Derechos Humanos y fútbol: el relato que marcó la campaña del No al régimen de Pinochet
Human rights and soccer: the story that marked the No to Pinochet's regime campaign
Xavier Burbano Espinoza
DERECHO CRÍTICO: REVISTA JURÍDICA,
CIENCIAS
SOCIALES Y POLÍTICAS
Fecha
de recepción: 11/07/2023
Fecha de aceptación:13/09/2023
Derechos Humanos y fútbol: el relato que marcó la campaña del No al régimen de Pinochet
Human rights and soccer: the story that marked the No to Pinochet's regime campaign
Xavier Burbano Espinoza[1]
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Como citar: Burbano Espinoza, X. (2023) Derechos Humanos y fútbol: el relato que marcó la campaña del No al régimen de Pinochet. Derecho Crítico: Revista Jurídica, Ciencias Sociales y Políticas. 4(4) 1-16. DOI: https://doi.org/10.53591/dcjcsp.v4i4.1111 |
Resumen: Es necesario revisar el pasado para
conservar la memoria. En Chile el golpe de 1973 rompió la democracia. En 1988 cuando se votaba si Pinochet permanecía
o no en el poder, en
un spot de televisión de la campaña del No apareció Olga Garrido
revelando que fue torturada por el Estado. Esta propuesta ensayística aspira
a dilucidar ¿en qué medida el ataque a Olga Garrido fue un mensaje aleccionador de la dictadura, por consecuencia de la ideología
de su hijo el futbolista Carlos
Caszely? Con este propósito se realizó un análisis
bibliográfico de autores que hablan de fútbol e intentan vincularlo a temáticas
de Derechos Humanos, una metasíntesis de investigaciones cualitativas
previas sobre el papel que ocupan las mujeres en situaciones de conflicto o de guerra,
y una búsqueda en internet del
spot de televisión en el que apareció Olga Garrido revelando que fue torturada. El
trabajo tras la discusión de resultados ha logrado determinar que las mujeres tienen un papel en las disputas
masculinas por la supremacía: simbolizan el poder que los hombres se
juegan y sirven para expresarlo o exhibirlo en una confrontación entre
ellos mismos, hasta tal punto que el
cuerpo de la mujer es el bastidor o soporte en que
se escribe la derrota
moral del enemigo. Finalmente, el trabajo mostró que el ataque a Olga Garrido
no fue una agresión de motivación sexual sino otra cosa: un mensaje
aleccionador remitido a Carlos Caszely, figura social de la oposición, escrito
en el cuerpo de su madre.
Palabras claves: Derechos Humanos, fútbol, Pinochet, Caszely, Garrido, tortura.
Abstract: It is necessary to revisit the past to preserve memory. In Chile, the coup of 1973 shattered democracy. In 1988, during the vote on whether Pinochet should remain in power, a television campaign spot for the "No" side featured Olga Garrido revealing that she had been tortured by the state. This essay proposal aims to elucidate the extent to which the attack on Olga Garrido was an instructive message from the dictatorship, as a consequence of the ideology of her son, the footballer Carlos Caszely. To achieve this purpose, a bibliographic analysis was conducted of authors discussing football and attempting to connect it to Human Rights issues, a metasynthesis of previous qualitative research on the role of women in situations of conflict or war, and an internet search for the television spot in which Olga Garrido revealed that she had been tortured. Through the discussion of results, the study has determined that women play a role in male disputes for supremacy: they symbolize the power that men stake and serve to express or exhibit it in a confrontation among themselves, to the extent that the woman's body becomes the framework or support on which the moral defeat of the enemy is written. Ultimately, the work showed that the attack on Olga Garrido was not an act of sexual motivation but rather something else: an instructive message directed at Carlos Caszely, a social figure of the opposition, written on the body of his mother.
Keywords: Human Rights, football, Pinochet, Caszely, Garrido, torture.
