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INTRODUCCIÓN
La introducción o penetración progresiva en forma telescópica de un segmento de intestino y su mesenterio (intussusseptum) dentro de la luz de otro segmento intestinal (intussuscipiens) adyacente por efecto de la acción peristáltica es lo que se conoce como intususcepción o invaginación intestinal. Descrita por primera vez por Paul Barbette a finales del siglo XVII; en el niño1 (Sobre todo menores de 2 años) es la causa más frecuente de obstrucción intestinal, mientras que en el adulto2,3 apenas alcanza un 1% ; el 10% es idiopática (una excepción es Escocia donde alcanza un 40%) y el 90% son de causas orgánicas, de estos el 66% son debida a neoplasias4,5 tales como carcinomas, leiomiosarcoma, melanomas, adenomioma, etc.; dejando un porcentaje menor a otras causas como los pólipos6, lipomas7, divertículos de Meckel invertidos, apéndice inflamado, hematoma de la pared intestinal, cicatrices o línea de suturas, etc8.
En algunos países tropicales como Sudáfrica, Haití, Nigeria, Corea, Zambia, Zimbabwen la invaginación intestinal es un problema común, sin establecer aun la causa de esta patología siendo materia de muchas conjeturas.
La invaginación intestinal puede ser:
Entero-enterar (Ilio-ilial o yeyuno-yeyunal), íleo-cólica (más frecuente), colo- colónica, ilio-cecocólica.
Fisiopatología.
En el niño la génesis de la invaginación intestinal, se piensa que es provocada por la hipertrofia de los folículos linfoideos de las placas de Peyer ubicadas en el íleo terminal el cual como arrastre es introducido o invaginado dentro de un segmento distal.
En el adulto, los pólipos, los tumores mucosos o submucosos sésiles o pediculados pueden actuar como bolo, es decir arrastrado durante los movimientos peristálticos ocasionando la invaginación intestinal dentro de sí mismo.
Cuando ocurre la invaginación, el segmento intestinal atrapado experimenta compresión vascular, edema y eventual necrosis isquémica de la pared.
Manifestaciones Clínicas.
En el adulto se manifiesta clínicamente con signos y síntomas de obstrucción intestinal: dolor abdominal intermitente (tipo cólico) que tiende agravarse a medida que la invaginación intestinal progresa y con ella la distensión de asas intestinales, provocando nausea y vómitos. El asa intestinal invaginada provoca secreción mucosa sanguinolenta lo que se traduce con la eliminación de heces en jalea de grosella. En un 40% existirá una masa palpable en forma de salchichón dolorosa, que aumenta de tamaño con los movimientos peristálticos (dolor cólico).
Cuando ocurre la isquemia, necrosis y perforación del segmento comprometido, el dolor será constante acompañado de rigidez muscular y signos evidentes de peritonitis.
La radiografía simple de abdomen que es el primer estudio, revela signos de obstrucción