VI CER R E C T O R A D O AC A D É M I CO
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DEC A N ATO D E VIN CUL ACIÓN C O N L A SOCIEDA D Y B IENE S TA R E S T U D I A N T I L
ISSN: 2 96 0 - 8 147
ISB N : 978 - 9 942- 4 4 - 8 27-9
procesos emocionales, obteniendo un reconocimiento inmediato de los eventos mentales que
presenta el paciente. El segundo componente evidenciado, es la orientación hacia vivir la
experiencia en el momento presente, que se caracteriza por la curiosidad, la apertura y la
aceptación.
La intervención de las terapias de atención plena en la psicoeducación o en procesos
educativos, conllevan a una reducción del agotamiento emocional en estudiantes a nivel
universitario, entendiendo al cansancio emocional, como la respuesta a los altos niveles de
estrés al que son sometidos los estudiantes universitarios, caracterizándose por el desgaste
físico y la baja energía física para completar sus actividades y responsabilidades académicas.
Como otro de los rasgos, está la poca tolerancia a la frustración y el desbordamiento
emocional.
En este sentido, (Barreto y Salazar, 2021) realizaron investigaciones en estudiantes de
las carreras de psicología, enfermería y medicina de diversas universidades de Colombia,
encontrando como resultados, un alto impacto en la salud física y psicoemocional de los
estudiantes como el agotamiento emocional, caracterizado por la presencia de síntomas
somáticos (afecciones gástricas, dolores de cabeza, alteraciones en el patrón de sueño y
psicológicos intranquilidad, tensión, poca concentración, angustia.
Por consiguiente, diversas investigaciones exponen que la práctica de las técnicas
basadas en atención plena o mindfulness resultan de mucha utilidad y beneficiosas a los
estudiantes de niveles universitarios expone (Caston et al., 2008) que pueden resultar
útiles y eficaces para reducir sus niveles de estrés, en especial los relacionados con la
dimensión de agotamiento emocional, y mejorar el grado de absorción y de concentración
del estudiante hacia su actividad académica.
En otro orden de ideas, se sostiene que la base para disfrutar de un bienestar
psicoemocional, definiendo el bienestar emocional como un estado de ánimo en el cual la
persona se da cuenta de sus aptitudes y valores con los que puede afrontar las situaciones
extremas o adversas que se presentan en la vida. Otro concepto que abarca el bienestar
es la salud mental, en el que según la OMS se define como un estado de bienestar en el
cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede
trabajar de forma productiva y fructífera y puede aportar algo a su comunidad.
(Hernández, 2016) define al bienestar eudaimónico, como la acciones que el ser
humano elige para conseguir lo verdaderamente deseable, centrando su atención en el
desarrollo de las capacidades y el crecimiento personal. Desde el punto de vista académico,
(Pineda, 2012) expresa que la regulación emocional y el bienestar psicológico presentan
mayores niveles de bienestar a aquellos estudiantes que presenten un desarrollo de
habilidades de gestión emocional, como la autorregulación, habilidades de comunicación
con sus compañeros y personal docente, permitiendo de esta manera que la persona sea
capaz de regular sus emociones y verbalizarlas, presentando más emociones positivas y
menos emociones negativas, mientras que al experimentar menores niveles de bienestar
y satisfacción con la vida, el individuo utiliza más la estrategia de supresión de emociones.
En conjunto, estos hallazgos respaldan la noción que de fomentar estas habilidades y
perspectivas, se puede lograr un impacto significativo en la calidad de vida y el bienestar
general de las personas. Durante intervenciones como psicóloga, se han observado
múltiples estudios y en algunos en colaboración de la neurociencias se logró demostrar sus
diferentes aplicaciones en terapias, como: la reducción del estrés basada en mindfulness
(MBSR:Kabat-Zinn, 2003); la terapia cognitiva basada en mindfulness (MBCT: Segal, Williams,
Teasdale, 2002); la terapia de aceptación y compromiso (ACT: Hayes, Strosahl y Houts, 2005).
Por lo tanto, la siguiente producción intelectual tiene como objetivo principal evaluar
los beneficios de la práctica del mindfulness en los estudiantes universitarios para la
conservación de su bienestar, entendiendo su estrecha relación con conceptos como salud
mental, bienestar emocional y psicológico, desarrollo humano y calidad de vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como un estado de bienestar en
el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones
normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una
contribución a su comunidad. Por lo tanto (Hernández, 2016) argumenta que la clave del
bienestar se encuentra en el poder de la razón, debido a que el ser humano que actúe bajo
la razón, puede conseguir la eudaimonia (bienestar anímico). De esta manera, la misma
razón llevará al ser humano a actuar y elegir lo verdaderamente deseable, descartando así,
la realización de acciones motivadas por deseos meramente apetitivos.
En relación con lo expresado anteriormente, el bienestar de la sociedad estudiantil
puede verse afectado en los ámbitos biopsicosociales, causándole estrés, bajo rendimiento,
desajuste emocional y falta de motivación. En este orden de ideas (Velásquez 2008) expresa
que los estudiantes universitarios en esta etapa de su vida no solo se encuentran sometidos
a la evaluación continua de sus maestros y autoridades, sino también de los miembros del
grupo estudiantil al cual pertenecen y con el que se relacionan cotidianamente.
DESARROLLO
Partimos del desarrollo de los conceptos básicos que permitirán comprender la
importancia y beneficios que tienen como resultados la práctica del mindfulness en
estudiantes a nivel universitario. La técnica mindfulness, es un concepto de la psicología
occidental que a su vez proviene de la filosofía budista. Este término fue introducido por
el Dr. Jon Kabat-Zinn. Ha sido definido operacionalmente por (Kabat-Zinn, 2013) como
el conocimiento que surge cuando ponemos nuestra atención de manera intencional al
momento presente, sin juzgarlo. (Siegel, 2010) lo define como despertarse de una vida en
piloto automático y ser sensible a la novedad en nuestras experiencias cotidianas.
El desarrollo de la tercera generación de la psicología cognitivo – conductual llamada
TCA (Terapia de Aceptación y Compromiso) incorporaron la técnica de la Atención plena y
fue observando sus múltiples beneficios en los pacientes y diversos estudios relacionados
donde se observó en las personas que la practican, el desarrollo del autoconocimiento,
la validación de los estados emocionales y la consciencia de los procesos por los cuales
estaban experimentado, logrando desarrollar un sistema de valores como la autocompasión
e incrementando la flexibilidad del pensamiento y de esa manera, el logro del desarrollo de
habilidades de los procesos mentales.
Desde la visión de la práctica de terapia psicológica, (Bischop, 2004) argumenta que
la atención plena se entiende como un proceso de autorregulación, enfocado en percibir la
experiencia inmediata de manera sostenida y en estado de curiosidad, apertura y aceptación
de esa experiencia inmediata. Diversos autores coinciden en definir los dos componentes
primordiales en las habilidades que se desarrollan con el mindfulness: la autorregulación de los