INTRODUCCIÓN
Cristiano Lucarelli: Recibió un pase alto de Francesco Totti y definió con un tiro de derecha para anotar su gol contra la selección de Moldavia. Fue a la tribuna del estadio Armando Picchi en Livorno, cuna del Partido Comunista italiano, donde estaban los “ultra” livorneses, que son los hinchas ultra izquierdistas de Italia. Se levantó la camiseta y dejó ver debajo de ella una imagen de Ernesto “Che” Guevara y la frase “el Livorno es una fe y los ultras sus profetas” (Perez & Rof, 2012). Con estos antecedentes, el futbolista no sería convocado posteriormente a la selección italiana que disputaría el mundial de Alemania 2006. ¿Estuvo vetado Cristiano Lucarelli por ejercer su derecho a expresar, fiel a su ideario político, un pensamiento de izquierdas? Al parecer sí. Cristiano siempre se rebeló contra el conformismo del “calcio”[2], un mundo que no tolera la diversidad (Peinado, 2023).
Pedrag Pasic: Hacia el final de las llamadas guerras yugoslavas (ACNUR, 2018), el asedio de Sarajevo no impidió que un exfutbolista fundara “Bubamara”, una escuela de futbolistas en medio de un conflicto bélico con tintes étnicos y religiosos. Durante el asedio de Sarajevo que causó decenas de fallecidos, Pasic entrenaba a niños de toda condición étnica y religiosa (Toe, 2014). Afuera se oían explosiones, disparos, el caos, mientras dentro los niños sencillamente jugaban al fútbol sin comprenderlo. Esta es la historia de Pedrag Pasic, un exfutbolista que, en lugar de escapar de la guerra, decidió quedarse en Sarajevo y usar el deporte como arma de felicidad para los niños, sin distinción de ningún tipo (Leal, 2014).
Sócrates De Oliveira: Filósofo, doctor en medicina, y uno de futbolistas más talentosos de la historia. En la década de los 80 Sócrates lideró el movimiento denominado Democracia Corinthiana, que consistía en dar igual voz a todos los jugadores del club Corinthians, sea el capitán o el arquero suplente, pero también al utilero o al fisioterapista (Perez & Rof, 2012). Su funcionamiento era muy sencillo, todo eran asambleas en las que votaba desde la estrella del equipo hasta el último utilero, entre todos ellos decidían, por ejemplo, la justa redistribución de los premios económicos. Este movimiento denominado Democracia Corinthiana convirtió al club en un partido político andante y ayudó a llevar un mensaje de cambio y democracia a mucha gente en Brasil, donde Corinthians es uno de los equipos más grandes (Peinado, 2023). Ver a los jugadores poner en práctica ideas democráticas mostró lo importante que era esta lucha, y contribuyó a poner fin a la dictadura militar:
“Ele contribuiu com o carisma e a força dele num momento em que era uma estrela inquestionável do esporte, inquestionavelmente también fundamental no Brasil, então, a participação política dele, no que acabou redundando no fim da ditadura, é indiscutível” (Downie, 2021).
¿Por qué hablar de Derechos Humanos y utilizar al fútbol para hacerlo? Scher (2017) da seis motivos para hacerlo. Primero, por el impacto que tiene el fútbol (especialmente en los países de Latinoamérica) en cuanto al nivel de generar penas, alegrías y desarrollar algún tipo de orgullo; segundo, debido a que el fútbol es un espacio de construcción de identidad, lazos e historias comunes; tercero, el fútbol ha colaborado muy poco en transmitir el mensaje de la búsqueda por verdad, justicia y memoria. Cuarto, porque puede ser la excusa perfecta, salir desde esta plataforma a decir un par de cosas relevantes en términos de esta temática tan necesaria para reflexionar. El quinto motivo, es que muchas de las víctimas de violaciones a los derechos humanos tenían una relación cercana e importante con algún club de fútbol, ya sea como hinchas o como socios. Y, a decir del referido autor, también resulta necesario destacar como sexto motivo, la relación que estableció el fútbol con las víctimas, pues los clubes tienen entre sus hinchas, futbolistas y dirigentes, víctimas de las dictaduras militares. Justamente fue el caso de Olga Garrido y su hijo el futbolista chileno Carlos Caszely.
Cuando la selección de fútbol de Chile clasificó para el Mundial de Alemania 1974, el general Augusto Pinochet acudió a despedir a la selección nacional antes de su viaje hacia tierras teutonas, allí el dictador saludó a todos los futbolistas, pero el goleador y figura social de la oposición Carlos Caszely decidió no estrecharle la mano. Unos meses después sucedió algo que no puede ser entendido como una coincidencia: su madre, Olga Garrido, fue detenida por agentes secretos de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) (Perez & Rof, 2012).
