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DISCUSIÓN
El porcentaje de preeclampsia en
adolescentes embarazadas que participaron en
la investigación actual fue del 47%, un valor que
supera lo reportado por Pacheco en 2006(7),
quien indica como valores extremos el 10% en el
hospital Cayetano Heredia y el 14% en el
hospital arzobispo Loayza. Estos hallazgos son
parecidos a los obtenidos por otros
investigadores (8,9), donde se observa una
elevada incidencia en los embarazos de jóvenes.
El desarrollo de trastornos hipertensivos
durante la gestación también está asociado con
la paridad temprana, por lo que la nuliparidad
representa un factor de riesgo ya que las
pacientes en su primer embarazo son
homocigotas para un gen predisponente (10).
Moreno Rojas, 2008, (11) en Riobamba,
Ecuador, reportó una serie de casos donde el
66% de las embarazadas experimentaron
preeclampsia, de las cuales el 80% eran
adolescentes y el 86% primigestas, una
tendencia parecida a la que se observó en este
estudio donde el 51% de las pacientes
experimentó su primer parto. En el estudio
llevado a cabo por Carmenate y colaboradores
(2009) en Cuba, registró una incidencia del 89%
de preeclampsia grave, siendo el 31% menores
de 20 años y el 29% nulíparas (12). El porcentaje
de muerte materna vinculada a la preeclampsia
grave es del 3%, incluyendo las causas
principales de hemorragias postparto,
desprendimiento prematuro de la placenta,
coagulopatía, insuficiencia renal, encefalopatía
hipertensiva, sangrados intracraneales,
síndrome de HELLP y ruptura del hematoma
hepático (13-15). Este estudio no registró
fallecimiento de la madre, aunque se reportó un
8% de hemorragias postparto y un 2% de
síndrome de HELLP (2). En 2013, las
adolescentes de menos de 20 años
constituyeron el 14% de los nacimientos, y la
incidencia de preeclampsia severa fue del 7%,
más alta que en el grupo de estudio donde se
registró el 4% (12). Algunos autores proponen
que la hipertensión provocada durante la
gestación tiene relación con la primigravidez
(16).
Se argumenta que, durante la preeclampsia,
se presenta una isquemia placentaria con
alteraciones endoteliales debido a un deterioro
nutricional, lo que resulta en un desequilibrio de
electrolitos (17). Además, se señala que, debido
a una inadecuada adaptación inmunológica y la
herencia genética, la respuesta es distinta en las
nulíparas como las multíparas, así como la
prevalencia de la enfermedad en gestaciones
con un nuevo conyugue (18)
CONCLUSIONES
Numerosas gestantes que desarrollaron
preeclampsia durante la adolescencia,
identificaron como factor de riesgo la
nuliparidad y el desequilibrio nutricional. Los
factores de riesgo vinculados a la preeclampsia
en adolescentes son múltiples, incluyendo
aspectos biológicos y socioeconómicos. Las
barreras socioeconómicas, tales como el acceso
restringido a cuidados médicos de alta calidad y
un escaso respaldo social, impactan de manera
notable en la incidencia de preeclampsia en este
grupo de población. Dada la mayor
vulnerabilidad de este grupo, resulta