VI CER R E C T O R A D O AC A D É M I CO
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DEC A N ATO D E VIN CUL ACIÓN C O N L A SOCIEDA D Y B IENE S TA R E S T U D I A N T I L
ISSN: 2 96 0 - 8 147
ISB N : 978 - 9 942- 4 4 - 8 27-9
y permanentes capacitaciones”. Lo anteriormente expresado, deja en evidencia un trabajo
como bien lo expresa (Fiedler, 2018) centrado en el poder del jefe, la estructura de la tarea
y la relación entre el jefe dirigente y el integrante.
Estas formas de relacionalidad en los procesos de gerencia por resultados, propician
el tareismo, la dependencia de miembros, hacia un jefe, lo cual, más que lograr la
perfectibilidad de los procesos e impulsar el valor de los emprendimientos respaldados por
instituciones mixtas de carácter público y privado, que garanticen el crecimiento individual y
colectivo ciudadano y con ello, la reconceptualización del Estado Neolioberal- Pragmático-
Utilitarista – Globalizador, hacia un Estado Humanista y Productivo Socialmente, parecen
paralizar los avances, amparados en un discurso de falso progreso, es decir, un progreso
ilusionista.
Esta realidad es una constante en América Latina, en las organizaciones públicas
y privadas. Por eso, hoy resulta impostergable la reconceptualización de los modelos
clásicos de gerencia hacia modelos emergentes de gerencia, es decir, que impulsen
otras lógicas de organización, planificación y más que el control dado desde posturas
de dominación de unos en beneficio de unos pocos o grupos de poder, se promueva
un modelo de crecimiento y desarrollo social. Tal reconceptualización, conduce hacia el
modelo de Gerencia por Procesos, el mismo que según (Deming, 2013) enfatiza en los
métodos, mejoramiento constante, elimina tareas innecesarias, reduce tiempo, conduce a
preguntarse ¿qué estoy haciendo?, ¿qué debería hacer?, ¿qué puedo hacer en otro orden?,
¿qué puedo simplificar?, ¿qué puedo recombinar?
Esta propuesta gerencial, tiene obsesión por la calidad y proporciona cierta libertad
a través del control. Es un modelo de gerencia para emprender desde la cooperación,
capacitación continua, conformación de equipos de alto desempeño y sobre todo, de
liderazgo compartido. Tal visión según (Granados, 2020) de la Universidad de Colombia
plantea que este tipo de gerencia se sustenta en la administración basada en los valores, a
partir de una cultura organizacional y personal mediante el compromiso con una misión y unos
valores compartidos para el desarrollo del talento humano. En la perspectiva gerencial por
procesos, el liderazgo compartido está definido como liderazgo distributivo y situacional,
es decir, cada miembro del equipo de alto desempeño, actúa con madurez organizacional
y psicológica, con unidad de propósitos y permanente motivación hacia el trabajo. Es
importante destacar según (Fedler, ob.cit) que este modelo gerencial por procesos supera
al modelo clásico de gerencia por resultados dado que existe responsabilidad compartida,
todos son líderes, no hay un jefe, existe un liderazgo distributivo, sin autoritarismo.
En otras palabras, este tipo de gerencia se puede definir como Gerencia de Desarrollo
Humano. Desde la perspectiva o enfoque de la Gerencia por Procesos, se supera el
individualismo y por ende, se impulsa inclusive, otro modelo de Estado, que no se orienta
hacia la concepción individualista. Ella se inspira en procesos de formación de profesionales
como lo indica (Tobón, 2020) centrado en un currículo socioformativo de competencias, es
decir, un currículo que empodera al sujeto social de un saber, hacer, saber hacer y convivir.
En otras palabras, Tobón se inspira en el aprendizaje invertido basado en los retos, en
proyectos, en capacidades desde el saber, el hacer, el saber hacer y el ser. En el modelo en
cuestión, se reconceptualiza la gerencia hacia la noción de equipos, valores de equidad,
calidad y la orienta hacia procesos de innovación y relevancia social. En la opción de la
gerencia por procesos, según (Deming, ob.cit), se determina claridad en las metas, en
los propósitos, en el progreso continuo, objetivos precisos y decisiones claras. Por ello,
el liderazgo distributivo prevalece y se reconoce el talento de cada uno de los miembros
del equipo en el momento de cumplir funciones. La fortaleza de este modelo radica, en
que impulsa procesos de emprendimientos sociales productivos sin liderazgos despóticos.
Por el contrario, según las teorías que respaldan a este modelo de gerencia por procesos,
cada miembro del equipo tiene su valor y aceptación fundamentada en el respeto y el
reconocimiento. No hay abuso de poder ni exclusión de ningún miembro del equipo.
Ahora bien, en este tipo de gerencia según (Demig, ob.cit) hay claridad en la misión de las
instituciones, no se desestima la técnica ni el valor de un asesor, porque se le da prioridad
al conocimiento. Por ello se sustenta en planes de mejoramiento continuo.
ELEMENTOS CARACTERIZADORES DEL MODELO DE GERENCIA POR PROCESOS
Vale destacar que los elementos caracterizadores de este modelo de gerencia se
pueden resumir de la siguiente manera:
a. Modelo sustentado en una comunicación fluida.
b. Importan los sentimientos y percepciones de los que integran la gerencia.
c. El procedimiento es fundamental para lograr una meta.
d. Prevalece el consenso comunicacional.
e. Se atiende al sentimiento común del equipo.
f. Las decisiones son colectivas.
g. Existe participación equilibrada.
h. Existen reglas con base en acuerdos.
i. Se utilizan métodos y soluciones rápidas, reflexionadas y consensuadas.
Al respecto (Stephen, 2009) define los procesos gerenciales basados en procesos de
calidad como organizaciones con comportamientos saludables, comportamientos estos que
delinea mediante relaciones funcionales bien establecidas, fidelidad del equipo, solución
de problemas, ayuda mutua y cooperación. Lograr el paso de un modelo gerencial basado
en resultados, hacia un modelo gerencial por procesos, representa un salto significativo
que contribuye a romper con la lógica pragmática instalada por el momento histórico
de la modernidad, caracterizado por organizaciones sostenidas en formas diversas de
autoritarismo, con limitaciones para conformar equipos empoderados para impulsar
emprendimientos con utilidad social, superar la identidad personal por el equipo y erradicar
los tareismos.
En definitiva, desde la perspectiva del modelo de gerencia basada en los procesos,
está implícito también la necesidad de reconfiguración del modelo social civilizatorio
vigente, pues de lo que se trata es de entender la existencia de una estructura social
en desgaste que requiere de nuevos procesos productivos centrados en las personas, no
miradas como sujetos productivos al servicio de alguien sino en procesos productivos que
impliquen desarrollo social, humano y económico desde la dimensión personal y colectiva
De lo que se trata, es de construir modelos de gerencia impulsadores de
emprendimientos con fundamentos basados en lo que (Montilva, 2005) define como
capacidades técnicas (saber, saber hacer y ser) necesarias para lograr una visión de calidad
del recurso humano. Dichas capacidades son definidas por (Meza, 2014) como competencias