Quince años después se votaba si Pinochet seguía o no en el poder. En medio de una campaña proselitista, apareció Olga Garrido en una propaganda de televisión del “Comando del No” revelando que fue secuestrada por los servicios secretos de la DINA, vejada y sometida a brutales torturas (Peinado, 2023).
Por consiguiente, este trabajo aspira a dilucidar, ¿en qué medida el ataque a Olga Garrido fue un mensaje aleccionador de la dictadura, por consecuencia de la ideología de su hijo el futbolista Carlos Caszely?
El diseño metodológico realizado para resolver este problema, es el que se bosqueja a continuación.
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Diseño metodológico |
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Objetivos específicos |
Enfoque |
Método / Técnica |
Instrumento |
Población / Muestra |
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Resaltar la importancia de utilizar al fútbol para hablar de Derechos Humanos |
Cualitativo |
Análisis bibliográfico
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Gestor de referencias
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Autores que vinculan al fútbol con temáticas de Derechos Humanos |
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Fundamentar la teoría sobre las violencias aleccionadoras y/o disciplinantes |
Cualitativo |
Meta síntesis
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Gestor de referencias
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Investigaciones cualitativas previas sobre el papel que ocupan las mujeres en situación de conflicto o guerra
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Examinar el relato de Olga Garrido que marcó la campaña del No al régimen de Pinochet |
Cualitativo |
Búsqueda en Internet
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Motores de búsqueda
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Spot de televisión en el que apareció Olga Garrido revelando que fue secuestrada por los servicios secretos y torturada
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Elaboración propia
En razón de los objetivos trazados, el enfoque metodológico en este trabajo es cualitativo. Estudia los procesos sociales de forma que generan teorías sustantivas que ayudan a comprender la realidad (Creswell, 1998). Su preocupación no es prioritariamente medir, sino cualificar y describir el fenómeno social a partir de rasgos determinantes, según sea percibidos por los elementos mismos que están dentro de la situación estudiada (Lara Muñoz , 2013).
Para resaltar la importancia de utilizar al fútbol para hablar de Derechos Humanos, se realiza un análisis bibliográfico (utilizando un gestor de referencias) de algunos autores que hablan de fútbol e intentan vincularlo a temáticas de Derechos Humanos. Por ejemplo: Downie (2021) y Peinado (2023) ubican varias historias de futbolistas con el fin de mostrar las relaciones que hay entre ellas y la lucha por los Derechos Humanos.
Para fundamentar y comprender las formas de violencias aleccionadoras y/o disciplinantes, se realiza una metasíntesis de un grupo de investigaciones cualitativas previas sobre el papel que ocupan las mujeres en una situación de conflicto o de guerra. Particularmente unos estudios de Segato (2023), donde desarrolla su teoría sobre “la pedagogía de la crueldad”, exploraron la violencia ejecutada por medios sexuales para afirmar la destrucción moral del enemigo en contextos de conflicto. De igual importancia, unos estudios de Reguillo (2021), donde desarrolla su teoría sobre “la pedagogía del miedo”, exploraron la violencia que se ejerce para someter a los demás mediante el castigo ejemplar.
Por último, para examinar el relato de Olga Garrido que marcó la campaña del No al régimen de Pinochet, se realiza una búsqueda en internet del spot de televisión en el que apareció revelando que fue secuestrada por los servicios secretos y torturada. Este video se encuentra en una película de Perez & Rof (2012) y en el sitio web de Diario AS (2018).
A través de la toma de notas se resume la información y se recolecta solo aspectos relevantes, con el fin de percibir las relaciones que hay entre las investigaciones referenciadas y el relato de Olga Garrido.
DESARROLLO
1. El régimen autoritario de Pinochet.
No puede entenderse la historia de América Latina y el Caribe sin analizar el papel que los gobiernos de Estados Unidos de América han tenido en los acontecimientos latinoamericanos-caribeños, pues existe una tendencia y continuidad que trasciende a todas las Administraciones (Tirado Sánchez, 2021).
