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Juan José Alberto Mejía Correa
Rogelio Bermúdez Sarguera
Juan Francisco Mejía Pérez
Aylin Pentón Quintero
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Vocalía, de operación de puertos mexicanos. La entrevista estuvo configurada
por 9 temas a tratar.
c) El análisis de documentos apuntó a la revisión del plan de estudios (malla
curricular) de la carrera y a los programas de las asignaturas que habíamos
concebido, a saber, Control de Calidad y Administración de la Calidad. Al
someter a análisis dichos documentos, obtuvimos como resultado la
advertencia de la estructura de la malla curricular con relación a las
instrumentaciones psíquicas conscientes –habilidades— contenidas en ella. El
análisis minucioso apuntó, preponderantemente, no solo a la identificación de
la instrumentaciones en sí, imprescindibles a desarrollar en cada semestre de
la carrera, sino también al número de repeticiones con que cada
instrumentación se reproducía. Igualmente, se focalizó, con este análisis, la
validez instrumental de cada instrumentación (Bermúdez y Rodríguez, 2020).
Dicho en otros términos, se valoró si las instrumentaciones presentes para
cada semestre resultaban válidas desde el punto de vista del aprendizaje
instrumental o estaban vacías de contenido, digamos, como sucede con las
habilidades de profundizar y ampliar el conocimiento. Unida a este método, se
elaboraron determinadas tablas analítico-sintéticas (Bermúdez y Rodríguez,
2008, 2018), (Bermúdez et al., 2019), en las cuales se describían todas las
invariantes estructurales que se subsumían a cada una de las
instrumentaciones identificadas.
d) El análisis estadístico-matemático consideró la aplicación del coeficiente
de correlación de Pearson, a modo de constatar la relación estadística entre
dos variables continuas, a saber, las instrumentaciones intelectuales para
construir el conocimiento y las instrumentaciones intelectuales para aplicarlo,
según la concepción teórico-metodológica de Bermúdez y Rodríguez (2017,
2018, 2022). Si la asociación entre los elementos no es lineal, entonces el
coeficiente no se encuentra representado adecuadamente, tal cual sucedió
entre aquellas variables, tomando el rango de 0.05. Con ello, se justifica la
necesidad de contar con un laboratorio debidamente equipado para responder
a las insuficiencias probables del futuro puesto de trabajo.
Permítanos una pequeña digresión.
En la literatura general especializada sobre la metodología de la investigación
científica, se han acuñado los denominados métodos empíricos y métodos
teóricos para llevarla a cabo. A nuestro juicio, clasificar los métodos de
investigación en empíricos y teóricos hace vulnerable, en principio, la
objetividad de los métodos y el principio de consistencia interna en la
aplicabilidad de ellos. De esta forma, hemos asumido y defendido para esta
investigación los denominados métodos de recopilación de información y los
métodos de procesamiento de la información recopilada (Bermúdez y
Rodríguez, 2008). ¿Por qué tuvimos que proceder metodológicamente de esta
manera? Justo porque la clasificación de los métodos de investigación en
empíricos y teóricos se superpone, sin razón alguna, a la clasificación del
conocimiento. En otras palabras, la clasificación de los métodos de
investigación coincide con la clasificación misma del conocimiento, el cual se