejercicio parece
activar una serie de procesos encargados de mantener y proteger a las células nerviosas, lo que
podemos llamar sistemas de neuro protección fisiológica.
Y para (Aguila et al.,2012), el ejercicio físico debe ser aerobio en las personas con diabetes mellitus
tipo 2, éste incrementa la sensibilidad a la insulina y el consumo de glucosa muscular y hepática,
influye favorablemente sobre el control metabólico. Siendo, que la indicación del tipo de ejercicio, la
intensidad y la duración debe ser personalizada, con el propósito de evitar posibles riesgos. Además,
a la ejercitación activa se debe agregar un enfoque recreativo, lo que la hace más atractiva y aumenta
la adhesión a esta actividad.
Villalobos y Reyes (2017) plantean que el ejercicio tiene un rol fundamental en todos los puntos
de interés en la trayectoria de la supervivencia del cáncer. Se debe considerar la aplicación del ejercicio
físico para que vayan acorde con la capacidad y asimilación de la persona por el estímulo aplicado,
esto también dependerá del grado de afectación que se encuentre el sujeto. Ramírez (2002) plantea
que el acondicionamiento físico traducido como actividad física regular, se considera entonces un
componente importante de los denominados estilos de vida saludable.
La evolución física, biológica y psíquica son las etapas que se desarrollan en el ser humano y que
por medio de la aplicación del acondicionamiento físico estético se contribuye a mejorar la calidad
de vida y a proteger su salud, convertirlo en hábito la ejercitación del cuerpo es fundamental para
toda persona. Un factor negativo para las personas que realizan ejercicios para mejorar la figura, es
el consumo de bebidas energizantes, el ingerir éstos, pueden causar daños al sistema inmunológico
como la sobreestimulación del sistema nervioso en lo referente a lo anatomofuncional como la
motilidad al recibir estímulos no adecuados.