Asimismo, el campo de la investigación ha documentado ampliamente la influencia abrumadora de la orientación, el contenido y la financiación de los Estados Unidos sobre los medios de comunicación de masas de la región. El periodista y teórico de la comunicación boliviano Luis Ramiro Beltrán confirma este contexto. Según Beltrán (2007), investigaciones en el Congreso de ese país revelaron que, más allá de las actividades de propaganda franca, las actividades encubiertas del gobierno en comunicación dentro y sobre la América Latina, se habían realizado no sólo para desacreditar sino también para ayudar a derrocar algunos gobiernos latinoamericanos con orientación de cambio y legítimamente constituidos.
Intereses provenientes principalmente de la política exterior de gobiernos de Estados Unidos, que desde un siglo atrás habían legitimado el intervencionismo como parte de la Doctrina Monroe, recrudecieron en Latinoamérica sus estrategias de contención para no perder el dominio comercial y político; alertados por la victoria cubana, la Guerra Fría en América Latina alcanzó un nuevo auge; la intervención política y militar norteamericana se volvió mucho más directa y abierta de lo que había sido en otras épocas (Lopez Bracamonte, 2021).
En Chile el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, el bombardeo al Palacio de la Moneda y la muerte del presidente Salvador Allende, rompieron la democracia chilena y abrieron un periodo de gobierno autoritario nunca visto. La característica más general que define a los dieciséis años de gobierno autoritario del general Augusto Pinochet es la de una personalización en la conducción política acompañada de una baja institucionalización; y al menos en su primera etapa hasta 1980, una política caracterizada por la aplicación del ultraliberalismo económico, por la proscripción de toda actividad política partidista, y la violación sistemática de los Derechos Humanos (Alcantara, 2003).
La violación de los Derechos Humanos más abominable fue la práctica de la tortura. Los métodos más frecuentes ejecutados por los servicios secretos de inteligencia chilenos hacia los opositores políticos fueron: la aplicación de electricidad en zonas sensibles del cuerpo; la asfixia, mediante el submarino húmedo (inmersión en agua fría u otros líquidos, usualmente aguas servidas) o el submarino seco (por lo general, ahogando a la víctima con una bolsa plástica amarrada a su cuello); los colgamientos prolongados en diversas posiciones, de modo que el prisionero fuera mortificado por el peso de su propio cuerpo; las quemaduras, normalmente provocadas con cigarrillos, aunque también con fierros calientes u otros objetos; el confinamiento solitario por días o semanas, casi siempre en cubículos estrechos que impidieran la movilidad; la ingesta obligada de orinas y excrementos; las vejaciones sexuales; los simulacros de fusilamiento; la privación de agua, alimento y sueño; la privación de luz o la iluminación ininterrumpida; la observación obligada de torturas infligidas a compañeros de prisión y de ejecuciones; la amenaza de dañar a los familiares del detenido; la concreción de dichas amenazas, forzando a los familiares a presenciar la tortura del detenido o bien torturándolos a ellos en su presencia (Hopenhayn, 2019).
La utilización de los todopoderosos servicios secretos de inteligencia mostraba que se trataba de servicios pocos institucionalizados y con escasa autonomía. Tanto la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) como su sucesor, la Central Nacional de Información (CNI), eran vistos más como la extensión personal del general Pinochet que como una parte permanente del aparato estatal (Alcantara, 2003).
Luego de varios fracasos y divisiones internas en la oposición, en 1985 se conformó el Acuerdo Nacional, un gran pacto político integrado por todos los partidos de izquierdas y de los partidos de derechas no implicados directamente con el régimen de Pinochet, con el fin de impulsar un mínimo indispensable de reformas constitucionales que permitan modificar el sistema de sucesión presidencial (Alcantara, 2003).
La lucha mantenida entre el Acuerdo Nacional y el gobierno de Pinochet finalmente aflojó en 1988 cuando el gobierno anunció la convocatoria de un plebiscito, para que la ciudadanía aceptase o rechazase al candidato Augusto Pinochet por un nuevo periodo de 8 años; la convocatoria misma produjo que culminara con éxito la gran tarea de concertación nacional de la oposición chilena, creando dieciséis partidos el “Comando del No” (Alcantara, 2003).
2. Caszely y Olga Garrido.
¿Quién era Carlos Caszely? El Rey del metro cuadrado. Vicecampeón y goleador de la Copa Libertadores 1973 con Colo Colo de Chile, y máximo goleador del ‘cacique’ (como era conocido el club) con 208 goles. Jugó 2 mundiales (Alemania 74 y España 82) y fue goleador de la Copa América en 1979. Quinto goleador histórico de la selección nacional de fútbol de Chile con 29 goles. Cercano a la Unidad Popular en el gobierno socialista de Salvador Allende (1970-1973), tras el golpe de estado, su relación con la dictadura fue difícil (Peinado, 2023).
—Sabía lo que se venía encima, tenía miedo. No por mí, sino por mis amigos y por mi familia, sabía que estaban en peligro por mis ideas— (Lara M. , 2012) .
Cuando la selección de Chile clasificó para el Mundial de Alemania 1974, el general Pinochet acudió a despedir a la selección nacional antes de su viaje hacia tierras alemanas; allí el dictador saludó a todos los futbolistas, pero Caszely decidió no estrecharle la mano (Perez & Rof, 2012).
—Al no saludar a Pinochet yo estaba representando al 90% del Chile pensante y democrático— (Valbuena , 2020)
Unos meses después sucedió algo que no puede ser entendido como una coincidencia. Su madre fue detenida por agentes secretos de la Dirección Nacional de Inteligencia (Perez & Rof, 2012).
Quince años después se votaba si Pinochet seguía o no en el poder. Apareció Olga Garrido en un spot de televisión del “Comando del No” revelando que fue secuestrada por los servicios secretos, vejada y sometida a brutales torturas (Peinado, 2023).
—Yo fui secuestrada de mi hogar y llevada a un lugar desconocido con la vista vendada, donde fui torturada y vejada brutalmente. Por eso voto No— dijo Olga Garrido en el spot de televisión (Diario AS, 2018).
—Yo también voto No. Porque su alegría, que ya viene, es mi alegría. Porque sus sentimientos son mis sentimientos. Porque el día de mañana, podremos vivir en democracia, libre, sana, solidaria, que todos podamos compartir. Porque esta linda señora, es mi madre— añadió Caszely en el mismo spot de televisión, tras el doloroso relato (Perez & Rof, 2012).
3. Pedagogía de la crueldad.
Vale la pena reflexionar, sobre ¿qué papel ocupan las mujeres cuando hay una situación de guerra entre los hombres? El patriarcado es un sistema jerárquico entre varones en el que está implicado el dominio sobre el conjunto de las mujeres, estas, por tanto, tienen un papel en las disputas masculinas por la supremacía: simbolizan el poder que los hombres se juegan y sirven para expresarlo o exhibirlo en una confrontación entre ellos mismos (Serra, 2019).
De igual importancia, la teoría de la pedagogía de la crueldad desarrollada por Segato (2023), sostiene que es en la violencia ejecutada por medios sexuales donde se afirma la destrucción moral del enemigo, cuando no puede ser escenificada mediante la firma pública de un documento formal de rendición. En este contexto, según la autora, el cuerpo de la mujer es el bastidor o soporte en que se escribe la derrota moral del enemigo.
Caszely era una estrella del fútbol chileno, el jugador más popular y querido de la historia de Colo-Colo y de Chile, figura social de la oposición, enemigo de la dictadura. Su mejor gol fue ese: en un acto oficial dentro del Palacio de la Moneda, en plena época de asesinatos y fusilamientos de opositores, se negó a dar la mano al dictador Augusto Pinochet; esta acción de Caszely habría pasado desapercibida si no hubiese sido por un periódico, que hizo del hecho una gran noticia (Lara J. , 2018).
Es muy importante hacer notar entonces, que el ataque a Olga Garrido no es una agresión al cuerpo antagonista, sino otra cosa: un mensaje aleccionador remitido a una figura de la facción antagonista escrito en el cuerpo de una mujer. Es decir, un mensaje aleccionador remitido a Caszeli escrito en el cuerpo de su madre.
En suma, ¿por qué el mensaje aleccionador se «escribió» en el cuerpo de Olga Garrido? Porque es en la violencia ejecutada por medios sexuales donde se afirma la destrucción moral del enemigo, cuando no puede ser escenificada mediante la firma pública de un documento formal de rendición, hasta tal punto que el cuerpo de la mujer es el bastidor o soporte en que se escribe la derrota moral del enemigo.
Esta violencia se expresa de forma privilegiada en el cuerpo de las mujeres, y se «escribe» en el cuerpo de las mujeres victimizadas por la conflictividad informal al hacer de sus cuerpos el bastidor en el que la estructura de la guerra se manifiesta; en otras palabras, en estas guerras de bajos niveles de formalización, parece estar difundiéndose una convención o código: la afirmación de la capacidad letal de las facciones antagónicas en «la escritura en el cuerpo de las mujeres», de forma genérica y por su asociación con la jurisdicción enemiga, como documento eficiente de la efímera victoria sobre la moral del antagonista (Segato, 2023).
Por su parte, Münkler (2005) considera posible afirmar que se trata de una violencia calculada y premeditada que forma parte de una estrategia militar, y que es independiente de los patrones tradicionales de comportamiento. Es decir, no se trata de una «costumbre» que se abre camino en la escena bélica, sino de un comportamiento militar planificado. En consecuencia, una «sexualización extensiva de la violencia es observable en prácticamente todas las nuevas guerras» (Münkler , 2005).
Existe abundante literatura que coloca el acento en el análisis de la violencia sistemática contra las mujeres chilenas como componente central del “conflicto interno”. Casi todas las mujeres que fueron torturadas en Chile desde el golpe de estado del 11 de septiembre 1973 sufrieron también violencia sexual, sin distinción de edad (Montes, 2019). Las vejaciones sexuales fueron uno de los métodos de tortura más frecuentes ejecutados por los servicios de inteligencia (Hopenhayn, 2019).
Es útil acudir a la teoría de la pedagogía de la crueldad desarrollada por Segato (2023), para hacer una actualización generacional: los agredidos son cuerpos frágiles, no son cuerpos guerreros, por eso manifiestan tan bien, con su sufrimiento, la expresividad misma de la amenaza truculenta lanzada a toda la colectividad. Un mensaje de ilimitada capacidad violenta y de bajos umbrales de sensibilidad humana. Por un lado, la truculencia es la única garantía del control sobre territorios y cuerpos, y de los cuerpos como territorios, y, por otro, la pedagogía de la crueldad es la estrategia de reproducción del sistema. Con la crueldad aplicada a cuerpos no guerreros como el de doña Olga Garrido, sobre todo, se aísla y se potencia la función propiamente aleccionadora de estos crímenes.
Otro ejemplo es Guatemala. También existe abundante literatura que coloca su foco en el análisis de la violencia estructural contra las mujeres indígenas como componente central del «conflicto interno» en Guatemala, en una dimensión represiva del Estado contra los excluidos pobres y no-blancos. Este tipo de violencia vinculada a las consecuencias y efectos de los sistemas (económicos, políticos, culturales) opera, según Reguillo (2021), sobre aquellos cuerpos considerados «excedentes», pobres y grupos excluidos, principalmente. Allí, fuerzas militares atacaron a las mujeres de los diversos pueblos que forman la mayoría indígena de ese país, las sometieron a actos de extrema crueldad y a violaciones sistemáticas que se tornaron públicas y resultaron en la estigmatización y el ostracismo de esas mujeres (Lopez Bracamonte, 2021).
Algunos informes realizados señalaron a las cuadrillas del Ejército como «caravanas de la muerte» pues perpetraron masacres de arrasamiento como la de la finca de San Francisco en Nentón. Los actos de violencia descritos tuvieron como consecuencia directa que aldeas completas chujes y de otros pueblos mayas huyeran hacia México. Muchos de los que se vieron forzados a desplazarse a ese país buscaron llegar a los sitios de refugio cerca del lago Tziscao en Chiapas, México, territorio ocupado por familiares o conocidos chuj (Lopez Bracamonte, 2021).
“Ya nosotros estábamos agarrando el rumbo para México. En el camino vimos tanta gente muerta, mujeres tiradas desnudas, macheteados, niños aplastados en sus cabezas, un gran horror. Nosotros quedamos durmiendo a [en] la frontera mexicana, ahí bajo la lluvia tan fuerte. Ahí organizamos para mandar uno, dos, tres comisiones para ir a buscar nuestro posada, en qué colonia vamos a llegar, si vamos a llegar en km 15 o en Tziscao o en Cuauhtémoc, o a ver dónde llegamos, pero gracias a Dios a los Estados Mexicanos que algunos nos conocen otros no, nos recibieron con brazos abiertos desde ese tiempo en el año 1982. Pero siempre con la pena, con susto terrible también. No llevábamos cosas de alimentación, de principalmente a los niños, a los ancianos, ropa para cambiar, no hay nada” (Lopez Bracamonte, 2021)
Horrorizados, con pena, y en esas ínfimas condiciones, miles de personas, incluidas mujeres en avanzado grado de gestación, niños y ancianos huyeron de las masacres. Como lo señala el testimonio, muchas de ellas no lograron llegar a la frontera pues fueron sorprendidas, mutiladas, violadas y asesinadas brutalmente por cuadrillas del Ejército guatemalteco. Las que lograron llegar iniciaron un largo proceso de resistencia física y psicológica, así como de reconstrucción de su vida social (López Bracamonte, 2021).
4. Pedagogía de la crueldad y delincuencia organizada
La dimensión represiva del Estado (ejercida por los servicios secretos de la dictadura en Chile o por las cuadrillas del ejército guatemalteco) no es la única forma en la que se presenta la pedagogía de la crueldad. Existen nuevas formas en las que se presenta la pedagogía de la crueldad o pedagogía del miedo (Reguillo, 2021), como aquéllas perpetradas por bandas delincuenciales organizadas, que muestran señales de crueldad en los cuerpos: Mujeres baleadas a quemarropa, vejadas, violadas, descuartizadas, entre otras.
En territorios controlados por el narco (p. ej. en ciudad Juárez o en determinados territorios en Ecuador) las mujeres están en relaciones afectivas o de otra índole con hombres armados porque son sus cónyuges, hijas o familiares, o porque están articuladas a alguna actividad económica mediada por ellos o porque están controladas o sometidas a las pandillas (Fundación ALDEA, 2022). Esto intensifica la utilización de los cuerpos de las mujeres como botines de guerra, como objetos de disputa entre bandas criminales, para enviar mensajes aleccionadores, para marcar territorios, para controlar o ejercer poder. Todo esto es un reforzamiento de una cultura patriarcal y violenta contra las mujeres, tal como lo ha referido Fundación ALDEA (2022) en su trabajo denominado “Feminicidios en Ecuador, realidades ocultas, datos olvidados e invisibilizados”.
Esta pedagogía de la crueldad o pedagogía del miedo y su función disciplinante, se ejerce para someter a los demás mediante el castigo ejemplar; y despliega los signos de su poder para marcar sobre los cuerpos y voluntades, el designio inapelable de su propia racionalidad: “someter por miedo, te martirizo a ti para que otros entiendan el mensaje, resuelvo un problema y avanzo sobre el control territorial (Reguillo, 2021).
CONCLUSIONES
El futbolista chileno más comprometido con la cuestión política fue Carlos Caszely Garrido. El “Rey del metro cuadrado”, fue cercano a la Unidad Popular en Chile y figura social de la oposición a la dictadura. La imagen de Caszely tiene gran recorrido en el mundo debido al gesto de no darle la mano a Pinochet y a su aparición en la campaña del No, cuando se votaba si el dictador permanecía o no en el poder. En ese spot de televisión, aparece la madre del goleador, doña Olga Garrido, relatando que fue secuestrada y torturada por agentes de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA). Luego junto a Caszely, ambos salen convocando a la gente a que vote por la democracia, a que vote por el No.
El ataque a doña Olga Garrido no fue una agresión a un cuerpo antagonista, tampoco fue un crimen de motivación sexual sino otra cosa: un mensaje aleccionador de la dictadura remitido a Carlos Caszely, a consecuencia de su ideología política, escrito con «caligrafía brutal» (Reguillo, 2021), en el cuerpo de su madre.
Casi todas las mujeres que fueron torturadas en Chile desde el golpe de estado del 11 de septiembre 1973 sufrieron también violencia sexual, sin distinción de edad, igual que en el conflicto interno en Guatemala.
La violación y la tortura sexual de mujeres son crímenes de guerra en el contexto de las nuevas formas de la conflictividad propios de un continente de paraestatalidad en expansión, ya que son formas de la violencia inherente e indisociable de la dimensión represiva del Estado contra los disidentes y contra los excluidos pobres y no-blancos. Allí, la finalidad es aleccionadora y/o disciplinante, a diferencia de los crímenes ordinarios de género o crímenes de la intimidad, aunque los elementos centrales a la configuración de la estructura patriarcal permanecen y son determinantes. Todo lo cual, Segato (2023) ha descrito como el mandato de la corporación armada que ordena reducir, subordinar, masacrar moralmente mediante la violación sexual de la mujer asociada a la facción antagonista.
Es necesario recalcar que estos no son crímenes de motivación sexual, sino crímenes de guerra que deben ser redefinidos así por la Sociología Jurídica, la teoría crítica de los Derechos Humanos, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y la Justicia Humanitaria, máxime si observamos que la dimensión represiva del Estado contra los disidentes y contra los excluidos pobres y no-blancos no es la única, ni la última, forma en la que se presenta la pedagogía de la crueldad. En centros urbanos y en los sectores rurales, bandas delincuenciales organizadas de hombres armados están reforzando cada vez más su poder, y esto intensifica el riesgo para las mujeres.
Por estas razones, es urgente visibilizar datos olvidados e historias ocultas, incentivar un diálogo que motive la reflexión -desde una perspectiva crítica- sobre la crueldad en el cuerpo de las mujeres, y coadyuvar a defender su derecho a una vida y un entorno libre de violencia.
RECOMENDACIONES (contra-pedagogías de la crueldad)
Las siguientes recomendaciones están vinculadas a la posibilidad de instalar en la sociedad, contra-pedagogías capaces de coadyuvar a un entorno libre de violencia.
El patriarcado es la primera pedagogía de poder, es la primera lección de jerarquía. La contra-pedagogía de la crueldad tendrá que ser una contra-pedagogía del poder, y por lo tanto, una contra-pedagogía del patriarcado, porque ella se contrapone a los elementos distintivos del orden patriarcal: mandato de masculinidad, pacto corporativo masculino, baja empatía, crueldad, insensibilidad, desensibilización (Segato, 2021). Los hombres debemos retirarnos, por nosotros mismos, del pacto corporativo masculino que nos obliga a obedecer sus reglas y jerarquías desde que ingresamos a la vida en sociedad.
Los hombres no hemos podido identificar ni hablar de nuestro propio dolor, la iniciación a la masculinidad es un tránsito violentísimo que más tarde se va a derramar en el mundo. Una de las claves del cambio será hablar de la victimización de los hombres por el mandato de la masculinidad, y por la fatal estructura corporativa masculina.
Aunque vivamos de forma anfibia, con un pie en el proyecto histórico de las cosas (centrado en las cosas como meta de satisfacción) y otro pie en el proyecto histórico de los vínculos (que insta a la reciprocidad, que produce comunidad), una contra-pedagogía de la crueldad trabaja la conciencia de que solamente un mundo vincular y comunitario pone límites a la cosificación de la vida. La experiencia histórica de las mujeres podrá sentar el ejemplo de otra forma de pensar y actuar comunitariamente (Segato & McGlazer, 2018).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Alcantara, M. (2003). Sistemas Políticos de América Latina. América del Sur . Madrid : Tecnos.
Aramburo , M. (7 de Julio de 2020). Repositorio Institucional de la Universidad de Alicante . Obtenido de http://rua.ua.es/dspace/handle/10045/110607
Beltrán, L. R. (2007). Un adiós a Aristóteles. Punto Cero, 12(15), 69-92. Obtenido de http://www.scielo.org.bo/pdf/rpc/v12n15/v12n15a09.pdf
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Downie, A. (2021). Doutor Sócrates. Campinas: Grande Area Editora.
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